La segunda jornada del Foro Internacional Automotriz Córdoba (Fiac) contó con la participación de Murilo Ortolan de Horse Brasil; Joao Irineu de Stellantis Brasil; y Fabio Nicora, gerente de desarrollo de producto e innovación de Iveco para Latinoamérica.
Los referentes de la industria compartieron visiones sobre el futuro de las tecnologías híbridas, eléctricas, biocombustibles y GNC en Brasil y la región.
Con foco en la evolución de la movilidad sostenible en el transporte y los automóviles, los expertos destacaron la importancia de las ventajas económicas, la reducción de la huella de carbono, los cambios regulatorios y la necesidad de desarrollar productos y servicios complementarios para una transición efectiva.
El desafío de transicionar hacia una movilidad sostenible en Latinoamérica
Uno de los principales desafíos para la adopción masiva de vehículos eléctricos radica en el costo y la infraestructura. Joao Irineu de Stellantis Brasil explicó que “el principal componente responsable de casi el 68% del costo es la batería”, la cual puede pesar hasta 350 kg en un auto de paseo de 60 kW y representar “el 40% del costo del auto”. Irineu también señaló que la “autonomía es limitada”, y puede disminuir considerablemente según variables como la lluvia, el estilo de conducción o la topografía.
A esto se sumó Murilo Ortolan de Horse Brasil, quien identificó como barreras clave para los vehículos eléctricos puros “el costo, la infraestructura homogénea y la autonomía, como cuando se realizan trayectos más largos, y el tiempo de parada”. Además, Irineu advirtió sobre el riesgo de las baterías en las rutas de la región: “Estamos en una región de Sudamérica, donde las rutas no siempre son buenas. El 40% del costo del auto está ahí. Si la batería se daña, si no está en garantía, es pérdida total”.
Frente a estos retos, la industria busca soluciones adaptadas a las realidades de la región. Fabio Nicora, gerente de desarrollo de producto e innovación de Iveco para Latinoamérica, destacó que “el gas hoy ya es una alternativa también para aplicaciones interesantes” en vehículos medianos y pesados. Asimismo, los biocombustibles emergen como una opción prometedora. Irineu comparó las emisiones del ciclo de vida: “Un auto eléctrico emite 23 toneladas de dióxido de carbono, el etanol emite 26 toneladas”, mientras que la gasolina alcanza las “62 toneladas”. Enfatizó que para la región, el uso de biocombustibles surge como una alternativa “económicamente más competitiva que la versión eléctrica”.
En este contexto, la hibridación se posiciona como una solución accesible. Irineu mencionó el lanzamiento de vehículos Fiat como el Pulse y el Fastback, que cuentan con tecnología que permite un ahorro de combustible de entre el 12% y el 25% en tráfico pesado.
Otra innovación que destacaron es el Range Extender, presentado por Ortolan. “No se trata de una solución que viene a competir con el vehículo eléctrico. Se trata de una solución que viene a complementar el vehículo eléctrico cuando no logra llegar a su destino”, sostuvo. Utiliza un generador que opera en un régimen estacionario para maximizar la eficiencia energética, reduciendo la necesidad de grandes y costosas baterías.
Los líderes coincidieron en que la descarbonización requiere una visión integral y colaboración entre los sectores públicos y privados. En Brasil, programas como Rota 2030 y Mover buscan una reducción acumulada del 35% de dióxido de carbono en vehículos nuevos entre 2017 y 2027, lo cual “es mucho para un país en desarrollo”.
La clave, según los expertos, es una estrategia equilibrada que combine diversas tecnologías, considere las particularidades regionales, y se apoye en marcos regulatorios robustos para generar prosperidad económica, social y ambiental.