Con un escenario político y económico adverso, el Gobierno tuvo que arriar una de sus banderas e intervenir en el mercado de cambios para frenar la suba del dólar.
Al momento, las encuestan revelan un panorama poco auspicioso para la Casa Rosada en las elecciones del domingo en la provincia de Buenos Aires y ese dato inquieta al mercado. Por otro lado, la opacidad de las últimas decisiones del Ministerio de Economía –de las que dio cuenta La Voz- insufló una mayor cuota de nerviosismo y activaron las decisiones de refugio en moneda dura.
En la apertura de las operaciones de este martes nuevamente se observaron posturas poco comunes que sugerían actividad oficial en el mercado de cambios.
Tras un primer intento de ocultar los movimientos, una hora después del inicio de la rueda, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, tuvo que blanquear la situación.
“El Tesoro Nacional anuncia que a partir del día de la fecha participará en el mercado libre de cambios con el fin de contribuir a su liquidez y normal funcionamiento”, informó el funcionario a través de redes sociales y, a diferencia de otras ocasiones, no respondió ninguna consulta. Tampoco lo hizo el Ministerio de Economía a través de los canales habituales.
Según puede reconstruirse de la escueta información oficial, la intervención estará a cargo del Tesoro Nacional. Lo haría con dólares que tiene depositados en la cuenta del Banco Central, los cuales estaban siendo acumulados para hacer frente al pago del vencimiento de deuda de enero de 2026 que asciende de U$S 4.500 millones. Al momento, en esa cuenta hay depositados unos U$S 1.700 millones.
Mediante este mecanismo, el Palacio de Hacienda habría estado interviniendo desde finales de la semana pasada, tal como lo habían detectado algunas consultoras financieras.
Durante varios días, el equipo económico eligió no aclarar el tema, lo cual fue uno de los factores que empujó el precio del dólar hasta el récord nominal de $ 1.385 el lunes.

La intervención dentro de la banda para evitar oscilaciones bruscas es una opción que se había planteado cuando se anunció el acuerdo con el FMI. Esa intervención debía realizarse con dinero del Tesoro, que supuestamente se obtuvo a través de superávit fiscal.
Actualmente, el techo es del orden de $ 1.460, mientras que el piso se ubica cerca de los $ 955 (cabe recordar que se mueve +/- 1% por mes).
En caso de que el precio del dólar toque el techo de la banda, el Banco Central también puede vender divisas, que en este caso serían parte de los U$S 14.000 millones que ya giró el FMI (si va al piso compra contra la emisión de pesos). El acuerdo con el organismo internacional establece que los dólares que entregó no pueden usarse para frenar el tipo de cambio en medio de la banda.
A diferencia de otras ocasiones, el organismo no se pronunció acerca de esta decisión vinculada directamente en lo firmado en abril.
Tras conocerse la decisión oficial, el mercado se descomprimió y la cotización en el Banco Nación se ubicó en $ 1.335 y $ 1.375, con una jaba de $ 10 con relación al cierre previo. De la misma manera, el mayorista quedó en $ 1.352 y $ 1.360. El valor para los minoristas se ubicó en $ 1.336 y $ 1,368, para compra y venta, respectivamente. En tanto, el MEP pasó a $ 1.368 y el CCL a $ 1.370. El blue lo hizo $ 1.350 y $ 1.370, para ambas puntas.
Al cierre del día, el Banco Central informó que las reservas se ubicaron en U$S 40.761 millones y aclaró que “no intervino en el mercado de cambio”, por lo que se supone que las operaciones las pero “por cuenta y orden del Tesoro”. Fueron unos U$S 100 millones, según fuentes del mercado.
Desde hace varias semanas la obsesión del gobierno es que no se dispare el precio del dólar. Por eso impulsó la suba de las tasas que en medio de una jornada tensa quedaron en el orden de 40% TNA a un día.
El complicado clima golpeó nuevamente los bonos de la deuda pública, que sufrieron bajas de hasta 2,7%. Esto fijó el riesgo país en 840 puntos. Esta caída es lógica porque la intervención es un signo de debilidad económica en pos de conseguir los recursos para pagar la deuda. Los ADRs en Nueva York también operaron con mayoría de tildes rojos. A contramano de la corriente, el Merval de Buenos Aires subió 1,4%.

Las complicaciones cambiaras se desataron desde aquel famoso 1º de julio cuando en una reunión ante empresarios, Caputo desafío: al mercado: “Si te parece barato, comprá, campeón. No te la pierdas”. A eso se sumaron posteos de Quirno en similar sentido.
Tal vez por eso ahora eligieron refugiarse en sus oficinas. La única explicación de ámbitos oficiales surgió de fuentes de Casa de Gobierno, donde aseguran que la intervención es “coyuntural” para evitar que “algunos vivos” muevan el tipo de cambio antes de las elecciones.
La frase esconde el temor a que algunas entidades financieras, con intereses contrarios al gobierno, efectúen maniobras para subir el precio de la divisa. Con el anuncio, buscan “avisar” que si apuestan a esa suba, del otro lado lo frenarán ocasionando pérdidas.