La discusión sobre el tamaño y el diseño de la Boleta Única de Papel (BUP) en Córdoba llegó a su punto final: la Justicia Electoral resolvió mantener el formato de 46,3 centímetros de ancho, desestimando el pedido de ampliación a 66,6 centímetros.
La decisión fue plasmada en el acta N° 7 de la Junta Electoral Nacional del distrito Córdoba, fechada el 5 de septiembre y firmada por los jueces Abel Guillermo Sánchez Torres, Miguel Hugo Vaca Narvaja y Luis Eugenio Angulo, luego de las consultas que hicieron a la Cámara Nacional Electoral (CNE) y a la Dirección Nacional (DNE).
De esta manera, el fallo cierra un proceso de idas y vueltas que incluyó audiencias con apoderados partidarios, impugnaciones y hasta un planteo de inconstitucionalidad.
Aunque la Junta reconoció que la boleta puede inducir a errores en el electorado debido a la gran cantidad de listas (18 en total), optó por ajustarse al decreto reglamentario y a los límites técnicos y presupuestarios fijados por la Dirección Nacional Electoral.
Se argumentó que existen “imposibilidades técnicas y presupuestarias” para llevar adelante la modificación solicitada.
La versión preliminar de la BUP, exhibida el 1° de septiembre pasado, había encendido las alarmas: con 46,3 centímetros de ancho, cada lista debía comprimirse en apenas 2,4 centímetros (algo que había advertido La Voz) para incluir el nombre de la agrupación, el isologotipo, los colores, las fotos de candidatos y los cinco primeros nombres de la nómina.
“La tipología y tipografía de dicha oferta no permite identificar en forma clara y precisa a las agrupaciones y sus candidatos, lo que podría inducir al electorado a un error involuntario al momento de emitir el sufragio”, señaló en su resolución la Justicia en ese momento para pedir un cambio en el tamaño.
Ese diagnóstico tiene un trasfondo político, que la propia Junta Electoral cita, que tiene que ver con la suspensión de las Paso en 2025. Eso, dijeron las autoridades, multiplicó las ofertas, ya que no hubo un filtro previo del 1,5% de los votos.
Córdoba quedó así como la provincia con mayor cantidad de listas por habitante del país, lo que impacta de lleno en la Boleta Única.
El argumento de la Junta es discutible, ya que la cantidad de partidos y alianzas que se presentaron no responde a la imposibilidad de dirimir internas sino a la búsqueda, deliberada, de confundir al elector con propuestas similares, aunque sin chance alguna.
En ese sentido, en la audiencia pública del lunes pasado, varios partidos plantearon que el diseño con las 18 listas apiñadas resultaba ilegible. La UCR, a través del apoderado Diego Frosasco, llegó incluso a presentar un planteo de inconstitucionalidad contra el decreto reglamentario, con el argumento de que el formato reducía la transparencia del proceso.
La Junta coincidió en que la situación era problemática y llegó a describir la medida como “inaplicable” en el caso cordobés. Por eso, pidió autorización a la Cámara Nacional Electoral para aplicar el formato más grande previsto por el decreto (66,6 cm).
Sin embargo, la CNE y la Dirección Nacional Electoral respondieron que el cambio resultaba inviable por razones legales, técnicas y presupuestarias. En otras palabras, la ampliación fue descartada y la boleta quedará con las dimensiones mínimas que establece la normativa.
Los cambios
Más allá del tamaño, la Justicia introdujo una serie de modificaciones en el diseño de la BUP, algunas surgidas de los pedidos partidarios:
- Colores: se eliminó el uso del violeta en dos partidos (Unión Popular Federal y el Partido Demócrata), que habían solicitado columnas en blanco para evitar confusiones con La Libertad Avanza.
Sin embargo, quedan otras dos (Partido Libertario y Alianza Ciudadanos) que presentaran el violeta en su propuesta.
- Disputa libertaria: se rechazó el pedido de La Libertad Avanza de impedir que el Partido Libertario (de Agustín Spaccesi) usara un violeta similar, argumentando que los códigos Pantone eran distintos y que ambos espacios estaban separados por 27,3 centímetros en la boleta.
- Logos y fotos: se dispuso que las fotografías de candidatos deban publicarse en “plano corto” y ampliarse al máximo permitido para mejorar el reconocimiento. Los logos también podrán ocupar más espacio dentro del recuadro, respetando proporciones.
- Correcciones: se habilitó la incorporación de fotos y símbolos que habían quedado afuera en la primera versión, además de rectificar errores de nombres.
- Denominaciones: se aceptó el pedido de la alianza “Defendamos Córdoba” para eliminar la palabra “Alianza” de su nombre en la boleta.
En suma, la Junta atendió reclamos de visibilidad y precisión, pero mantuvo firme la restricción de tamaño, el punto más sensible de toda la discusión.
Un problema de legibilidad sin solución
La resolución deja en claro que la BUP cordobesa arrastra un problema estructural: demasiadas listas para un espacio limitado. La Justicia lo reconoció en sus propios términos, aunque sin capacidad de resolverlo. Derivó el pedido a la Cámara, quien le negó la modificación.
La afirmación de que el diseño puede inducir al error refleja un déficit de diseño institucional que excede a los jueces locales, aunque no le saca responsabilidad a los dirigentes que inscribieron listas sin historia ni chances.
La tensión entre la claridad para el votante y la viabilidad técnica y normativa del sistema quedó plasmada en cada paso del proceso. Los partidos reclamaron legibilidad; la Justicia respondió con correcciones estéticas, pero no pudo alterar lo esencial, y los electores encontrarán una boleta atiborrada en la que cada espacio partidario se reduce a un recuadro mínimo.
Este debate se inscribe en una historia reciente, ya que Córdoba fue pionera en la aplicación de la Boleta Única de Papel en el plano provincial y ahora afronta las consecuencias de llevarla al terreno nacional con una oferta inédita. Lo que se discute en los tribunales no es sólo el ancho de la boleta, sino la capacidad de este instrumento para garantizar un voto claro y transparente cuando la competencia se multiplica.
La discusión expone un dilema más amplio: ¿cómo compatibilizar el ideal de simplicidad del sistema con la complejidad real de la política cordobesa? Con 18 listas en carrera, la BUP se convierte en un espejo de la fragmentación partidaria y, al mismo tiempo, en un test de la ingeniería institucional argentina.
La resolución también refuerza el poder de la CNE y la DNE, que marcaron el límite de lo posible frente a los reclamos locales. En ese sentido, Córdoba terminó siendo un caso testigo de cómo se dirimen las tensiones entre las necesidades provinciales, la logística electoral y realidades políticas de la Nación.