Lo que sonaba inverosímil y hasta disparatado para algunos hace sólo algunos meses comienza a tomar forma. El radical Rodrigo de Loredo nunca estuvo más cerca que ahora de ser la opción para liderar la boleta provincial que representará al presidente Javier Milei en los comicios legislativos del próximo 26 de octubre.
La posibilidad de un eventual giro político del presidente del bloque de la UCR en Diputados es tema de análisis en el seno del poder libertario. De Loredo figura como plato en el menú de quienes cocinan la estrategia electoral del oficialismo nacional para los principales distritos del país.
Hay quienes aseguran que el cordobés ya tiene el “sí” del asesor presidencial Santiago Caputo, una aprobación que no rechazan Martín Menem ni Eduardo “Lule” Menem, dos de los principales alfiles de Karina Milei, escribana al mando de la lapicera libertaria.
Como buen radical, De Loredo ha tenido zigzagueos en su conducta frente al oficialismo, pero el balance hasta aquí de su comportamiento es más amigable que opositor. El último aporte clave y más valorado fue el encolumnamiento que logró de su bancada para respaldar el DNU presidencial con el que el Gobierno aseguró el trámite de aprobación en el Congreso del nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional.
“Rodrigo cumplió con una veintena de diputados que jugaron como queríamos nosotros en un tema delicado, que era vital para el Gobierno”, aseguran en despachos libertarios.
El vínculo de De Loredo con el Caputo asesor es central en este juego. Se ven o hablan por teléfono todas las semanas. Es una relación que no ha parado de evolucionar. Además, el diputado estructuró en el último tiempo un nexo de mayor confianza con los Menem.
En esos ámbitos libertarios, se admite como opción concreta que el radical lidere una boleta en Córdoba con mayoría de color violeta. Gabriel Bornoroni, jefe de la bancada libertaria, seguirá repitiendo en público que la “pureza” en las listas del “León” no se negocia, pero está al tanto del avance de la opción De Loredo.
“Siempre supo –por Bornoroni– que el martillo lo bajaba Karina desde Buenos Aires. Él tiene a su cargo hacer crecer el partido en la provincia para 2027″, dice un colega que comparte recinto y que también está al tanto de los movimientos libertarios.
A contramano de la conducción nacional partidaria, y recostado en el apoyo de los cinco gobernadores de la UCR, los gestos de De Loredo hacia el presidente Milei fueron muchos en estos 15 meses de convivencia en el Congreso.
Sin ponerse la peluca –como sí hicieron otros cinco correligionarios, entre ellos el jesusmariense Luis Picat–, el excandidato a intendente capitalino de Juntos por el Cambio practicó en la Cámara Baja un equilibrio casi constante. Sólo abandonó esa conducta en temas sensibles, a los que sí se opuso y quedó del lado de los “enemigos” de Las Fuerzas del Cielo: desfinanciamiento a las universidades y rechazo a la actualización de los jubilados. Votó en contra de ambos vetos presidenciales.
El martes último, el radical se esmeró en no incomodar al oficialismo. Se plegó a la fallida estrategia oficialista de intentar que no hubiera cuórum y luego terminó rechazando la creación de la comisión investigadora del urticante caso $Libra, el escándalo financiero con ramificaciones judiciales en el que está involucrado el Presidente.
Cómo, con quiénes
En la cabeza de los libertarios, gana terreno la idea de una lista “combinada”, que incluya a parte de la UCR provincial, individualidades del PRO y el Frente Cívico de Luis Juez. Armar ese rompecabezas será todo un desafío. Sin embargo, el objetivo hoy, a cuatro meses del plazo de cierre de las alianzas, es avanzar en ese sentido. Ni más ni menos que una alianza liderada nacionalmente por La Libertad Avanza, pero con socios locales encabezando la propuesta.
Un desenlace que lo tenga a De Loredo como líder de la opción de Milei y eventuales socios en Córdoba amenaza con provocar un terremoto político en la provincia. A priori, se trata de una opción con una potencialidad que se presume muy fuerte, teniendo en cuenta el nivel de apoyo y adhesión que tiene Milei entre el electorado provincial. Los cálculos más conservadores estiman una cosecha de cuatro bancas. Los más optimistas, seis.
En ese eventual escenario, la polarización con la propuesta del peronismo del gobernador Martín Llaryora sería total.
De concretarse ese pacto político y electoral, hay un puñado de preguntas que emergen naturalmente. Es evidente que el gobernador Martín Llaryora leerá en esa jugada con aprobación mileísta el desafío directo a su liderazgo provincial en 2027. ¿Cómo procesaría el peronismo esa irreverencia? ¿Cambiaría la relación con la Casa Rosada? ¿Podría replicarse en Córdoba la batalla que se está dando en Caba por el liderazgo de ese bastión macrista?

Más interrogantes. ¿Qué pasaría con el vínculo político entre De Loredo y Juez, anotado desde el año pasado otra vez para la contienda por el Panal?
Menos importante para la mayoría, pero determinante para el universo radical: la posibilidad de cualquier acuerdo con los libertarios es fuertemente resistida por sectores internos. ¿Podrá Marcos Ferrer, presidente de la UCR provincial, hacer “pasar” por el partido un acuerdo con el oficialismo nacional? El intendente de Río Tercero y principal socio de De Loredo dice que sí. Cerca de él, repiten una frase: “Tenemos que ir a fondo si lo más competitivo es ir con La Libertad Avanza. Es la única manera de quedar bien parados para 2027. El objetivo final es el poder provincial”.

En la hipotética lista de acuerdo del oficialismo nacional, se menciona a la bullrichista Laura Rodríguez Machado como número 2. ¿Mauricio Macri se queda afuera? Al tercer casillero se lo reservarían los libertarios para un “puro”. ¿Es cierto que en Buenos Aires piensan el número 4 para una mujer juecista y así calmar en parte el descontento que muy probablemente genere en el senador Juez la movida? ¿Aceptaría Juez ser parte de una jugada para que De Loredo quede plantado como opción competitiva para 2027? ¿Tiene chances de resignar un diputado que hoy no tiene en el Congreso? Son preguntas inquietantes, para las que todavía no hay respuestas.
En plena reconfiguración del plan económico de Milei –con un nuevo acuerdo con el FMI como telón de fondo– y en medio del tsunami internacional desatado por la guerra arancelaria iniciada por Donald Trump contra China y otras potencias, la política cordobesa comienza a mostrar movimientos de alto voltaje que amenazan con trastocar el tablero tal como lo conocemos.