El Congreso acaba de aprobar una actualización de los límites de las escalas del régimen simplificado para pequeños contribuyentes (Monotributo). Para los primeros escalones, apenas se recupera lo perdido por la inflación, pero en las categorías más altas la suba queda muy detrás de la marcha de los precios.
La nueva ley, que se aplicará desde el 1º de julio de 2022 y tendrá vigencia en la próxima recategorización anual, aumenta los límites de facturación respecto de la tabla vigente en el primer semestre. Los topes de las primeras categorías (A, B, C y D) suben un 60 por ciento, pero el resto sólo se actualiza en un 29,11 por ciento.
De esta manera, podrán seguir siendo monotributistas los prestadores de servicios o locadores de inmuebles que tengan una facturación anual de hasta 4.229.985,60 pesos (antes, 3.276.011,15) o los vendedores de bienes (comerciantes) con ingresos brutos anuales de hasta 6.019.594,89 pesos (antes, 4.662.015,87).
La medida es un paliativo para intentar que los responsables del Monotributo no queden fuera del régimen simplificado por la marcha inflacionaria.
“Esto no compensa del todo la inflación acumulada en los últimos meses ni tampoco contempla la que habrá en la segunda mitad de 2022″, advirtió Carlos Martin, tributarista del Estudio Castillo y Asociados.
Parámetros atrasados
El estudio tributario presentó en su seminario mensual un análisis de la evolución de los topes máximos del Monotributo en los últimos 20 años.
Esta comparación muestra que los montos actuales están bastante alejados de los vigentes a diciembre de 2001, si se los toma con el mismo poder adquisitivo tanto en pesos (actualizado por inflación) como en dólares.
Al final de la convertibilidad, el límite máximo de la última categoría para prestadores de servicio (hoy es la H) era de 72 mil pesos, equivalente en ese momento al mismo monto en dólares.
Si a esa valor se lo ajusta por inflación, en enero de 2022, el tope máximo para servicios debería haber estado en 4.940.905,08 pesos. Esto es un 50,8 por ciento más que los 3,23 millones de ese momento.
Hoy, el máximo se actualizó un 29,12 por ciento desde el 1º de julio, pero la inflación acumulada en el primer semestre de 2022 rondará el 35 por ciento (estimado con una inflación de cinco por ciento en junio). De esa manera, la diferencia se amplía.
Si se toman los valores en dólares, los montos de enero de 2022 son 25.258 dólares (al tipo de cambio oficial), casi un tercio de los 72 mil dólares de límite al final de la convertibilidad.
El régimen más benigno
Pese a que la actualización se queda corta, la ecuación siempre es más conveniente para el monotributista que para otras opciones.
“Si nos preguntamos por qué a los pequeños comerciantes y pequeños profesionales les interesa tanto preservar o mantener su condición de monotributistas, la respuesta está en la tasa efectiva que pagan”, explica Martin.
En concreto, se trata de cuánto representa la cuota total del Monotributo sobre la facturación. Esto incluye tanto el componente impositivo (que reemplaza IVA y Ganancias) como el aporte previsional y la obra social.
Tomando el tope máximo para prestadores de servicio, hasta 2008, la tasa efectiva era del 3,5 por ciento. Entre 2009 y 2012, superó el 10 por ciento y en 2013 bajó, pero quedó cerca del seis por ciento.
En el primer semestre de 2022, era de 5,90 por ciento y, con los cambios a partir de julio (que modifican el tope de facturación pero no cambian la cuota), baja al 4,6 por ciento.
“Este porcentaje es muchísimo menor que lo que paga un autónomo con una facturación anual similar y también un empleado en relación de dependencia con ese mismo monto como sueldo bruto”, asegura el especialista.
En el caso de los autónomos, la tasa efectiva sube a 22,6 por ciento de su facturación. Esto incluye 848.113 pesos del Impuesto a las Ganancias más 106.492 pesos de aporte previsional (no abona obra social). Es un total de 954.605 pesos al año frente a 193.376 pesos del monotributista.
Si la persona trabajar en relación de dependencia, su tributación llegaría al 29,26 por ciento del sueldo bruto. Se cuentan aquí 518.785 pesos en Ganancias y 719.097 pesos de seguridad social.
La situación difiere un poco si se trata de un director de una empresa, pero la diferencia sigue siendo abismal a favor del Monotributo.
