Petrolera Aconcagua Energía (Paesa) anunció en las últimas horas que no pagará los intereses de un bono en dólares que vencían este martes, entrando así en cesación de pagos.
La compañía argumentó que las “condiciones desafiantes del mercado de capitales” impidieron el acceso a fuentes de refinanciamiento, un problema que ya afecta a otras firmas en el país.
La decisión de Aconcagua Energía se da luego de un intento fallido en mayo por conseguir 250 millones de dólares en los mercados internacionales, específicamente en Nueva York.
La empresa tuvo que cancelar la emisión de deuda porque la tasa de interés solicitada superaba el 12% anual, una cifra considerada “impagable” frente al 10% que esperaban obtener.
Javier Basso, director financiero y accionista de la petrolera junto a Diego Trabucco (ambos ex YPF que crearon la empresa en 2016), informó a la Comisión de Valores que la compañía impulsará un “proceso integral de reestructuración de su deuda financiera”.
Aconcagua Energía atribuyó el fracaso de su colocación de deuda a varios factores, entre los que mencionó que era su primera incursión en los mercados internacionales.
Además dijo que la coyuntura coincidió con colocaciones de compañías con mayor trayectoria y calificación crediticia.
También apuntó que el impacto de los incumplimientos financieros que ya se venían registrando en el mercado argentino “incrementó la percepción de riesgo”.
Como consecuencia de este traspié, la calificadora Fitch le bajó la calificación a la empresa, lo que contribuyó a la situación actual.
Cómo sigue la situación para la petrolera
Según publica Clarín, la petrolera ahora busca asesoramiento de Valo Columbus, la misma firma que armó la reestructuración de deuda de Celulosa Argentina.
Iniciará rondas de conversaciones con sus principales acreedores y buscará un “acuerdo de espera (standstill)” para obtener estabilidad temporal durante las negociaciones.
La firma calcula completar el proceso de reestructuración en las próximas semanas, dependiendo del avance de las negociaciones.
Este caso se suma a una serie de defaults que han afectado a empresas argentinas en los últimos meses.
Problemas financieros iniciados el año pasado en el sector agropecuario con Los Grobo, Agrofina y Surcos, continuaron en 2025 con la cesación de pagos de empresas del grupo Albanesi, incluyendo GEMSA, y Celulosa Argentina, del empresario José Urtubey.
Aconcagua Energía enfrenta vencimientos de deuda por 10 millones de dólares en julio y 20 millones de dólares en septiembre, además del pago de intereses de esta semana.
La deuda total de la empresa es de 3,1 veces sobre el Ebitda (ganancia bruta), y si se incluyen las obligaciones comerciales con Vista, asciende a 6 veces, una cifra que preocupa al mercado por su alto endeudamiento.
Su deuda con la petrolera Vista, de Miguel Galuccio, asciende a 86 millones de dólares, debido a la compra de sus activos convencionales en la Cuenca Neuquina.
La compañía, que opera 14 áreas en Mendoza, Neuquén y Río Negro, tiene una producción de 11.500 barriles de petróleo equivalentes por día (70% crudo y 30% gas).
Genera ingresos por unos 20 millones de dólares. Su costo de extracción es de 17 dólares por barril y su punto de equilibrio (break-even) es de 45 dólares, lo que la hace eficiente para operaciones convencionales.
Aconcagua declaró que, dada la falta de acceso a refinanciamiento en condiciones sostenibles, priorizará “el mantenimiento de la operación, el cumplimiento de obligaciones laborales y operativas esenciales, y la preservación de valor para todas las partes interesadas”
