En un reciente comunicado, Aerolíneas Argentinas anunció la suspensión de las negociaciones salariales con los sindicatos de pilotos y personal de aerolínea, tras una serie de cancelaciones de vuelos internacionales que afectaron a más de 2 mil pasajeros. La decisión de la empresa responde a las medidas de fuerza impulsadas por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (Apla), que llevaron a la cancelación de varios vuelos de larga distancia.
La suspensión de las negociaciones se produce en un contexto de tensión creciente entre la dirección de Aerolíneas y Apla. La aerolínea había reabierto la mesa de diálogo el pasado jueves, tras más de dos meses sin avances, con la intención de evitar mayores perjuicios a los pasajeros.
Sin embargo, las acciones del gremio durante el fin de semana, que incluyeron la cancelación de vuelos a destinos como Miami, Cancún, Madrid y Roma, llevaron a la compañía a “reconsiderar su postura”.
Según Aerolíneas Argentinas, las cancelaciones dejaron a 2,178 pasajeros varados, quienes vieron alterados sus planes de viaje. La aerolínea se vio obligada a reubicar a los viajeros en otros vuelos y contratar vuelos chárter para mitigar el impacto.
En su comunicado, Aerolíneas acusó a Apla de no mostrar interés en evitar las cancelaciones, calificando sus acciones de “provocación irresponsable”. La dirección de la compañía sostiene que el sindicato está utilizando el conflicto salarial como excusa para una disputa de carácter político, sin considerar el efecto negativo sobre los pasajeros.
La crisis se intensificó debido a los paros en el Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos (Cefepra), que interrumpieron la capacitación y renovación de licencias de los pilotos de larga distancia. Esto resulto en una falta de personal calificado, obligando a Aerolíneas a operar con aeronaves menos adecuadas, como el Boeing 737 MAX en la ruta a Miami, lo que sorprendió y descontentó a los pasajeros.
Desde Apla, se criticó la gestión de la dirección de Aerolíneas, señalando la falta de experiencia de sus líderes para resolver los problema operativos y garantizar un servicio adecuado. Además, el sindicato exige un aumento salarial del 90% para hacer frente a la pérdida de poder adquisitivo desde mayo de 2024.
La situación se complica aún más por las presiones fiscales que enfrenta la empresa estatal, en un contexto donde el Gobierno evalúa posibles recortes a los subsidios y el Congreso discute un proyecto de ley que podría afectar el presupuesto de Aerolíneas, abriendo la puerta a una posible privatización.
Ante este panorama, Aerolíneas Argentinas anunció que presentará denuncias ante las autoridades correspondientes por los perjuicios económicos causados por las medidas de Apla, y expresó su preocupación por el impacto directo en los pasajeros afectados por la cancelación y modificación de vuelos.
