La cadena nacional que realizó hace una semana el presidente Javier Milei en medio de una fuerte expectativa quedó, hasta el momento, a medio camino.
El Gobierno informó que la “instrucción” para prohibir al Banco Central financiar al Tesoro ya fue remitida al Ministerio de Economía, pero no se publicó ninguna resolución.
Tampoco envió al Congreso el proyecto de ley para penalizar a los legisladores que comprometan el equilibrio fiscal y prohibir la sanción de presupuestos deficitarios.
Dado que el primer anuncio no significó una novedad y el segundo solo recibió críticas, la cadena nacional del viernes pasado derivó en un vano intento de recuperar agenda y mostrar iniciativa tras la sesión de la Cámara de Diputados donde el oficialismo sufrió doce derrotas consecutivas, en una de las peores jornadas para Milei desde que llegó al poder.
En esa sesión, los bloques no mileístas aprobaron el presupuesto universitario y la emergencia pediátrica, dos proyectos que ya están en el Senado.
Además, habilitaron el debate de las iniciativas de los gobernadores sobre ATN e impuesto a los Combustibles, así como de la ley “anti empate” en la comisión investigadora $LIBRA. Y se rechazaron cinco decretos presidenciales.
Lo cierto es que, al momento, no se publicó la instrucción anunciada por Milei para que el Banco Central no pueda financiar el gasto público del Tesoro Nacional.
Fuentes del Ministerio de Economía informaron a La Voz que la medida ya se concretó, pero su contenido no fue comunicado. “Es exactamente lo que dijo el presidente”, se limitaron a decir.
En rigor, esa es la regla no escrita que sostiene la base del programa económico libertario y la herramienta fundamental para alcanzar el superávit fiscal. Su cumplimiento se verifica todos los meses cuando el Ministerio de Economía publica el resultado fiscal, discriminando los ingresos y los gastos del Sector Público Nacional.
De allí que el anuncio de esa instrucción no tuvo ningún impacto en el mercado financiero, dado que es una premisa que se da por descontada.
Por otra parte, Milei tampoco envió al Congreso su proyecto para penalizar la aprobación de presupuestos con déficit fiscal, obligar a que los legisladores digan cómo se financiarán los nuevos gastos, y sancionar penalmente a quienes incumplan esa regla.
Aunque el presidente había anunciado que lo mandaría “en los próximos días”, fuentes legislativas indicaron a este medio que aún no hay novedades.
Sin esperar a conocer su contenido, en la oposición dura y de centro ya cuestionaron la iniciativa, al advertir que implicaría la intervención de un poder del Estado (el Ejecutivo) sobre la decisión de otro (el Legislativo). Por eso, el escenario para la aprobación de este proyecto ya se presenta, de antemano, muy complicado para La Libertad Avanza.
En la oposición recordaron que la regla fiscal de déficit cero estaba contemplada en el primer artículo del proyecto de Presupuesto 2025, que el propio Milei decidió retirar de la discusión a fines de 2024 para ir hacia una nueva prórroga, la segunda de su gestión.
En el adelanto del Presupuesto 2026 que ya fue enviado al Congreso también está incorporada esta regla fiscal.
Como consecuencia de la última prórroga, el presidente sigue gobernando con el Presupuesto 2023, elaborado por el exministro Sergio Massa en 2022, por lo que goza de total discrecionalidad en el manejo de fondos sin control del Congreso.
El atraso en las partidas motivó varios de los proyectos que ahora impulsa la oposición en el Congreso, como el de financiamiento de las universidades y del sistema de discapacidad.
“Si no fuera para llorar, da risa. Quiere penalizar no respetar el Presupuesto y todo el conflicto tiene como causa que no tenemos Presupuesto. Porque el presidente no quiere tener Presupuesto y se maneja con el de Alberto Fernández para manejar los recursos a su antojo, darle a los ricos y condenar a los pobres, a los jubilados, a los enfermos”, señaló la diputada Margarita Stolbizer, de Encuentro Federal.
Una de las referentes económicas del bloque kirchnerista, Julia Strada, calificó la cadena nacional como “un síntoma de debilidad” y recordó que “el Congreso, en una República de tres poderes, sanciona leyes. Y por cierto, la de jubilaciones tiene financiamiento previsto, aunque al presidente no le guste”.
En la oposición también advirtieron que Milei incumple su propio anuncio, porque no informó como compensará la rebaja de retenciones permanente a granos y carne, oficializada a fines de julio.
“Ahí no hubo queja sobre el costo fiscal ni se dijo de donde saldría el dinero. Parece que el problema no es el déficit o el origen de los fondos, sino que lo haga el Congreso y no él”, interpretó el cordobés Oscar Agost Carreño (Encuentro Federal).