Gran parte de la comunidad cordobesa vive con cierto temor a ser víctima de una estafa. No hay códigos morales ni rubros que queden a salvo del peligro que imponen las bandas de malvivientes dedicadas a incumplir lo pautado con un cliente en una operación comercial de menor o de mayor cuantía.
Nadie está a salvo. Todos podemos ser víctimas de los defraudadores, que en una transacción disfrazada de transparente se pueden llevar, como es habitual escuchar, “los ahorros de toda una vida” o los fondos reunidos en un crédito que llevará muchos años cancelar.
Es importante tomar las precauciones necesarias, porque los timadores están al acecho. La perplejidad social hizo foco en estos días en el escándalo por las presuntas estafas que se atribuyen a Márquez y Asociados. Una megacausa judicial de la que venimos informando en nuestras páginas y que tiene a los principales socios de la empresa y a un contador detenidos en la cárcel de Bouwer.
Huelga repasar los hechos: directivos de Márquez y Asociados están acusados de recaudar los dineros que dejaban los clientes y no entregar la unidad habitacional pautada. Más que el “sueño de la casa propia”, una pesadilla. Otro detalle: en la puerta de la sede hay un cartel que reza: “Tu casa te espera”. Todo resumido en esa frase.
Suman más de 300 las presuntas víctimas que presentan sus denuncias ante el fiscal a cargo de la causa, Enrique Gavier, y otros organismos competentes, entre ellos Defensa del Consumidor de la Provincia de Córdoba.
Y vale poner el acento sobre las referencias del director de esa dependencia, Diego Puente Rosa. En declaraciones que hizo para un informe que publicamos días atrás, el funcionario reveló que la dependencia a su cargo recibe entre 12 mil y 14 mil denuncias de consumidores de todo rubro al año. Es de inferir que se trata de un universo de gente engañada o, directamente, estafada.
A su vez, desde la Cámara Empresarial de Desarrollistas Urbanos recomiendan informarse sobre los antecedentes de la firma que se va a contratar, también sobre si figura en internet y, como un punto crucial, constatar con asesoramiento profesional la forma y los alcances de los contratos de compraventa. Otro detalle para nada nimio es que la compañía esté agrupada a la citada Cámara.
No son tiempos pare relajarse. Los embaucadores se mueven en diversos rubros y con similares modalidades. Ayer publicamos que cayó una banda de estafadores de estructuras de aluminio.
La operatoria consistía en engañar a clientes incautos que se acercaban a comprar aberturas y muebles de aluminio de buena fe, pero jamás les entregaban la mercadería ya abonada.
Otra trama que se suma a la escalada de este tipo de delitos. Es cierto que la Policía logra desbaratar a estos malhechores, aunque algunas llevan años sin ser descubiertos.
Es importante no sólo que actúe la Justicia, sino también que cada familia tome las precauciones del caso. Los estafadores pueden darle un dolor de cabeza.