La Argentina todavía no había alcanzado la recuperación de su democracia cuando un joven Martín Berardi ingresó en 1980 como becario a la planta de Propulsora Siderúrgica. Ese fue el punto que enlazó para siempre su destino profesional con el Grupo Techint.
Hoy es el máximo responsable de las operaciones de Ternium Argentina, líder en el rubro del acero y una de las empresas que integran ese potente conglomerado dirigido por Paolo Rocca.
“Paolo es un fan de la Argentina. Es un tipo que está muy convencido de la importancia y del potencial que tiene el país. Es una persona que maneja intereses y actividades en todo el mundo y le dedica muchísimo tiempo a la Argentina”, asegura.
Con 45 años de experiencia en la industria dura, a Berardi le sobra olfato para entender que, una vez más, las reglas de juego han cambiado. Esta vez, por la apertura comercial.
Aunque el corazón productivo de Ternium está en Buenos Aires, la cadena de valor atraviesa buena parte del país y por eso no es raro que Berardi, cada tanto, visite proveedores en Córdoba.
Días atrás combinó esa actividad con su presencia en el Foro Internacional Automotriz Córdoba (Fiac). En sus conversaciones remarcó un concepto que ya traspasó la esfera de los diálogos privados y que lo repitió varias veces en esta entrevista exclusiva con La Voz. “La industria tiene que levantar la voz”, dice.
–¿Por qué?
–Porque la industria genera empleos de calidad, genera movilidad social. Es difícil imaginar un país desarrollado sin un tejido industrial. Yo creo que para la Argentina y para el Mercosur, si se primariza (la producción), creo que vamos a perder muchos empleos de calidad y no vamos a generar los puestos para el tejido social que tenemos. Creo que tenemos mano de obra calificada, buenos profesionales como para tener una industria competitiva, pero hay que nivelar la cancha.
–¿Y qué es nivelar la cancha?
–Nivelar la cancha es generar las condiciones para competir en igualdad. Y ahí entramos a hablar de competitividad. Estamos en un cambio de época; la Argentina tiene que insertarse al mundo con una estrategia y tiene que empezar a ver qué cosas lleva en la mochila.
–Hay que ir con una mochila liviana...
–Hay que ir con una mochila igual a la de los competidores, al menos. No sé si más liviana o más pesada.
–Con la misma carga.
–Eso se llama nivelar la cancha, es decir, si México no exporta impuestos, nosotros no tenemos que hacerlo. Lo mismo con Brasil.
–Acá dijeron (en referencia al foro Fiac) que la industria automotriz exporta 16% de impuestos. En la industria en general, ¿cuánto es?
–Es lo mismo para toda la cadena de valor. Y generalmente son los impuestos distorsivos que se acumulan. Alguna vez hemos conversado de esto.
–A ver, hagamos la lista.
–Son básicamente tres y lo complejo es que algunos son nacionales, otros provinciales y otros son municipales. No se aplican ni siquiera en Latinoamérica. Uno es el de los créditos y débitos bancarios.
–El impuesto al cheque…
–Que penaliza al que opera en blanco.
–Y que era un impuesto de emergencia.
–Era un impuesto de emergencia que nadie lo sacó. El segundo es Ingresos Brutos, que se acumula en la cadena.
–Ahí tienen los dedos manchados todos los gobernadores.
–La reforma fiscal requiere un acuerdo con las provincias.
–¿Cree que hay clima para eso?
–Difícil. Pero hay que levantar la voz de la importancia de hacerlo, porque eso penaliza la agregación de valor. Cuanto más larga es la cadena productiva, más impuestos a los Ingresos Brutos hay acumulados. Y después, por último, están las tasas municipales. En el mundo, los municipios no te cobran nada a cambio de generar trabajo en la región, que es lo que te genera movilidad, atracción, hace crecer al pueblo o la ciudad. Hoy te tiran el municipio encima y te cobran tasas impresionantes. Alguna vez te comenté lo que es la tasa municipal en (el partido bonaerense de) Ramallo. Nos cobraban $ 130 mil pesos por empleado, en septiembre (de 2024) nos subieron a $ 170 mil y ahora, para 2025, son $ 330 mil por empleado. Este año el cálculo es que implican U$S 14 millones.
–¡Que numerito!
–Y además le cobran a todos los contratistas que entran a trabajar. Son otros U$S 4 millones que tenemos que retenerles. Entonces, son U$S 18 millones al año.
–Una locura.
–Una locura. Y no es que podés mudar la planta e ir a otro municipio.
–Usted dice que la industria tiene que levantar la voz. ¿Y por qué estuvo tanto tiempo media callada, hablando bajito?
–Yo creo que faltó articulación de cadena de valor. Recién escuché, muy confiado y contento, al panel de los CEO (de terminales automotrices).
–¿Qué lo entusiasmó?
–Me entusiasmó que hablen de cadena de valor. De la importancia de la regulación. La industria automotriz está regulada en todo el mundo. Esto muestra que los productos industriales requieren acuerdos comerciales. Vos podés tener importación de autos lisa y llana, o podés tener armadurías o tener extensas cadenas de valor. Todo depende de cómo regules y cómo acuerdes en mercados grandes. El segundo mensaje que escuché, y que me pareció importante, es que el mercado es el Mercosur. En la medida que alzamos la voz, vamos a tener presión institucional.
