Con un siglo de trayectoria en la producción de papel en Argentina, Celulosa informó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que paralizó dos plantas de producción, en el marco de una fuerte reestructuración de su deuda, que empezó a afectar al “capital de trabajo”, es decir al abono del salario de sus empleados.
La compañía debió frenar la actividad sus plantas en Zárate, provincia de Buenos Aires, y Capitán Bermúdez, en Santa Fe.
“Esta situación obedece al marcado deterioro del capital de trabajo, como consecuencia del complejo contexto que atraviesa la Empresa”, explicó en el comunicado a la CNV.
Con una deuda en torno a los U$S 128 millones, Celulosa está entre las compañías que en este momento está renegociando pasivos, como Petrolera Aconcagua Energía (Paesa), Los Grobo, Surcos y Gemsa.
Celulosa es una compañía con integración vertical, que incluye desde el negocio forestal hasta la producción, venta y distribución de papel y otros productos de alto valor agregado.
Según trascendió en la prensa porteña, Celulosa estaría buscando un “socio o inversor”, que permita reposicionar a la empresa en el nuevo contexto económico, con aporte capital.
En este sentido, el comunicado a la CNV advierte que en las plantas, por ahora, sólo se realizan “tareas de mantenimiento menor, con el personal propio que no ha tomado vacaciones”.
Desde abril, el grupo viene advirtiendo sobre la delicado situación financiera. Actualmente, está controlada por Tapebicuá Investment Company, grupo integrado por los empresarios José Urtubey (hermano del exgobernador salteño Juan Manuel Urtubey), Juan Collado y Douglas Albrecht.