Luego de algunos días de análisis del texto del proyecto para blanquear capitales en el exterior no declarados, para supuestamente pagarle la deuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), la senadora nacional Alejandra Vigo (Córdoba Federal) rechazó en duros términos la incitativa que es impulsada por el cristinismo duro.
En lo que fue su primera expresión pública sobre esta propuesta que lleva el sello de la vicepresidenta Cristina Fernández, la senadora peronista cordobesa se mostró en línea con los cuestionamientos que vienen haciendo los opositores de Juntos por el Cambio.
“La iniciativa no tiene pies ni cabeza. Creo que no sirve como blanqueo ni sirve para pagar al FMI. Es simplemente un proyecto con una clara intencionalidad política”, expresó la esposa del gobernador Juan Schiaretti, ante una consulta de La Voz.
La semana pasada, cuando el senador cristinista Oscar Parrilli oficializó la propuesta “para pagarle al FMI con la plata que se fugaron”, según manifestó el dirigente cristinista, Vigo pidió tiempo para analizar el texto.
“No vamos a caer en la crítica fácil que exhiben algunos senadores opositores. La senadora va a analizar el proyecto con sus asesores y luego se pronunciará”, argumentó alguien del equipo de trabajo de la senadora del PJ cordobés.
Aunque la fuente viguista no dio ningún nombre, pareció un dardo para el senador Luis Juez (Juntos por el Cambio), quien salió a cuestionar la propuesta, cuando aún no se conocía el texto.
El proyecto que lleva las firmas de los senadores Parrilli, Juliana di Tullio y Martín Doñate, todos cercanos a la vicepresidenta de la Nación, comenzó a discutirse el miércoles pasado en las comisiones de Legislación General y de Presupuesto y Hacienda de la Cámara Alta.
Algunos senadores propusieron cambios, como el peronista entrerriano Edgardo Kueider, quien responde al gobernador Gustavo Bordet. Pero, Vigo se mostró en abierta oposición al proyecto que impulsa el cristinismo y que tuvo un tibio apoyo del ala albertista del Gobierno nacional.
Es probable que de manera ajustada, el Frente de Todos pueda darle media sanción en el Senado, pero tiene pocas chances de ser aprobado por la Cámara de Diputados, donde la oposición es mucho más potente.
“Intencionalidad política”
En su definición, Vigo remarcó la “intencionalidad política” de la iniciativa que se generó en el despacho de la Presidencia del Senado.
Con esa frase, la senadora schiarettista apuntó a una movida política de Cristina Fernández para despegarse del presidente Alberto Fernández, quien impulsó el acuerdo con el FMI.
En sus declaraciones públicas, el jefe del Estado aseguró que no había “otro camino” que acordar con el Fondo. “Los que critican el acuerdo que traigan alternativas, porque no hay otro camino para evitar el default, que sería lo peor para el país”, argumentó Alberto Fernández.
La respuesta de la vicepresidente fue este proyecto que firmaron tres senadores de su máxima confianza, que intenta pagarle al FMI con plata no declarada y fugada al exterior. “Pura épica, desprovista de sentido común”, dicen por lo bajo los schiarettistas.
La propuesta tiene pocas chances de prosperar, pero para Cristina Kirchner lo más importante no es que se convierta en ley. Es tener un argumento para mostrarse distante del FMI y también de la gestión del presidente Alberto Fernández.
Esa es la lectura que hizo el schiarettismo en Córdoba y que Vigo trasladó al Senado. La senadora se parará como opositora a otra iniciativa del cristinismo, en sintonía con el discurso crítico que viene exhibiendo el gobernador Schiaretti.
Aunque el proyecto debe tener media sanción del Senado para pasar a Diputados, el bloque schiarettista en la Cámara Baja, integrado por Carlos Gutiérrez, Natalia de la Sota e Ignacio García Aresca, también votarán en contra.
