Añelo es una población neuquina, epicentro del boom de producción de petróleo y gas no convencional, y queda a 1.150 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Pese a la distancia, los sectores productivos de esta provincia pueden ser protagonistas en uno de los polos de desarrollo más importantes de la actual coyuntura económica.
Vaca Muerta -como se denomina a esa amplia formación geológica- se extiende por debajo de las provincias de Neuquén, Río Negro, Mendoza y La Pampa. Las mayores reservas se concentran en torno de Añelo.
Es una capa rocosa (“esquisto”), debajo de la cual se encuentran enormes reservas de petróleo y gas no convencional, las cuales se extraen tras la destrucción de esa formación, mediante un método conocido como fracking.
Añelo tiene una población de 11 mil habitantes, a los cuales se suman diariamente otros 15 mil, entre técnicos y operarios, para desempeñarse en 14 plataformas que explotan ese gran reservorio.
“Si llueve o hace frío, la producción está”, subraya el intendente Fernando Banderet al momento de marcar diferencias con las actividades agropecuaria y ganadera, que hoy aportan las mayores divisas para las necesidades del Banco Central.
Banderet estuvo ayer en Córdoba para atraer potenciales inversores en proyectos desarrollistas o de servicios, los cuales están virtualmente colapsados en esa población, que había sido planificada para entre cuatro mil y cinco mil habitantes. En la actualidad, circulan diariamente cuatro veces más.
La ruta de unos 100 kilómetros entre Añelo y Neuquén demanda entre dos y tres horas en los momentos de mayor circulación (por la mañana y por la tarde).
“Hay muchas posibilidades de unidades de negocios”, subraya el jefe municipal, quien defiende una concertación público-privada para que las empresas tengan ganancias, pero que a la vez mejoren las condiciones socioambientales de la región.
¿Córdoba está lejos de Añelo?
La distancia entre la ciudad de Córdoba y Añelo es enorme: equivale casi al mismo tramo entre la capital cordobesa y la costa argentina, o la mitad del trayecto a las playas brasileñas más cercanas.
Sin embargo, el apetito de negocios ya llevó al menos a tres empresas desarrollistas cordobesas a adquirir grandes extensiones, donde planean construir monoambientes para técnicos y operarios, un hotel internacional y un shopping.
Una de las principales firmas desarrollistas de Córdoba ya construyó 55 unidades a través de un mecanismo de ensamblado de piezas que se realizan en esta Capital y se trasladan luego en camiones a la ciudad neuquina, donde se “implantan”. Ya está en marcha un segundo proyecto de otras 44 unidades, además del hotel de máxima categoría.
Otro grupo del interior tiene avanzada una iniciativa similar de 72 viviendas, las que también se “crearán” con un armado steelflex. Participan inversores rosarinos y del este cordobés.
La industria metalúrgica, por su parte, ya trabaja en la provisión de elementos para la explotación del petróleo y del gas no convencional. La vida útil de las perforaciones se estima en 50 años o más.
Un sueño grande
La apuesta por ese polo quedó evidenciada esta semana por la concesión de un préstamo de U$S 1.700 millones, los que serán provistos por un grupo de bancos internacionales a un consorcio de las principales petroleras de Argentina, encabezado por YPF.
Esa alianza pretende extraer petróleo en Vaca Muerta y llevarlo -vía un oleoducto de 550 kilómetros- hasta el puerto Punta Colorada, a construirse sobre el océano Atlántico, en Río Negro.
Desde 2028, permitiría exportaciones por U$S 15 mil millones, con impacto en la economía y en las reservas del Banco Central.
Vaca Muerta no es sólo uno de los principales polos de desarrollo, sino que es también una garantía para el equilibrio macroeconómico.
La inflación de 1,5% en mayo podría repetirse en los meses futuros, con indicadores por debajo de 2%.
El desafío para el Gobierno es avanzar ahora en la microeconomía, que permita disfrutar de un crecimiento sustentable más allá de los sectores petrolero y minero y de la agroindustria.
El empleo y el destierro de la pobreza son las nuevas demandas por parte de la sociedad, que ya considera la estabilidad como un intangible de la actual gestión.
Quedaron atrás las alternativas “Milei o Cristina” y la de “inflación o estabilidad”. Las demandas son otras, y más urgentes.