- La empresa cordobesa obtuvo un resultado positivo de 3.315 millones de pesos en 2020.
- Cuáles fueron los factores que ayudaron a que mostrara buenos números en un momento de crisis.
Todavía no están los números consolidados, pero todos los datos preliminares, tanto oficiales como privados, muestran que en 2020 Argentina sufrió una de las peores caídas económicas de su historia.
La principal explicación es el sacudón que significó la pandemia de Covid-19 y que derrumbó también el producto interno bruto (PIB) de otras naciones.
Pero en Argentina fue un terremoto que se sumó como réplica al sismo que ya venía provocando una prolongada crisis, que comenzó a mediados de 2018.
De todos modos, esta regla general de la economía no impactó de igual manera en todos los actores. Por el contrario, hay incluso algunos que han podido asomar la cabeza y mostrar indicadores de crecimiento.
Es el caso de Naranja, la mayor emisora de tarjetas de crédito del país, que en las últimas horas comunicó su adelanto de resultados a la Comisión Nacional de Valores: cerró el año pasado con un resultado positivo de 3.315,9 millones de pesos.
Este valor, que ya es significativo per se, toma mayor relevancia aún si se tiene en cuenta que significa el triple de los 1.131 millones de pesos obtenidos en 2019.
Pero la comparación nominal puede ser tramposa, porque prescinde del ajuste por inflación. "El incremento fue del 79 por ciento en valores homogéneos con respecto al ejercicio anterior", precisó Naranja ante la consulta de La Voz.
“Los valores comparativos están calculados con la misma vara para que sean reales. La diferencia interanual real es mucho menor que la nominal porque el índice con que se ajustó en 2019 fue superior al que se utilizó en 2020”, completaron desde la compañía financiera cordobesa.
Más datos
Por otro lado, el documento que cargó Naranja para informar a sus inversores muestra que el patrimonio neto al finalizar el ejercicio ascendió a 23.852,2 millones de pesos.
Además, la firma anticipó otros datos que serán públicos cuando informe su balance anual completo.
“Los ingresos operativos ascendieron a 37.135,2 millones de pesos en valores homogéneos, lo que refleja sólo una disminución del cuatro por ciento con respecto al año anterior, a pesar del contexto macroeconómico en el cual se evidenció una caída significativa del consumo interno”, mencionaron desde Naranja.
Y precisaron como un dato clave que el cargo por incobrabilidad ascendió a 4.442,9 millones de pesos, también en valores homogéneos, lo que implica una disminución del 33 por ciento respecto del ejercicio anterior.
“Esto se logró por la implementación de mejoras en las políticas crediticias y a la gestión de recupero. También la digitalización de diferentes servicios, como, por ejemplo, la cobranza, hizo más eficiente y económica la operación; una parte de los buenos resultados radica en haber tenido valores bajos históricos de riesgo crediticio, y la otra parte es el ajuste por inflación menor que el de 2019”, agregó la compañía.
Fondos frescos
Por otro lado, días atrás Naranja avanzó con la emisión de una nueva tanda de obligaciones negociables (ON), por un total de cuatro mil millones de pesos.
Se trata de la Clase XLVI, que forma parte del programa global de ON por hasta mil millones de dólares.
“Uno de los principales objetivos (de la emisión) es continuar ampliando la cartera de clientes de consumo”, indicaron desde la firma.
Las ON se emitieron con un margen de corte del 4,72 por ciento (opera sobre tasa Badlar privados) y tienen fecha de vencimiento el 17 de febrero del próximo año.
El capital se pagará en una solo pago en la fecha mencionada, mientras que los intereses se abonarán el 17 de mayo, el 17 de agosto, el 17 de noviembre y el 17 de febrero de 2022.
La intención de Naranja era colocar entre mil millones y cuatro mil millones de pesos, y terminó emitiendo el máximo previsto, luego de recibir ofertas por hasta 6.030,5 millones de pesos.
