Los fuegos artificiales explotaron desde el techo. El humo rojo llenó el aire. Los familiares aplaudieron mientras los jugadores, uno por uno, levantaban el trofeo.
Sin embargo, las celebraciones de Liverpool por el título de la Liga Premier en 2020 difícilmente podrían describirse como una fiesta. Por un lado, no se permitió la entrada de aficionados a un Anfield mayormente vacío para presenciarlo debido a las restricciones vigentes durante la pandemia.
Cinco años después, todo será muy diferente.
Liverpool está nuevamente listo para ser coronado como campeón de Inglaterra y, esta vez, su histórico estadio estará lleno, tanto dentro como, sin duda, en los pasillos y carreteras exteriores, de seguidores listos para conmemorar el logro del equipo.
Nada más se necesita un punto contra Tottenham el domingo para que Liverpool gane la liga.
En 2020, asegurar el título puso fin a una sequía de 30 años. En 2025, marcará otro hito significativo: igualar el récord de su acérrimo rival Manchester United de 20 campeonatos de la máxima categoría inglesa.
Se espera que el festejo continúe por un tiempo, también. Los aficionados del Liverpool han estado esperando esto.
Mientras el coronavirus arrasaba en 2020, se les prohibió la entrada a Anfield mientras Jordan Henderson hacía lo que ningún capitán del Liverpool había hecho desde 1990: levantar el trofeo de la liga. La intervención tardía del gobierno aseguró que los jugadores al menos tuvieran algunos miembros de la familia dentro del estadio. Los pocos seleccionados que recibieron invitaciones tuvieron que usar mascarillas.
Algunos aficionados hicieron sentir su presencia al encender fuegos artificiales en las calles cercanas, pero no era lo que imaginaban que sería una fiesta de título.
Sumar ante los Spurs le dará a Liverpool el título con cuatro partidos por jugar, asegurando una ventaja inalcanzable sobre Arsenal, ocupante de la segunda plaza.
Para Arne Slot, será un título de la Premier en su primera temporada en el fútbol inglés. Apenas cuatro entrenadores —José Mourinho, Carlo Ancelotti, Manuel Pellegrini y Antonio Conte— lo han logrado.
Y habrá una gran sensación de satisfacción al terminar con la hegemonía de cuatro años del Manchester City, cuyo derrumbe esta temporada ha permitido a Liverpool llenar el vacío.
Los Reds lo han hecho de manera impresionante, perdiendo sólo dos veces —ante Nottingham Forest y Fulham— y acumulando 24 victorias en 33 partidos.
Cuando el United selló el título número 20 en 2013 para superar por dos al Liverpool, parecía que esa brecha solo se ampliaría. Después de todo, Liverpool terminó en el séptimo lugar esa temporada.
En cambio, el United ha retrocedido en la era post Alex Ferguson —el equipo está en el puesto 14 en la Premier— y Liverpool ha recuperado su estatus como un gigante inglés y europeo, primero bajo Jurgen Klopp y luego bajo su sucesor, Slot.
Es Liverpool quien podría despegarse ahora, especialmente con el City necesitando reconstruirse, el actual Arsenal aún por demostrar que puede ganar un trofeo importante con Mikel Arteta, y el United en crisis.
Liverpool celebrará este título de manera prolongada e intensa, pero sabe que esto puede ser solo el comienzo de un período de éxito.
Para cuando Liverpool intente asegurar la Premier, se conocerán los finalistas de la FA Cup.
Horas antes el domingo, el Man City se enfrentará al Forest en la segunda semifinal en el estadio de Wembley. El sábado, Aston Villa se medirá Crystal Palace.
De los cuatro semifinalistas, únicamente el City ha ganado un trofeo este siglo. La última corona del Forest fue la Copa de la Liga Inglesa en 1990, la del Villa fue en 1996 (también la Copa de la Liga), mientras que el Palace —finalista derrotado de la Copa FA en 1990 y 2016— nunca ha ganado un trofeo importante.
Ipswich está listo para convertirse en el tercer y último equipo en descender, uniéndose a Southampton y Leicester de regreso en el Championship.
Ipswich —en el antepenúltimo— está a 15 puntos de la salvación con cinco partiudos restantes, por lo que es una cuestión de cuándo, no de si.
Incluso vencer al Newcastle fuera de casa el sábado —lo cual es poco probable en sí mismo— podría no ser suficiente, con un Wolverhampton, cuarto desde el fondo en casa contra Leicester ese día y necesitando un punto para asegurar la permanencia.
Si Ipswich desciende, significa que los tres equipos ascendidos habrán descendido por segunda temporada consecutiva.
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