BOGOTÁ (AP) — “Mi aspiración de justicia ha muerto”. Con esa afirmación, la periodista colombiana Jineth Bedoya informó el lunes que desiste del proceso judicial que cursa en Colombia hace 25 años, luego de ser secuestrada y abusada sexualmente en las afueras de una cárcel cuando ejercía su labor periodística.
Se trata de un caso emblemático en el país, debido a que en 2021 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) encontró al Estado de Colombia responsable por el secuestro y la tortura de Bedoya, quien fue la primera víctima en llevar a este tribunal un caso de violencia sexual cometido en Colombia.
“Desisto del proceso judicial que se sigue por mi caso en Colombia y dejo constancia ante la comunidad internacional que mi caso está y quedará en la impunidad”, declaró en una carta fechada el lunes y dirigida a la fiscalía colombiana y a la Corte IDH.
El 25 de mayo del año 2000, Bedoya fue raptada en la puerta de la cárcel La Modelo de Bogotá, donde investigaba una masacre cometida días antes dentro de la cárcel. Fue torturada y abusada sexualmente por un grupo de hombres que buscaban silenciar sus denuncias. Horas después, los captores la abandonaron moribunda en una carretera desolada.
“Desisto porque no quiero seguir alimentando erróneamente la ilusión de que ‘algún día pasará algo’ y en el entre tanto seguir dejando de lado mi derecho a vivir”, aseguró Bedoya. “Ya me quitaron todo, ¿qué más quieren que les dé?”.
La Fundación para la Libertad de Prensa (FIP), que representa jurídicamente a Bedoya, explicó en una rueda de prensa que hubo "negligencia" y un "retroceso" en el proceso judicial desde que se enteraron en 2024 que estaba prófugo de la justicia Jesús Emiro Pereira Rivera, alias "Huevo de Pisca", quien fue condenado a 40 años por los crímenes contra la periodista.
“La Fiscalía se ha limitado a informar que Jesús Emiro fue liberado por una decisión de un magistrado de la sala de Justicia y Paz del tribunal superior, y aunque esa orden fue revocada, desconocen su paradero”, señaló la FIP.
En el caso de Bedoya han sido condenados también otros dos paramilitares a pagar entre 11 y 40 años de prisión. Otras personas han sido mencionadas en la investigación, pero no vinculadas. Mientras que no hay ningún autor intelectual sentenciado.
Para Bedoya, el sistema de justicia de Colombia “no fue diligente ni tuvo la capacidad de resolver un proceso”.
En 2021, la Corte IDH ordenó al Estado colombiano reparar a Bedoya continuando con las investigaciones que permitieran determinar a los responsables.
Como parte de la reparación estatal en el caso de Bedoya, fue expedida una ley el año pasado para crear el Fondo “No es hora de callar” que busca proteger y asistir a las mujeres periodistas víctimas de violencia de género. También se instaló un mural en la cárcel La Modelo inspirado en el caso de Bedoya.
“Mi justicia hoy es dejarles un legado a las periodistas y a las mujeres de mi país”, afirmó Bedoya en la carta de desistimiento.