Con los mercados ya cerrados y sin señales acerca de cuál será el nuevo valor del dólar oficial, varios datos sorprendieron este lunes a operadores financieros y empresarios.
El más importante fue precisamente ese: aunque se esperaba que el nuevo gobierno de Javier Milei diera a conocer este lunes por la mañana el nuevo valor del tipo de cambio, ello no ocurrió.
En la práctica, llevó a que se produjera un virtual feriado cambiario, pese a lo cual los dólares financieros funcionaron y también el restringido mercado del dólar blue o paralelo. La economía este lunes funcionó a cuentagotas.
Esta decisión de postergar para el martes los anuncios, que motivó un comunicado aclaratorio del Banco Central por el cual el acceso a las divisas se evaluaría caso por caso, también determinó una parcial actividad en los bancos.
Sin feriado, las entidades financieras de la plaza Córdoba abrieron con normalidad pero no hubo movimiento de divisas (ni para ahorro ni para pagar importaciones) y numerosas transacciones verificaron dificultades.
Autorizaciones de pago o transferencias de dinero registraron contratiempos, muchos de ellos fueron salvados y otros quedaron para tener una solución este martes.
A nivel de empresas, las grandes transacciones (por ejemplo a nivel mayorista) funcionaron a cuenta gotas, a precio abierto o a dólar contado con liqui (CCL) que subió casi 10%.
“La tónica general es que nadie te quiere vender, lo nuevo llega con aumentos por si acaso y plazos muy cortos habrá que esperar”, mencionó ante la consulta de La Voz un fuerte industrial del interior cordobés.
Otras fuentes, en cambio, dijeron que no aparecieron nuevas listas de precios y la industria está tomando pedidos. “Todavía, nada, pase pedido a varios sin problemas”, reconoció el gerente de compras de un hipermercado.
¿Cómo se entiende? Puede ocurrir que en la cadena intermedia (distribuidores regionales) haya precaución para lo que viene, aún cuando desde las fábricas no salieron nuevas listas.
Cómo quedará el tipo de cambio oficial es uno de los datos que mayor interés genera a nivel empresarial.
“Si es 650 pesos más 30 por ciento de impuesto País, eso generaría una enorme brecha entre el dólar importación y el exportación, y desincentivaría exportar bienes que tengan insumos importados”, afirmaron desde la agroindustria.
La aplicación o no del impuesto País es central en el esquema que pongan en marcha Milei y su ministro de economía, Luis “Toto” Caputo. Este gravamen en las importaciones contribuiría a sostener la recaudación.
“Si se plantea un segundo escenario con la eliminación completa del impuesto País, la combinación de menores ingresos por IVA, Ganancias y PAIS no logra ser absorbida por el incremento de derechos de exportación y los ingresos tributarios nacionales caerían 0,31 p.p. del PIB respecto a 2023. Por último, si se decidiera retornar a un impuesto País en su versión correspondiente al 2022-2022, los ingresos tributarios se mantendrían constantes”, sostuvo el economista Nadin Argañaraz, del Iaraf.
