Es habitual observar que muchas obras públicas no se finalizan conforme a los plazos establecidos oportunamente. Sin embargo, toman otro cariz los trabajos, también de gestión estatal, que se prometen y no se realizan. Tareas que suelen ser promocionadas, pero que no superan la línea de las buenas intenciones.
La mención podría encuadrar sin discusiones en la situación del Parque José María Paz, otrora un pulmón verde de sana convivencia, ubicado en barrio General Paz, una zona de la ciudad de Córdoba en continuo desarrollo.
Hace dos años que la Municipalidad de Córdoba decidió cerrar el parque para iniciar obras de reparación integral de ese predio de 3,5 hectáreas, hoy abandonado y rodeado de chapas metálicas que en algunos sectores llegan hasta las veredas, lo que las convierte en un peligroso obstáculo para los transeúntes.
La desidia empaña aquellas imágenes digitalizadas y realistas (render, en términos arquitectónicos) que mostraban la luminosidad y el despliegue de elementos para el esparcimiento de grandes y de chicos que ofrecería el renovado Parque José María Paz.
Los tiempos corren y queda guardada en algún rincón de los recuerdos la invitación, todavía activa en sitios oficiales, que convocan a recorrer el parque: “Descubrí la ciudad de Córdoba”, dice la promoción. Y, con letras más grandes, agrega: “Parque José María Paz”. Huelga acotar que hoy eso no es posible.
Desde aquellos días de mediados de julio de 2023 pasaron dos administraciones por el Palacio 6 de Julio: el actual gobernador de la provincia, Martín Llaryora, desde 2019 hasta diciembre de 2023, y su sucesor en el sillón mayor del municipio, Daniel Passerini, quien transcurre el primer año y medio en el cargo.
La Municipalidad alega que el contexto económico y el cambio de mando repercutió en la prosecución de obras, pero aseguran que el proyecto Parque General Paz continúa en agenda y que se espera reactivarlo en el corto plazo.
Sería pertinente que se cumplan los términos, pues, como dimos cuenta días atrás, vecinos del sector se quejan por el estado de abandono del parque, al que se suma la falta de alumbrado, la suciedad en los alrededores y la proliferación de robos. General Paz es uno de los barrios de Córdoba más azotados por la inseguridad.
Quién podría desentenderse de una obra urbana que promete un circuito de atletismo, una pista de skate, una bicisenda para menores y un patio de juego infantil, entre otros espacios para pasar unas horas de distensión.
Sólo falta que se ponga manos a la obra y que el vacío imperante sea cubierto por las máquinas. De otra forma, la mentada “transformación integral” del parque corre el riesgo de seguir empantanada en los vericuetos burocráticos.
Queda como reflexión que el Parque José María Paz no es el único sector de la ciudad que espera una preservación oportuna.