MELBOURNE, Australia (AP) — Los australianos votaban el sábado en las elecciones generales mientras el primer ministro, Anthony Albanese, y su rival Peter Dutton concluían la campaña en la costa este del país.
La votación continuará hasta las seis de la tarde
Tanto Albanese como Dutton, el líder de la oposición, empezaron la jornada del sábado en la ciudad de Melbourne, que es crucial para las elecciones. Albanese regresó a su casa en Sydney para votar y Dutton puso rumbo a su ciudad natal, Brisbane.
La política energética y la inflación han sido temas importantes durante la campaña y ambas partes coinciden en que el país enfrenta una crisis del costo de vida.
El conservador Partido Liberal de Dutton culpa al despilfarro del gobierno de alimentar la inflación y aumentar las tasas de interés, y se ha comprometido a eliminar más de uno de cada cinco empleos en el sector público para reducir el gasto gubernamental.
Aunque ambos políticos sostienen que el país debería alcanzar la neutralidad en las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050, Dutton defiende que depender más de la energía nuclear en lugar de renovables como la solar y la eólica supondría tener una electricidad menos cara.
El Partido Laborista ha apodado al líder de la oposición “DOGE-y Dutton” y acusó a su formación de imitar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y a su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés).
Los laboristas afirman que un gobierno de Dutton recortaría servicios para pagar sus ambiciones nucleares.
“Hemos visto el intento de implementar una política al estilo estadounidense aquí, de dividir y de enfrentar a los australianos entre sí, y creo que eso no es el estilo australiano”, dijo Albanese.
El primer ministro señaló además que, desde la llegada de su partido el poder en 2022, su gobierno mejoró la relación con China, lo que eliminó una serie de barreras comerciales —oficiales y no oficiales— que costaban a los exportadores australianos 20.000 millones de dólares australianos (13.000 millones de dólares) al año.
Dutton quiere convertirse en el primer líder que derroca un gobierno en su primer mandato desde 1931, cuando los australianos seguían sufriendo las consecuencias de la Gran Depresión.
Preguntado por si creía que su coalición conservadora podría ganar los comicios, Dutton dijo a reporteros en Melbourne: “Por supuesto que sí".
“Estoy seguro de que los australianos han visto que es un mal gobierno y estoy seguro de que los australianos no pueden permitirse tres años más de lo que han experimentado y hay muchas familias que realmente lo están pasando muy mal en este momento”, afirmó Dutton después de depositar su boleta en una escuela en Brisbane.
Albanese se mostró cauto acerca de las posibilidades del Partido Laborista de lograr un segundo mandato de tres años.
“No damos absolutamente nada por sentado hasta que se conozcan los resultados”, apuntó.
Si gana, se convertirá en el primer primer ministro australiano que gana elecciones sucesivas en 21 años.
Las elecciones se celebran en un contexto que ambas tendencias políticas describen como una crisis del costo de la vida.
Foodbank Australia, la organización benéfica de ayuda alimentaria más grande de Australia, reportó que 3,4 millones de hogares en la nación de 27 millones de habitantes experimentaron inseguridad alimentaria el año pasado.
Esto supone que los australianos se saltaban comidas, comían menos o estaban preocupados por quedarse sin alimentos antes de poder permitirse comprar más.
El banco central redujo en febrero la tasa de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual hasta el 4,1% como indicativo de que lo peor de los problemas financieros ha pasado. Se espera que vuelva a reducirse de nuevo en la próxima reunión de la junta de la institución el 20 de mayo debido a la incertidumbre económica internacional generada por las políticas arancelarias de Trump.
Ambas campañas se han enfocado en los cambios demográficos en el país: son los primeros comicios en los que los llamados “baby boomers” —nacidos entre el final de la Segunda Guerra Mundial y 1964—, son superados en número por electores más jóvenes.
Los dos partidos prometieron políticas para ayudar a los compradores a adquirir una primera vivienda en un mercado inmobiliario que es demasiado caro para muchos.
Al inicio de la campaña electoral, el Partido Laborista tenía una estrecha mayoría con 78 de los 151 escaños de la Cámara de Representantes, la cámara baja del país. El próximo parlamento contará con 150 diputados debido a redistribuciones.
La alianza conservadora de Dutton, conocida como Coalición Liberal-Nacional, tenía 53 escaños en la última legislatura, y un récord de 19 legisladores no estaban alineados ni con el gobierno ni con la oposición.
Zareh Ghazarian, politólogo de la Universidad de Monash, señaló que los principales partidos han obtenido una proporción menor de los votos en cada elección en las últimas décadas, lo que beneficia a los candidatos independientes y a aquellos que representan a formaciones minoritarias.
Si esta tendencia, que fue evidente en los comicios de 2022, continúa el sábado, el resultado podría ser un inusual gobierno en minoría.
Austalia ha tenido gobiernos en minoría durante la Segunda Guerra Mundial y tras las elecciones de 2010.
“Estas elecciones van a ser una verdadera prueba de si lo que vimos en 2022 es un signo de lo que vendrá, o si las elecciones de 2022 fueron solo un fenónmeno puntual", señaló Ghazarian.
Los candidatos no suelen reconocer la derrota y reclamar la victoria el día de las elecciones. Pero la última vez que ninguno de los partidos obtuvo una mayoría, pasaron 17 días desde el cierre de las urnas hasta que los legisladores independientes clave anunciaron que apoyarían una administración laborista.
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La periodista de The Associated Press Charlotte Graham-McLay en Wellington, Nueva Zelanda, contribuyó a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.