La discriminación en la salud es un tema que ha estado presente en la agenda pública durante varios años. Sin embargo, todavía existen prácticas que violan los derechos humanos y la dignidad de las personas. Una de ellas es la discriminación que sufren las personas trans en manos de las prepagas de salud.
Recientemente, se ha revelado que varias prepagas en la Argentina, cuando una persona trans quiere afiliarse, le informan un valor de cuota adicional en concepto de “preexistencias” por su identidad de género.
Esto no sólo es discriminatorio, sino que también es ilegal. La Ley de Identidad de Género (número 26.743) establece que las personas trans tienen derecho a acceder a la salud sin discriminación, y la ley 26.682, de Empresas de Medicina Prepaga, únicamente habilita a estas a cobrar una cuota mayor cuando haya una enfermedad preexistente, lo cual no aplica a este tipo de casos.
Lo cierto es que las prepagas están violando este derecho y, para estos casos, informan un valor de cuota adicional que no baja de $ 1.500.000 anuales, lo que representa no sólo una carga económica para este grupo poblacional, sino que es completamente ilegítimo.
Esto es preocupante, porque las personas trans ya enfrentan barreras significativas para acceder a la salud y a otros servicios, sin mencionar todo tipo de discriminaciones.
Es importante que las autoridades competentes, como la Superintendencia de Servicios de Salud, tomen medidas para investigar y sancionar a las prepagas que están violando los derechos humanos de las personas trans y su acceso a los servicios de salud.
Es fundamental, entonces, que recordemos qué cuestiones no son consideradas por ley como “enfermedades preexistentes” y, por ende, no es legal el cobro de un adicional de cuota al ingreso a la prepaga: personas trans, personas embarazadas, personas que tienen alguna enfermedad en curso que realmente desconoce, antecedentes de salud de enfermedades que ya no están vigentes.
Además, si una persona se quiere afiliar a la prepaga teniendo una real enfermedad preexistente que conoce, la prepaga tiene prohibido cobrarle un adicional de cuota si:
- la persona deriva aportes a esa prepaga a través de una obra social o de forma directa (como es la nueva posibilidad desde diciembre del corriente año);
- la preexistencia la tiene un integrante del grupo familiar primario del titular de la cobertura de salud.
En conclusión, la discriminación en la salud es un problema que requiere una solución urgente, ante los numerosos abusos de las entidades de salud.
Es hora de que tomemos medidas para garantizar que los derechos en salud sean efectivos y que todas las personas, independientemente de su identidad de género, tengan acceso a la salud, sin discriminación y sin barreras.
* Abogada especializada en salud
