CIUDAD DE PANAMÁ (AP) — La transnacional bananera Chiquita anunció el lunes la suspensión de una parte de su producción de la fruta en una provincia del noroeste de Panamá debido a una huelga de trabajadores a nivel nacional contra una reforma a las pensiones que entraba en su tercera semana.
La compañía aseguró en un comunicado que la paralización ha afectado a las plantaciones bananeras y que por ese motivo decidió el cese de las operaciones de cultivo y embarque en al menos tres fincas en la provincia de Bocas del Toro, limítrofe con Costa Rica.
No detallaron cuántas hectáreas de cultivo de la fruta representan esas tres fincas ni el número de trabajadores que quedarían cesantes con la suspensión. De acuerdo con datos ofrecidos por el gobierno el año pasado, Chiquita opera 5.000 hectáreas de banano en Panamá —principalmente en Bocas del Toro—, genera alrededor de 6.000 empleos directos y es el principal exportador de productos panameños.
La empresa indicó el viernes que ya sumaban más de 900.000 cajas de banano que no se habían podido exportar debido a la huelga y que las pérdidas superaban los 10 millones de dólares. Instó a los trabajadores a retomar la actividad en las fincas.
Los empleados bananeros respaldan la huelga decretada por el poderoso sindicato de la industria de la construcción, los maestros y sectores de la salud desde el 28 de abril para exigir la derogación de una reforma a las pensiones aprobada por la Legislatura y sancionada por el Ejecutivo en marzo.
Aunque la reforma no tocó las edades para optar por las pensiones —57 para las mujeres y 62 para los hombres—, los gremios en huelga sostienen que los cambios van a desmejorarlas en el futuro. El presidente paameño, José Raúl Mulino, dijo la semana pasada que no dialogará sobre ese tema y que la reforma ya está vigente a pesar de las protestas.