Los musulmanes tenemos dos celebraciones importantes en el año. Una es Eid al-Fitr, la fiesta de la culminación del ayuno del mes de Ramadán; la otra, Eid al-Adha, cuando finaliza la gran peregrinación a la Meca en Arabia Saudita, también llamada la fiesta del sacrificio, como una manera de agradecer al Señor por su inmensa generosidad. Este año será el próximo 6 de junio.
La historia de Eid al-Adha está profundamente arraigada en la tradición islámica. Contiene una fe profunda y una entrega plena a la voluntad de Dios. Es la historia del profeta de Dios Abraham con su hijo Ismael. Abraham tuvo un sueño en el cual Dios le ordenaba sacrificar a su hijo Ismael, y cuando se dispuso a cumplir con esa visión, Dios rescató a Ismael ordenando a Abraham sacrificar un gran carnero como ofrenda.
Eid al-Adha está estrechamente ligada a la peregrinación, que es uno de los cinco pilares del islam y se celebra el décimo día del mes de Dhul-Hijjah. El legado del profeta Abraham (Ibrahim en árabe) y su prueba de fe se transformaron en una tradición religiosa en la que la gente realiza en ese período cada año el sacrificio de animales.
Al respecto, dice Dios: “Y cuando –Ismael- llegó a la edad de la pubertad, Ibrahim le dijo: ¡Hijo mío! He visto en sueños que te sacrificaba, dime cuál es tu parecer. Dijo: ¡Padre! Haz lo que se te ordena y encontrarás en mí a una persona sometida a la voluntad del Señor. Y cuando ambos se dispusieron para el sacrificio, lo tumbó boca abajo. Entonces llamamos a Ibrahim y le dijimos: Ya has confirmado la visión que tuviste. Realmente así recompensamos a los bienaventurados que no dudan en cumplir con la prueba evidente. Y rescatamos a Ismael y en su lugar fue sacrificado un gran carnero. Este hecho quedará en la memoria de la humanidad para siempre”. Corán (37:102).
Tan sólo en Arabia Saudita, en tres días se sacrifican más de cuatro millones de animales y la carne es distribuida en todos los países musulmanes mediante un espectacular procedimiento, en el cual participan miles de voluntarios, y en 48 horas llega a los pobres y necesitados.
En esta festividad, como en todas las celebraciones, siempre invocamos a Dios para que cubra con sus bendiciones al pueblo de la República Argentina, tierra de paz y convivencia sin igual en el mundo.
- Imam; integrante del Comipaz