En el Gobierno se insiste en que tras la aprobación en el Congreso del paquete fiscal incluido en la llamada ley Bases, acelerará la reducción a la mitad del denominado impuesto Pais, un tributo que afecta el giro de divisas al exterior –ya sea en la importación de bienes, el pago de servicios financieros o fletes– que se ha vuelto clave en los ingresos del Estado.
Sin embargo, a nivel económico existen dudas acerca de la viabilidad de esa promesa efectuada por el ministro de Economía, Luis Caputo, por lo menos en el corto plazo, dada la necesidad de recursos que presenta la administración para el pago de distintas obligaciones de mitad de año, como sueldos y aguinaldos.
El impuesto Pais fue creado por el gobierno anterior y alcanzaba el 7,5%, pero ni bien asumió la administración de Javier Milei, el gravamen fue elevado en 10 puntos, hasta el 17,5%. Cualquier intento de quitarlo necesariamente obliga a revisar su compensación con otros ingresos.
Más gasto a mitad de año
“Si la reducción del impuesto País se implementara en agosto y estuviera vigente durante los últimos 5 meses del 2024, el superávit financiero se acercaría a cero (0,05% del PIB)”, indicó el economista Marcelo Capello, vicepresidente del Ieral-Fundación Mediterránea.
Los supuestos de gasto esgrimidos por Capello para junio siempre que mantengan el nivel real de mayo son salarios, jubilaciones y pensiones, que adicionan medio SAC, y se incluyen las variaciones del gasto en jubilaciones y asignaciones familiares que surgen de las reglas vigentes de movilidad. Entonces, el gasto primario en dicho mes alcanzaría 1,53 puntos del PIB.
También, tras pagarse intereses de deuda, junio habría cerrado con un déficit financiero de 0,2% del PIB. Si se considera, en cambio, el acumulado en el primer semestre del año, cerraría con un superávit primario de 1% y también superávit financiero, del orden de 0,2% del PIB, evalúa el trabajo.
“Se concluye, entonces, que si la decisión fuera bajar la alícuota del impuesto País desde agosto, el margen para aflojar el grado de ajuste en el gasto, con relación a lo ocurrido en el primer semestre, resulta muy acotado”, indicó Capello.
También el director de la consultora Analytica, Claudio Capraulo, consideró que la baja es poco viable en términos fiscales, dado que el impuesto Pais “es una de las principales fuentes de ingresos tributarios”.
No obstante, desde el sector agroexportador se insistió con la baja del tributo. Gustavo Idígoras , coordinador técnico del Consejo Agroindustrial Argentino y titular de CIARA-CEC estimó que reducirlo “en el corto plazo y llevarlo a 0 en el mediano es el camino correcto para mejorar la competitividad y transformar esos insumos en exportaciones”.
Entrada de dólares
De paso, Ciara-CEC apuntó que durante junio las empresas asociadas ingresaron U$S 1.978 millones de dólares por exportaciones, lo que representa una baja del 24% respecto de mayo pero un 25% más respecto de junio del 2023. Con eso, suman U$S 11.024 millones en lo que va de 2024, cifra similar a la que llevaba acumulado a esta altura del 2023, indicó.
Milei, en una entrevista efectuada durante el fin de semana, había dicho que el tributo bajaría una vez que se comenzara a reglamentar y aplicar la faceta fiscal de la ley Bases. “Supongo que puede ser en agosto”, indicó el presidente, quien, no obstante, abrió el paraguas ante la necesidad de que esté “funcionando el flujo de caja”.
