Que tenía mala sintonía con el ministro Luis Caputo. Que no entendía los tiempos para alinear la política fiscal con los aumentos tarifarios. Que no supo explicar bien el plan de contingencia previsto para mitigar los cortes de luz que se esperan en el verano. Que no aceleró lo suficiente el plafón normativo que hace falta para Vaca Muerta explote, Rigi mediante. Que no dio respuesta firme a China por las represas del sur y siguió dilatando, como hizo el kirchnerismo. Que las obras para la reversión del gasoducto del norte están verdes. Que todavía más de la mitad de los usuarios paga el 50% de lo que vale la luz. Que no logró depurar el padrón de beneficiarios.
Y que en octubre, ya, 1,4 millón de usuarios vulnerables pierden ya los subsidios y pasan a pagar tarifa plena. Es decir, 554% más de lo que abonan ahora.
Todas esas razones fueron desgranadas para explicar la salida de Eduardo Rodríguez Chirillo, hasta el jueves secretario de Energía de la Nación. También es cierto que estaba gravemente enfermo (los libertarios podrían haber sido algo más contemplativos) y es muy cierto que no encajaba en la mesa chica que conforman Santiago Caputo, Karina Milei y su hermano, el Presidente.
Su salida da paso ahora a consolidar una alianza explícita con Mauricio Macri, quien desde hace tiempo reclama espacios de poder y ahora busca hacer valer el blindaje al veto de la ley de financiamiento universitario.
El problema está en los usuarios que nunca expresaron su voluntad de seguir recibiendo subsidio pero figuran en la categoría N2. Por defecto, el principio que rigió es que si el Estado contaba con alguna información del usuario (por ser jubilado o por cobrar un plan social, entre otros casos) y calificaba como N2, quedaba en esa categoría.
En los N2 están los que tienen ingresos que no superan una canasta básica, hoy de 312.175 pesos y están los que tienen alguna tarifa social que otorgan los estados provinciales.
En total, del 1.039.981 de usuarios residenciales que tiene Epec, 712.464 pidieron la ayuda social desde el 2022, cuando lo implementó el ex ministro Sergio Massa a esta parte. De los 329.033 que no se anotaron, hay 297.126 que son N1, es decir, que tienen ingresos que no ameritan el auxilio del Estado y hay otros 31.907 no inscriptos que son N2.
Luego de las campañas de difusión para que quien nunca se había anotado lo hiciera, se anotaron allá por julio y agosto 14.354 usuarios y el padrón quedó en esos casi 32 mil. El plazo para inscribirse venció el 4 de septiembre.
La duda es qué iba a pasar con ese universo de 31.907 familias, en teoría vulnerables, pero sin anotar. Las cooperativas, por su lado, tienen una cifra parecida y en todo el país serían 1,4 millón los usuarios en esta situación. Eran poco más de 1,7 millón y con las campañas 300 mil usuarios se anotaron por primera vez. Igual, 1,4 millón de familias es un número gigantesco y más gravoso es lo que deberían pagar: de los $3,129 el KWh (más impuestos y VAD) a $20,46.
La intención de Rodríguez Chirillo era que desde octubre, a esos no anotados se les cobrara tarifa plena. De hecho, los entes reguladores recibieron el 7 de octubre una resolución de Energía en el que les ratificaba que el plazo para anotarse había vencido el 4 de septiembre. “Por no haber realizado dicha inscripción ha operado la caducidad de los beneficios otorgados y han sido recategorizados como Nivel 1″, indica la misiva, que les indica a los entes que a partir de la siguiente factura se apliquen en forma efectiva los conceptos tarifarios del N1, sin bonificaciones.
En las provincias pusieron el grito en el cielo, porque en ese grupo están los usuarios que tienen tarifa social y está medianamente constatado que realmente no pueden hacer frente a sus tarifas. Dicen que Caputo bramó, porque eso implica un tiro en el pie al objetivo de bajar la inflación: la apuesta es que octubre dé 3% y que siga en descenso.
Chirillo partía de la presunción de que si el usuario no manifestaba su voluntad de recibir la ayuda social, es porque no la quería o prefería no dar una serie de datos personales al Estado. Sostenía en el fondo que había mucha gente que trabaja muy bien en la informalidad, sin bienes a su nombre, que pueden pagar lo que cuesta la luz y el gas.
En el Gobierno le retrucaron que todo eso podía ser cierto, pero que a la depuración la tendría que haber hecho antes, en pleno fogonazo inflacionario y mayor banca social.
Ahora, conspiraría con el 3% de Caputo y hay menos tolerancia social. “Políticamente el ancla que tiene el gobierno es la sociedad, que está haciendo un esfuerzo muy grande y todo tiene su límite”, advirtió Emilio Apud, exsecretario de Energía.
Apud es el asesor de macrismo en temas de energía y fue quien sugirió el nombre de María Tetamantti, la reemplazante de Rodríguez Chirillo. “Ahora hay que ser cautos en el ritmo de recuperación, porque las concesionarias tienen los ingresos para hacer inversiones”, remarcó.
En tanto, ahora todo quedó en el limbo. Los padrones que todos los meses recibe el Ersep vinieron iguales que el mes anterior, es decir, los no inscriptos N2 siguen siendo N2. Es decir, no se aplicó la resolución de Rodríguez Chirillo.
Sigue abierta la inscripción
Si algún usuario no recuerda haber enviado su inscripción o quiere consultar el estado de su beneficio, se puede chequear en la web www.argentina.gob.ar/subsidios. Ir al apartado “modificar o eliminar la solicitud”.
Si es la primera vez que inicia el trámite, el interesado deberá dirigirse a la sección “inscribite al Rase”. Está abierto y el cambio rige alrededor de 30 días después.
El padrón hoy
Porcentaje de usuarios de Epec inscriptos en cada categoría.
- N1. 31% ingresos altos
- N3. 47% ingresos medios
- N2. 23% bajos ingresos
Total usuarios: 1.041.497
