Las dos principales alianzas electorales nacionales se inscribieron con un sello que está lejos de reflejar la realidad interna de ambas coaliciones.
El oficialista Frente de Todos dejó el sello con el que llegó al poder en diciembre de 2019, para inscribir la nueva denominación: Unión por la Patria.
Mientras que la coalición opositora mantuvo el nombre con el cual perdió las elecciones presidenciales de 2019, pero ganó los comicios legislativos de 2021: Juntos por el Cambio.
El oficialismo, se sabe, está lejos de estar unido como indica su sello. Lo que hasta ahora fue el Frente de Todos gobernante siempre se dividió en tres patas: el kirchnerismo duro que conduce Cristina Kirchner; el Frente Renovador de Sergio Massa, y el peronismo más tradicional que representa el presidente Alberto Fernández.
No es novedad que el Presidente y su vicepresidenta no se hablan desde hace varios meses. Ni siquiera habrían cruzado un llamado para cambiarle el nombre a la alianza oficialista. Fue una decisión que tomaron Cristina y Massa, en una reunión que mantuvieron el martes último, en el Senado.
La vicepresidenta quiere que haya un candidato “único” en el oficialismo. Postura que Massa respaldó de manera pública.
Alberto Fernández, que casi es una figura decorativa en la gestión, hegemonizada por el ministro de Economía, mantiene su última cuota de poder, al sostener la precandidatura presidencial de Daniel Scioli.
Nadie sabe cómo terminará esta pulseada. Aunque hasta ahora, Cristina Kirchner siempre logró imponer su voluntad.
Habrá que ver si el Presidente de la Nación y el exgobernador bonaerense y actual embajador de Brasil, resisten la presión para que bajen esta postulación.
Para tener esta certeza habrá que esperar hasta el sábado 24 de junio, cuando se oficialicen las candidaturas de todos los espacios que competirán en las Paso del 13 de agosto.
Un dato que no es menor. Alberto Fernández que fue ungido candidato presidencial por Cristina Kirchner, el 18 de agosto de 2019, a través de un tuit, además, es el presidente del PJ nacional, la columna vertebral de la coalición gobernante. Sin embargo, parece que ni siquiera le informan las decisiones que tomaron sus ¿ex? socios electorales.
Juntos, en la pelea
En la vereda de enfrente, la oposición tampoco hace honor a la denominación de alianza, que se mantendrá inalterable: Juntos por el Cambio.
No hace falta ser un atento seguidor de la realidad política nacional para saber que Horacio Rodríguez Larreta; Patricia Bullrich y el radical Gerardo Morales se tratan públicamente como enemigos, más que socios de un espacio político.
Bullrich, con el apoyo del expresidente Mauricio Macri no quería ampliar, y menos cambiarle el nombre a la alianza. Larreta y Morales presionaron para incorporar a Juan Schiaretti, y también para cambiar la denominación.
Bullrich y Macri terminaron ganando esa pulseada.
Con un simple “googleo” se puede conocer las últimas declaraciones de los protagonistas. Morales dijo hace 48 horas que Bullrich estaba “alterada”.
La exministra de Seguridad macrista le respondió: “O somos un cambio profundo o no somos nada”. En otras palabras, trató de tibio al gobernador jujeño.
Así es difícil que la sociedad los perciba en un mismo espacio político, y menos “juntos”, pese a la foto conjunta de los presidentes de los partidos.
Ambas alianzas aún no pasaron las dos principales pruebas de unidad: acordar un reglamento para las Paso, y luego que cada precandidato nomine a sus postulantes para el Congreso nacional.
Si hubo tantas discusiones por el nombre, habrá que esperar mucho más ruido interno por estas dos cuestiones que deberán resolver hasta el 24 de junio, cuando haya que presentar las candidaturas.
Lo concreto, que más allá del sello, en el oficialismo no están “unidos”, como tampoco “juntos” en la oposición.
