ROCHESTER, Nueva York, EE.UU. (AP) — En 2020, luego de los feroces incendios forestales que azotaron el sur de California, Jasmin Singer y su esposa, Moore Rhys, decidieron que habían tenido suficiente de Los Ángeles. Empacaron sus maletas y se mudaron al estado de Nueva York.
Debatieron entre Ithaca y Ginebra hasta que finalmente eligieron Rochester, a unas seis horas en auto al noroeste de la ciudad de Nueva York. Rochester ganó en parte debido a un clima más estable y políticas progresistas destinadas a combatir el cambio climático, causado por la quema de combustibles como la gasolina y el carbón.
"Estábamos un poco obsesionadas con el clima", dijo Singer sobre la elección de Rochester.
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NOTA DEL EDITOR: Esta historia es una colaboración entre The Associated Press y el Instituto de Tecnología de Rochester.
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Rochester, una de las primeras ciudades en auge de Estados Unidos y un antiguo centro de manufactura, ha captado la atención de algunas personas que buscan escapar de eventos climáticos extremos. Otros centros urbanos industriales de mediados de siglo, como Buffalo, a una hora en auto de Rochester, y Duluth, en Minnesota, han ganado atención en los últimos años por ser conocidos como refugios climáticos. Esto se debe a que es menos probable que experimenten eventos impulsados y exacerbados por el cambio climático, como sequías, huracanes e incendios forestales.
Lejos de las costas, ciudades como Rochester, Buffalo y Duluth no enfrentan huracanes ni marejadas ciclónicas. Al mismo tiempo, están conectadas a grandes lagos, lo que les proporciona un suministro de agua abundante y ayuda a aislarse de los impactos de la sequía.
Aun así, aunque abundan las anécdotas de personas que se mudan a estas ciudades por razones climáticas, todavía no hay pruebas de un gran cambio demográfico.
"No ha habido una señal clara de que las personas estén mudándose a regiones (amigables) con el clima, o regiones con un recurso hídrico abundante", dijo Alex de Sherbinin, director e investigador principal del Centro de Información del Sistema Terrestre Integrado de la Universidad de Columbia.
Se prevé que eso cambie en las próximas décadas, debido a que el clima será cada vez más un factor que impulse la migración. Ya lo es en muchos lugares del mundo, particularmente en naciones en vías de desarrollo que carecen de la infraestructura y los recursos para resistir los impactos climáticos. Cada año, los desastres naturales obligan a más de 21 millones de personas a abandonar sus hogares, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Originaria de Nueva Jersey, Singer dijo que Rochester también le atrajo por varias razones, aunque nunca había visitado la ciudad antes de mudarse, entre ellas: La vivienda asequible, su avance hacia el aumento del uso de energía renovable y la proximidad a las ciudades costeras del este.
También era importante estar en un lugar culturalmente diverso y amigable hacia las personas de la comunidad LGBTQ, dijo Singer.
Para Jon Randall, los incendios forestales que afectaron el área de la bahía de San Francisco en 2022 lo llevaron a dejar California.
"Durante seis semanas no podías salir", dijo Randall sobre los incendios, agregando que él y su esposa buscaron en internet posibles lugares para vivir y jubilarse. Eligieron Rochester, en parte para estar más cerca de sus familiares que viven en Long Island, de donde es originario.
La temperatura promedio anual en Rochester, que tiene 200.000 habitantes, ronda los 10 grados Celsius (50 grados Fahrenheit), y es más cálida en verano y más fría en invierno. La ciudad alberga la Universidad de Rochester, una institución privada de investigación, y el Instituto de Tecnología de Rochester, que se encuentra en los suburbios del suroeste. Rochester también es conocida por sus "platos basura": papas fritas cubiertas con carne de hamburguesa y frijoles horneados, un alimento reconfortante favorito entre los locales.
La ciudad ha adoptado varios planes climáticos progresistas en los últimos años, incluida una iniciativa para reducir las emisiones de carbono en un 40% para 2030. Es parte de un impulso estatal para construir infraestructura más limpia, como la expansión de su red de carga de vehículos eléctricos. En 2019, la ciudad lanzó una iniciativa que otorga hasta 9.000 dólares a los nuevos residentes que compren una vivienda.
Los estudios han encontrado que las personas rara vez eligen dónde mudarse basándose únicamente en razones climáticas. También consideran otros factores como la asequibilidad, los lazos familiares y las oportunidades laborales.
Las personas se mudan a donde creen que pueden mantener una cierta calidad de vida, y Rochester, con sus recursos de agua dulce, puede ser un destino más atractivo en comparación con otras ciudades, explicó de Sherbinin.
Duluth ganó una reputación amigable con el clima después de encargar un paquete de desarrollo económico para atraer a nuevos residentes en 2019. Ese mismo año, el alcalde de Buffalo, Byron Brown, llamó a la ciudad un "refugio climático" en un discurso.
No se han hecho tales proclamaciones por parte de funcionarios locales recientemente, incluyendo en Rochester. La oficina del alcalde Malik Evans no respondió a llamadas telefónicas y correos electrónicos solicitando comentarios para esta historia.
Rochester ha dado la bienvenida a un aumento constante de latinos en los últimos años. Hoy en día, 61.000 residentes del condado de Monroe, el más poblado en el área metropolitana de Rochester, se identifican como latinos o hispanos, y un 70% como puertorriqueños, según un informe de 2019 del Centro de Investigación Gubernamental, una firma consultora con sede en Rochester.
Arelis Gomez se mudó a Rochester en 2016 desde Puerto Rico en busca de oportunidades laborales y una mejor educación para sus hijos, siguiendo a su hermano que se había mudado a la ciudad de Nueva York unos años antes.
Arelis Ayala, su madre, siguió a su hija en 2019, finalmente haciendo el cambio después de querer irse desde el paso del huracán Jorge en 1998, que azotó muchas partes del Caribe, incluyendo Puerto Rico.
"Fue una decisión realmente difícil", dijo Ayala sobre su mudanza para estar más cerca de su hija. Ayala y su hija esperan eventualmente traer al resto de la familia a Rochester.
Jonathan Gonzalez y su entonces esposa embarazada se mudaron a Rochester después de que otra gran tormenta, el huracán María, azotara Puerto Rico en 2017.
"Era bastante difícil vivir en Puerto Rico en esos días", dijo Gonzalez, agregando que todo, incluidos los hospitales, estaban cerrados debido a la falta de electricidad.
Su madre ya tenía una casa en Rochester, lo que hizo que fuera un lugar natural para ir. Empezar de nuevo fue difícil, aunque Gonzalez se siente en casa ahora.
"Amo Rochester", afirmó.
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Toni Duncan trabaja para el Instituto de Tecnología de Rochester.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
