Debido a paros en los simuladores de vuelo de Ezeiza, los pilotos de Aerolíneas Argentinas no pueden renovar sus licencias semestrales, lo que provocó la cancelación de vuelos y la necesidad de derivar pasajeros a otras compañías aéreas.
El pasado fin de semana, la aerolínea estatal se vio obligada a cancelar cuatro vuelos internacionales con destino a Cancún, Miami, Madrid y Roma. Para compensar a los pasajeros afectados, Aerolíneas Argentinas reubicó a la mayoría de ellos en vuelos de las aerolíneas Gol y Avianca, con las cuales mantiene una alianza comercial. Otros pasajeros fueron derivados a aerolíneas de la alianza Sky Team, como Air Europa, Ita y Air France.
Aunque no se registraron grandes demoras ni pasajeros varados en los aeropuertos, los viajes se extendieron debido a las escalas adicionales en ciudades como San Pablo, Río de Janeiro, Lima o Bogotá. Además, algunos vuelos a Miami se realizaron en aviones de un solo pasillo, en lugar de los Airbus A330 que usualmente cubren esa ruta.
La raíz del problema se encuentra en las medidas de fuerza que lleva adelante la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) en el Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos (Cefepra) ubicado en Ezeiza. Desde el 1 de octubre, el gremio realiza paros y asambleas en el Cefepra, donde se encuentran los simuladores que los pilotos utilizan para sus capacitaciones y exámenes semestrales obligatorios para renovar sus licencias.
APLA exige una recomposición salarial del 90% desde mayo y cuenta con el apoyo de otros dos gremios aeronáuticos: la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA). Si bien se llevó a cabo una primera reunión entre los gremios y la dirección de Aerolíneas Argentinas el viernes pasado, no se llegó a un acuerdo.
APLA advirtió que las operaciones de vuelo para diciembre, mes en que comienza la temporada alta, no están aseguradas. Aerolíneas Argentinas, por su parte, reconoce que la estrategia de derivar pasajeros a otras aerolíneas es una solución temporal y que su sostenibilidad a largo plazo “dependerá de la cantidad de asientos disponibles” en las otras compañías.
