WASHINGTON (AP) — Los dos principales líderes militares de Estados Unidos se dirigen a Tel Aviv para asesorar al gobierno israelí sobre cómo pasar de las grandes operaciones de combate contra Hamás en Gaza a una campaña más limitada y evitar una guerra regional más amplia. Su viaje tiene lugar mientras combatientes respaldados por Irán lanzaron el sábado una oleada de drones contra buques en el mar Rojo y dijeron que continuarían hasta que terminara la “agresión” de Israel.
El destructor USS Carney “se enfrentó con éxito” a 14 drones de ataque unidireccional lanzados desde zonas de Yemen controladas por los hutíes, informó el Mando Central de Estados Unidos en un comunicado. Reino Unido informó que un destructor de la Marina Real británica derribó otro dron que tenía como objetivo buques comerciales.
Se trata del último de una serie de ataques que amenazan a buques comerciales y de la Armada de Estados Unidos en el mar Rojo, los cuales han aumentado después de que Israel intensificara su respuesta al ataque de Hamás del 7 de octubre. Israel está profundamente dolido por el ataque más mortífero jamás perpetrado dentro de sus fronteras y ha prometido que su ofensiva no cesará hasta destruir a Hamás.
Los líderes de defensa de Estados Unidos esperan evitar el riesgo de un conflicto regional más amplio, tanto mediante una presencia militar estadounidense sostenida y de alto nivel como dialogando con los israelíes para conseguir que dejen atrás la campaña de bombardeos masivos.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el jefe e del Estado Mayor Conjunto, general CQ Brown, que se dirigen a Israel, desempeñaron funciones de liderazgo cuando las fuerzas aéreas y terrestres de Estados Unidos pasaron de operaciones de combate de gran envergadura a operaciones antiterroristas de menor intensidad en Irak y Afganistán. Pero no está claro hasta qué punto sus consejos sobre las lecciones aprendidas permearán en el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Su viaje pone de relieve los crecientes esfuerzos del gobierno Biden por convencer a Israel de que debe reducir su ofensiva, que ha arrasado gran parte de la región norte de la Franja de Gaza, desplazado a millones de personas y matado a más de 18.700 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza.
La ofensiva israelí se ha complicado por la densa población urbana y la red de túneles de Hamás, y se acusa a los combatientes palestinos de utilizar a los civiles como “escudos humanos.” La prolongada intensidad de la campaña israelí ha llevado al presidente Joe Biden a advertir que Israel está perdiendo apoyo internacional debido a sus “bombardeos indiscriminados”.
Funcionarios estadounidenses llevan varias semanas diciendo a Israel que se le acaba el tiempo para concluir sus operaciones de combate de gran envergadura en Gaza sin arriesgarse a perder aún más apoyo.
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El periodista de The Associated Press Sam Magdy en El Cairo contribuyó a este despacho.
