LIMA. La ex primera dama peruana Nadine Heredia y su hijo menor viajaron el miércoles a Brasil tras recibir asilo en ese país después de que ella y su esposo, el expresidente Ollanta Humala, fueron sentenciados a 15 años de prisión por lavado de activos de la constructora brasileña Odebrecht.
“A las cuatro de la madrugada (0900GMT) partió un avión oficial que ha enviado el gobierno brasileño para ejecutar esa decisión de ambos Estados y ya se encuentra en ruta hacia Brasil. El traslado se ha materializado”, dijo a la radio peruana RPP Julio Espinoza, abogado defensor de Heredia. “Esperamos que en las próximas horas arriben a Brasil”, añadió.
The Associated Press consultó sobre la partida de Heredia a la cancillería peruana, pero no obtuvo una respuesta de inmediato.
Perú otorgó el martes salvoconductos para que Heredia, de 48 años, y su hijo Samir Humala, de 14, viajen a Brasil luego de que un tribunal condenó a la pareja y ordenó su traslado inmediato a prisión. La condena para ambos finaliza el 28 de julio de 2039.
El expresidente Humala, a la cárcel
Humala, quien asistió a la audiencia, fue enviado a una cárcel para expresidentes y su esposa, que no asistió al tribunal, se refugió en la embajada brasileña junto a su hijo.
La cancillería peruana informó la noche del martes en un comunicado que Brasil le había otorgado el asilo diplomático a Heredia y a su hijo en aplicación de una convención sobre asilo de 1954 de la que ambos Estados son parte. Añadió que Brasil “solicitó la salida de los asilados” invocando artículos de esa convención.
Wilfredo Pedraza, abogado de Humala, indicó la víspera a AP que Heredia y su hijo saldrían de Lima a bordo de un avión de la Fuerza Aérea brasileña.
Según el fallo de la Corte Superior Nacional de Perú, Humala y Heredia recibieron cerca de tres millones de dólares en aportes ilegales para las campañas presidenciales de 2006 y 2011 por parte de Odebrecht y del gobierno del entonces presidente venezolano Hugo Chávez (1999-2013).
El hermano de Heredia, Ilán Heredia, también fue condenado a 12 años de cárcel por lavado de activos.
Humala, un militar retirado del Ejército de 62 años, llegó al poder en 2011 tras vencer en segunda vuelta a la política derechista Keiko Fujimori.
La pareja estuvo presa de forma preventiva entre 2017 y 2018 por pedido de la fiscalía para evitar una fuga pese a que ambos siempre asistieron a las audiencias.
No es la primera solicitud de asilo en tiempos recientes. En 2018, el expresidente Alan García (1985-1990 y 2006-2011), entonces investigado por presuntos sobornos de Odebrecht, lo pidió sin éxito tras permanecer por más de dos semanas en la embajada de Uruguay.
Sí tuvo suerte Lilia Paredes, esposa del expresidente Pedro Castillo (2021-2022), quien ingresó a la embajada de México el 7 de diciembre de 2022 junto a sus dos hijos, con quienes abandonó Perú dos semanas después. Castillo fue detenido ese mismo día tras intentar disolver el Congreso.
Humala es el tercer exmandatario peruano condenado a prisión en casi dos décadas luego de que en 2024 Alejandro Toledo (2001-2006) fue sentenciado a 20 años y seis meses por corrupción y lavado de activos por recibir dinero de Odebrecht y el fallecido Alberto Fujimori (1990-2000) recibiera en 2009 tres sentencias por corrupción y otra adicional como autor intelectual de 25 asesinatos.
Heredia es la primera esposa de un mandatario peruano en ser condenada. Ambos tienen tres hijos de 23, 21 y 14 años.
Odebrecht admitió en 2016 que pagó millonarios sobornos a políticos de casi toda Latinoamérica a cambio de obtener obras públicas. Las primeras investigaciones fiscales contra Humala empezaron en 2015, un año antes de que Odebrecht comenzara a delatar a políticos de todo el continente.
La mayoría de los presidentes que gobernaron Perú desde 2001 tienen cuentas pendientes con la justicia por sus nexos con la constructora brasileña.
Toledo está preso cumpliendo una sentencia, el expresidente Pedro Pablo Kuczynski está bajo prisión domiciliaria y García se suicidó en 2019 minutos antes de ser detenido por una orden fiscal mientras era investigado por los presuntos sobornos recibidos de Odebrecht.
Castillo también está preso de forma preventiva por tres años mientras es procesado por rebelión e investigado por presunta corrupción.
Desde la noche del martes Toledo, Castillo y Humala comparten la misma cárcel construida en 2007 para recluir a expresidentes sentenciados y donde permaneció Fujimori hasta fines de 2023, cuando salió. Murió 10 meses después en libertad.
___
El corresponsal de AP Mauricio Savarese contribuyó con este despacho desde Sao Paulo.