Es natural para las entidades empresariales adoptar un rol ‘testimonial’, en el sentido de identificar problemas, transmitirlos al sector público y esperar soluciones. A fin de cuentas, las entidades están en contacto directo con los problemas por resolver, y el sector público es el encargado de diseñar y ejecutar las políticas necesarias.
El problema es que resulta imposible para cualquier equipo de funcionarios, aun con alta capacidad técnica, conocer los detalles de cada proceso productivo en cada uno de los diversos sectores que integran la economía. Y se agrega, en Argentina, gran cantidad y enorme complejidad de problemas por resolver. Todo esto conspira contra la eficacia del rol testimonial.
Para incidir sobre la realidad, resulta necesario un rol “propositivo”, entendido como el proceso de definir con precisión cada problema, estudiar con rigurosidad las posibles políticas públicas alternativas capaces de resolverlo, analizar de manera inteligente la intersección entre esas alternativas y la lógica política e ideológica de quien gobierna, y formular propuestas concretas en esa intersección.
Presentar una propuesta pensada con la lógica y los intereses de quien gobierna aumenta sustancialmente la probabilidad de incidencia. Puede parecer obvio una vez formulado, pero es muy fácil caer en la trampa de pretender ganar una discusión o pretender convencer sobre convicciones e intereses propios, en lugar de buscar intereses comunes para lograr resultados concretos.
Este es el enfoque del Centro de Estudios para la Producción Metalúrgica, creado por la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba, con la asistencia técnica de Economic Trends. Con metodología que pone en valor la inteligencia colectiva, están en agenda problemas concretos de índole laboral, previsional y tributaria, cada uno desarrollado en un documento de trabajo que combina la rigurosidad propia de lo académico con la simpleza de un documento de batalla, y que incluye una propuesta concreta de política pública para solucionarlo.
Sobre reforma laboral, las propuestas incluyen modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo, para desincentivar demandas laborales por incapacidad por parte de trabajadores próximos a jubilarse, evitar que incentivos por productividad sean considerados como remuneración habitual por el solo hecho de reiterarse en el tiempo, o evitar que cualquier modificación en condiciones de trabajo sea considerada causal de despido indirecto.
También se prevén cambios a la Ley de Riesgos del Trabajo, para dotar de carácter técnico al comité encargado de definir el baremo de incapacidades, con prohibición de utilizar rangos que incentivan la litigiosidad, y ampliar las posibilidades del autoseguro para generar más competencia en el mercado de ART.
Respecto de la Ley de Asociaciones Sindicales, se propone reducir la cantidad exigida de delegados gremiales, definida en una época que los trabajadores no tenían, en su mayoría, ni siquiera teléfono fijo en su hogar, lo que requería una cantidad de delegados mucho mayor a la necesaria actualmente.
Son propuestas concretas para problemas concretos.
Regímenes especiales
Podría parecer que la detección de problemas a nivel de las empresas sirve para la reforma laboral pero no para la reforma previsional, más vinculada a cálculos actuariales y de impacto fiscal que a cuestiones microeconómicas. Pero no es así.
Es justamente a nivel de las empresas donde se detecta una cuestión muy importante por considerar, vinculada a los denominados ‘regímenes especiales’, es decir, aquellos que permiten edad jubilatoria menor a la del régimen general.
Ocurre que si una actividad, como la de trabajadores en tareas de laminación, acería o fundición, tiene un régimen especial con jubilación a los 55 años, existen dos fuerzas contrapuestas por considerar: por un lado, la conveniencia de subir la edad jubilatoria, para contribuir a equilibrar el sistema con más años de aportes y menos años de haber jubilatorio; por otro lado, la conveniencia de no hacerlo, para evitar mayores costos de ART y mayor incidencia de indemnizaciones por incapacidad debido a una creciente incidencia de enfermedades profesionales.
Lo primero está en la discusión habitual sobre reforma previsional; lo segundo sólo aparece, y puede ser resuelto de manera rigurosa, en cada sector de actividad, con la búsqueda de la edad óptima que considere ambos efectos.
Aspectos tributarios
Algo similar ocurre con cuestiones tributarias, en el sentido de que ciertas cuestiones ‘macro’ ya están en la discusión entre expertos, pero a nivel de empresas surgen muchas cuestiones de detalle, como la complejidad, para una pyme, de administrar el régimen de retenciones en pagos a terceros, la licuación de créditos fiscales y la amortización demasiado lenta de bienes de capital sujetos a rápida obsolescencia tecnológica, entre muchos otros.
Al cumplir su primer año de funcionamiento, nuestro Centro de Estudios viene desarrollando una vertiginosa agenda, con un enfoque propositivo que es consecuencia de un gran sentido de urgencia y responsabilidad ante el enorme desafío de lograr competitividad sin que el ajuste lo hagan los salarios a través de devaluaciones.
Presidente de Economic Trends; director del Centro de Estudios para la Producción Metalúrgica