El clima poselectoral sigue mejorando las expectativas económicas, pero el traslado concreto al mercado laboral todavía es lento. Así lo demuestra la Encuesta de Expectativas de Empleo de ManpowerGroup, el cual muestra una proyección neta positiva de 10% para el primer trimestre del año que viene.
El dato refleja que, durante el período enero-marzo de 2026, el 30% de los empleadores en Argentina planea aumentar sus dotaciones de personal; el 18% espera disminuirlas; el 35% no espera realizar cambios, y el 17% restante no sabe si los realizará. Esto arroja un neto positivo de 10%.
Pero, además, muestra una tendencia creciente. El 2025 comenzó con un neto negativo de 1% en el primer trimestre. Para el tercer y el cuarto trimestres, la expectativa neta trepó a 5%. Esto implica un avance en las expectativas de empleo para el año que viene.
Por qué mejoran las expectativas de empleo
Luis Guastini, director general y presidente de ManpowerGroup Argentina y director de Talent Solutions para Latinoamérica, explica al respecto: “Argentina estuvo más de un año en una posición extremadamente conservadora, con expectativas casi nulas. Muestra una mejora, pero la curva de crecimiento todavía es muy lenta, la pendiente hacia arriba es poco pronunciada”.
Esto es resultado de una reacción todavía muy lenta en el crecimiento de la actividad económica, en la que hay rubros que están creciendo, mientras otros todavía no logran salir del estancamiento o del terreno negativo.
“Cuando se hace un análisis desagregado por actividades, los comportamientos de la economía se muestran muy distintos. Algunas actividades están muy golpeadas todavía y la recuperación es lenta. Pero hay otros rubros que esperan una reactivación de la producción y de las ventas, por lo que van a necesitar contratar personal para la primera parte del año”, resalta.
Según la Encuesta de Expectativas de Empleo, el rubro finanzas y seguros muestra el nivel más alto con 27%, mostrando la influencia de una mejora esperada en la banca tradicional y en el avance de las fintech.
Le siguen construcción y bienes raíces con 20%, por un lado, gracias a la reactivación de planes de obras públicas en las provincias, y, por el otro, empujado por un mercado inmobiliario con mucha dinámica, sobre todo en Buenos Aires.
En el tercer puesto está la hospitalidad, con 19%, que refleja la expectativa en los rubros ligados al turismo de una temporada de verano mejor que en el arranque de 2025.
Con niveles de expectativa más tranquilas se encuentran rubros como información (17%), manufactura (15%), comercio y logística (8%) y servicios públicos y recursos naturales (4%).
La expectativa es negativa en servicios profesionales, científicos y técnicos (-1%) y en sector público, salud y servicios sociales (-3%), rubros donde se espera una reducción en la cantidad de puestos de trabajo.
Los mejores niveles de expectativa se advierten en el nordeste del país, con 15%; en la zona pampeana, con 13%, región que incluye a Córdoba, y en la Patagonia, también con 13%. El nivel más bajo lo muestra Cuyo, con 0%.
“La minería ya superó la primera etapa de investigación y elaboración de los proyectos y ahora entra en una etapa más conservadora, porque se trata de emprendimientos de muy largo plazo. La vitivinicultura también quedó muy golpeada, de ahí los resultados de Cuyo. En cambio, la zona pampeana, que concentra a las ciudades y provincias con la mayor cantidad de actividades económicas, muestra un repunte de expectativas, sobre todo en finanzas, tecnología, logística y biotecnología, y un nivel más tranquilo en automotrices y en consumo masivo”, menciona Guastini.
Expectativas lejos del promedio
Con esta suba de cinco puntos, la expectativa de empleo volvió al nivel más alto de la gestión de Javier Milei, si se tiene en cuenta que en el último trimestre de 2023, que reflejaba la esperanza generada por el recambio presidencial, también se ubicó en un nivel positivo de 10%.
De todas maneras, no es un dato para festejar. La encuesta de Manpower se basa en entrevistas con 39.063 empleadores públicos y privados de 41 países en los cuatro trimestres del año. El promedio global se ubicó en 24%, respecto de lo cual Argentina está 14 puntos por debajo. En las cuatro mediciones para 2025, el país estuvo en los últimos puestos y ahora quedó por encima de Finlandia, Hong Kong, Rumania y Eslovaquia (el último); aun habiendo salido del “descenso”, en Latinoamérica es el país que tiene el nivel neto más bajo; por encima, están Costa Rica (11%) y Chile (13%).
En el puesto más alto a nivel global se posicionó Brasil, con un registro positivo de 54%.
“Hemos salido de la zona de descenso, dejamos de ser los últimos. Pasamos a formar parte del grupo de expectativas conservadoras. Hacen falta por lo menos dos períodos más de crecimiento para consolidar el crecimiento del empleo. Todavía estamos bastante lejos de los países de la región”, previene el ejecutivo de Manpower.
¿Habrá más empleo con la reforma laboral?
En los próximos días se iniciará en el Congreso el debate sobre la reforma laboral. Para Guastini, una renovación de la legislación laboral no creará más empleo, pero ayudará a dinamizar la apertura de puestos de trabajo si los niveles de actividad económica mejoran.
“Tenemos una legislación laboral que fue pensada para un modelo productivo que ya no existe más, muy diferente al actual y que sólo regula las relaciones laborales para unos pocos privilegiados, cerca de seis millones de personas. Hay más de 40 puntos de trabajo informal, casi la mitad de la gente quedó fuera de toda protección laboral”, explica.
En este sentido, resalta que cambió el paradigma de producción en las últimas décadas y que actualmente, a la hora de sumar nuevos empleados, sean gerenciales o de los rubros más básicos, el sector privado tiene en cuenta tres aspectos fundamentales: eficiencia, competitividad y talento.
“En la actualidad, las empresas son muy cautas a la hora de contratar personal. Las habilidades blandas son más tenidas en cuenta que los conocimientos específicos a la hora de sumar o de reponer una posición por rotación”, señala.
Al respecto, asegura que los criterios que marcan la cancha a la hora de seleccionar a una persona son las competencias que muestran proactividad en el trabajador, sobre lo cual agrega: “Hoy se buscan personas con pensamiento crítico, con capacidad de asociar ideas, con actitud para generar transformaciones dentro de las organizaciones; ya no se busca el típico trabajador que cumple con sus obligaciones. Hay que aportar valor hasta en el más simple de los puestos de trabajo”.






















