Si se cumple lo previsto, este lunes debería reunirse la mesa ejecutiva del Congreso Provincial del radicalismo. El órgano partidario tendrá la última palabra sobre la estrategia electoral que definirá la UCR cordobesa para los comicios legislativos del 26 de octubre.
El partido atraviesa jornadas de virulencia. Por un lado, el sector opositor a la conducción deloredista que lidera Marcos Ferrer fue la semana pasada a la Justicia en reclamo por la falta de convocatoria a internas. Esa iniciativa es impulsada por Más Radicalismo –Ramón Mestre, Carlos Becerra y Fernando Montoya–, que busca imponer sus propios candidatos para Diputados.
Y complementario de esto aparece el firme rechazo de este sector interno a la idea que prima en la conducción partidaria de propiciar un acuerdo con La Libertad Avanza, lo que incluiría la postulación de Rodrigo de Loredo como cabeza de una eventual alianza.
Ferrer reclama a sus críticos internos que dejen al deloredismo conducir el proceso de alianzas.
“Desde que tomamos el control en 2021, sacamos el 54 % de los votos con (Luis) Juez y De Loredo; en 2023, estuvimos a tres puntos de ganar la Provincia, ganamos la Legislatura y el Tribunal de Cuentas y perdimos la Intendencia de Córdoba por siete puntos, pero sacando 40. Cuando éramos oficialismo (con Mestre), sacábamos 30 puntos. Y recuperamos 60 intendencias. Déjennos laburar tranquilos. Capaz le damos alguna alegría al radicalismo. Ya es tiempo de que nos dejen equivocar a nosotros. O a lo mejor no les preocupa la UCR y reciben instrucciones de otro lado”, lanzó Ferrer, buscando sembrar sospechas de una eventual funcionalidad en la estrategia de Más Radicalismo con el Gobierno provincial.
El Congreso Provincial es presidido por el mestrista Facundo Cortés Olmedo, pero la mayoría la tienen Ferrero y De Loredo.
A Agost Carreño lo esperan con los brazos abiertos
El diputado nacional Oscar Agost Carreño fue destituido por Mauricio Macri como titular del PRO en Córdoba. El legislador recurrió a la Justicia nacional y deberá esperar la resolución de la jueza María Servini. Más allá de esta pulseada interna por la conducción del partido, Agost Carreño dijo en Voz y Voto que volverá a ocupar una banca en la Legislatura en Córdoba cuando en diciembre concluya su mandato como diputado.
En el cordobesismo, genera entusiasmo el eventual arribo a la Legislatura provincial del dirigente liberal, que ocuparía la banca que hoy tiene el exintendente de Oliva Oscar Tamis. Los peronistas creen que Agost Carreño, quien hoy comparte el bloque Encuentro Federal con los cinco diputados que responden al gobernador Martín Llaryora, sería “más permeable” a acuerdos con el oficialismo.
Hasta aquí, los tres legisladores que integran la bancada del PRO cordobés han sido opositores al Gobierno provincial, respetando la propuesta fundacional de Juntos por el Cambio.
“Agost Carreño ha dicho que está a favor de la conformación de un partido moderado de centro a nivel nacional. Es lo que está construyendo ‘el Gringo’ (por Juan Schiaretti). Yo lo veo más cerca de nosotros que de lo que quedó de Juntos por el Cambio en Córdoba”, razonó un legislador provincial del PJ cordobés, quien admitió que ya habría algunas conversaciones con el diputado nacional, que estaría preparando su regreso a la convulsionada Legislatura provincial.
¿Cambio inminente en el Concejo Deliberante?
Desde que el viceintendente capitalino Javier Pretto dijo que parte de la financiación de la política se hace con becarios pagados por el Concejo Deliberante, el legislativo de la ciudad de Córdoba es una caldera.
Ahora, la crisis llegó a la línea de funcionarios: Yanina Vargas, quien llegó a Hacemos Unidos por Córdoba desde el PRO y de la mano de Pretto, ocupa la Secretaría de Coordinación del Concejo. Aunque el verbo podría pasar a pretérito en las próximas horas, ya que el viceintendente tendría decidido desplazar del cargo a su aliada.

En el Concejo Deliberante aseguran que Vargas chocó con sus colegas, en particular con la secretaria de Comisiones, Jimena de Allende, de fuerte ascendencia en el peronismo.
En ese marco, el passerinismo le reclamó a Pretto el cambio, que el viceintendente estaría dispuesto a ejecutar en las próximas horas.
Intereses cruzados y un rechazo uniforme por una dependencia penitenciaria
El proyecto oficial para la instalación de un centro de procedimiento de detenidos en barrio Residencial América de la capital cordobesa sigue sumando capítulos de resistencia.
La semana pasada, un grupo de vecinos de esa zona se hizo presente en la Legislatura provincial para rechazar esa iniciativa, que está programa en los terrenos donde funciona la comisaría 13ª.
El planteo derivó también en un enfrentamiento en el recinto entre legisladores oficialistas y opositores. La tensión entre el bloque de Hacemos Unidos por Córdoba y el interbloque de Juntos por el Cambio quedó latente después de que en la última sesión los vecinos que llegaron a la Unicameral ocuparon las primeras gradas del recinto.
Los frentistas cuestionaron con dureza al PJ, pese a que Miguel Siciliano, presidente de la bancada de Hacemos, aseguró que el proyecto “no contempla una cárcel ni una UCA”, sino un espacio de procedimiento.
El enojo del oficialismo fue con el legislador radical Miguel Nicolás, quien en el recinto achacó al PJ no recibir a los vecinos y le recordó que entre los autoconvocados había dirigentes justicialistas.
El tema amenaza con seguir escalando en el rechazo. Y tiene la particularidad de que hay dirigentes del PJ y de la UCR que acompañan la posición de los vecinos.