Si tenemos que viajar al exterior o pagar consumos con tarjeta superiores a 300 dólares, ¿conviene abonar con divisas o con pesos? La disyuntiva se presenta luego de que se encarecieron estos gastos con una percepción del 25% que termina duplicando el tipo de cambio oficial.
El planteo es relevante siempre que los dólares financieros (MEP o Bolsa) o el blue estén por debajo de este nuevo tipo de cambio que se conoce como “dólar Qatar”. Este incluye el impuesto País del 30% y las dos percepciones a cuenta de impuestos: de 45% y de 25%.
El nuevo recargo se aplica a consumos con tarjeta que superen los 300 dólares por mes y a viajes al exterior de cualquier monto, siempre que se paguen con pesos.
Si los gastos se abonan en dólares, el tipo de cambio es menor (a la cotización actual), pero no tiene ninguno de esos impuestos y percepciones que, eventualmente, se podrían recuperar.
Como pagar las vacaciones
Para analizar cómo conviene pagar, los tributaristas del estudio Castillo y Asociados plantearon un ejemplo con distintas situaciones. “Hay que ver caso por caso”, advirtió Luciano Brunotto, durante el seminario mensual que realizan para sus clientes.
Entre otras cuestiones, se deben analizar las condiciones de la persona, qué posibilidad tiene de computar esa percepción contra otros impuestos (Ganancias o Bienes Personales), pedir su devolución, las restricciones que tengan para acceder a los dólares financieros o la disponibilidad de divisas en su cuenta.
Algo de gran relevancia es en qué momento se paga el viaje. “No es lo mismo un consumo que se haga antes de fin de año que otro que se realice con posterioridad, a partir de enero”, explicó.
Es que la percepción recién se recupera al año calendario siguiente. Los empleados que pagan Ganancias y completen el Siradig, recibirán el 45% entre abril y mayo; los autónomos o quienes tributan Bienes Personales, en junio o julio con las declaraciones juradas anuales, y quienes no pagan ningún impuesto pueden pedir su devolución y la recibirán aproximadamente en octubre.
Algunos números
Brunotto ejemplificó el tema con un viaje al exterior que cueste U$S 5 mil, con una cotización del dólar oficial de $ 162,22 y del dólar MEP a $ 292,28.
En este caso, si la persona paga con pesos, deberá abonar el 100% de recargo en impuestos. Así, le costaría $ 1.622.200, con un tipo de cambio (“dólar Qatar”) a $ 324,44.
En cambio, si compra dólar MEP y cancela el consumo con esos dólares, el viaje le costaría $ 1.461.400.
“A priori, pareciera que tiene un ahorro del 10%. Esto sería así si la persona no pudiera recuperar nada de los créditos impositivos que implican las percepciones. Si así fuera, abonar con dólares sería la mejor opción”, dijo el tributarista.
Pero ¿qué pasa si pueden recuperar percepciones? Habría que analizar su situación particular y el tiempo que demora ese recupero.
Para esto, el gasto total en pesos se desglosa en los distintos componentes: el monto correspondiente al dólar oficial ($ 811.100), el impuesto Pais del 30% ($ 243.330) que no se recupera, y las dos percepciones de 45% ($ 364.995) y de 25% ($ 202.775).
Si se pudiera computar el 70% de estas dos últimas percepciones ahora, en el mismo momento que se paga, el ahorro final sería de $ 567.770 y el costo por dólar rondaría los $ 210,89. Pero esto no es así, ya que ese crédito fiscal se podrá computar dentro de ocho meses, por lo menos.
Aquí, entonces, cobra relevancia el momento del gasto.
Si se realizó antes de fin de año (por ejemplo, en noviembre de 2022) y se supone que se puede computar la percepción en julio del año siguiente (en la declaración jurada anual), con una inflación similar a la actual se perdería un 40% del valor. En este caso, el costo total sería de $ 1.279.136, con el tipo de cambio implícito a $ 256.
En esta opción, sigue conviniendo pagar en pesos con el 100% de recargo y luego recuperar una parte.
En cambio, si el consumo se realiza a principios de 2023, el contribuyente deberá esperar unos 18 meses para recuperar las percepciones. Proyectando la misma inflación de hoy, la pérdida de poder adquisitivo rondaría un 68% y el costo total sería de $ 1.440.000, con un dólar a $ 288.
“Este es un valor muy similar al dólar MEP y casi que es indiferente, en este último caso, pagar de una u otra manera”, concluyó Brunotto.
En la práctica, pueden existir diversas variantes de esos casos. Una parte de las percepciones podrían recuperarse antes; otras después, o bien no recibirla nunca. Cada situación habrá que verla en particular y teniendo en cuenta la cotización del MEP (o el blue) en comparación con el dólar Qatar de cada momento.