–¿Qué expectativa de respuesta tiene? Porque no es sólo el Gobierno nacional, están los gobernadores y los intendentes…
–Hay que trabajar sobre eso. Yo tengo cierta confianza. Venimos de una primera etapa en la que estabilizar la macro era lo más importante y creo que hay que reconocer que lo hicieron de una manera exitosa y sanearon la economía, que es la condición de base. Ahora viene cómo generar las condiciones para un país en crecimiento y es ahí donde la industria tiene que levantar la voz y encontrar su espacio en un país que se tiene que abrir al mundo, pero que tiene que tener una estrategia y decidir a qué se va a dedicar. ¿Vas a importar todo y hacer una industria extractiva o vas a tener cadenas de valor integradas?
–¿La discusión pasa para después de las elecciones legislativas?
–Creo que sí. A la corrección macro le sobraron seis meses. Esto lo digo como ciudadano, es decir, deberíamos estar discutiendo ahora, pero la elección lo hace muy difícil. Igual, hay que ir hablando, hay que levantar la voz. Me parece muy bueno este foro (por Fiac), porque es el mensaje que hay que pasar. El mensaje del gobernador (Martín Llaryora) fue muy bueno también. Habló de cadena de valor, que cuando se diversifica contagia a otras industrias.
–¿Cómo está la cadena de valor de Ternium? Porque son sus socios.
–Son muchos más que eso. Son mis vendedores. Vos nunca te compraste una bobina de acero, pero te compraste un auto, un lavarropas, una cocina, le pusiste techo a tu casa, compraste estructuras metálicas, o sillas, compraste un montón de cosas que llevan acero. Con lo cual, la integración con mi cadena de valor es fundamental. Obviamente, estamos ante el mismo desafío. En la industria tenemos la visión de que somos competitivos con Occidente y que hay una oportunidad de integrarnos en el Mercosur, en las Américas, con Estados Unidos, con Europa. Ahora bien, no se puede competir con China. Lo dijo (Daniel) Herrero (presidente de Prestige Auto): competir con China es competir contra un país. Juegan otra cosa, es competencia desleal.
–Pero están. Y están en todos lados.
–El Gobernador se refirió a Australia, que se dedicó a industrias extractivas, a servicios extractivos, tecnología, nada de industria. Puede ser que para su tejido social funcione, para el tejido social del Mercosur no lo sé. Tengo mis dudas.
–¿Y las pymes pueden soportar la transición en la que estamos?
–Están todas viviendo con una motosierra interna en los costos, trabajando en la competitividad ferozmente. La Argentina viene de Narnia, en 2022, 2023 había una brecha (cambiaria) infernal, no se conseguían insumos, la gente priceaba con cualquier dólar sus productos. Entonces, hay un ajuste de precios, no solo de lo que vendemos todos, sino de lo que compramos. Eso es un proceso de transición que se ha venido ajustando. La industria ha bajado los precios notablemente, porque bajaron los impuestos, porque desapareció el efecto brecha, porque hay acceso a los dólares para importar, porque desapareció el impuesto Pais. ¿Falta? Sí, falta. Hay que incorporar tecnología y yo veo a muchos clientes autopartistas, de línea blanca o de maquinaria agrícola que están invirtiendo en tecnología, que se robotizan y que están ganando productividad muy aceleradamente. Soy optimista cuando los veo trabajar. Ahora bien, podés tener la fábrica más eficiente de automóviles en Argentina, pero la ponés a trabajar contra China y no hay partido, juegan otra cosa.
–¿Cómo está impactando el movimiento de aranceles?
–Argentina ya estaba fuera de Estados Unidos, porque tenía 25% y ahora tiene 50% para la exportación de acero. Creo que en las negociaciones hay que lograr una lista de exenciones para exportar sin esa recarga.
–¿Y las importaciones desde China?
–Hay que manejarlas, hay que decidir a qué le vamos a abrir las puertas y a qué no. Jugar a lo mismo que juega el mundo. El mundo no se abre hoy libremente, sino que decide a qué se dedica y qué importa libremente; juega en un esquema de regionalización, de friendshoring, es decir, asegurar cadenas de suministro.
–¿Y cuál debería ser el perfil productivo que tendría que tener Argentina?
–Yo creo que la Argentina sale adelante invirtiendo y exportando más. Y hay que exportar con valor agregado. Y si es con productos primarios, que obviamente van a cumplir un rol importantísimo en la exportación, que sea con un valor agregado atrás. Exportar granos con mucha maquinaria agrícola, con galpones, con silos, una cadena muy integral. Ahora, si queremos generar empleo de calidad, tenemos que tener regulaciones para que la cadena de valor que está detrás subsista, sea competitiva con Occidente y pueda desarrollarse. De esa manera se va a generar empleo. La Argentina sale adelante si genera empleo privado de calidad.
–Ese es el vector.
–Exacto, ese es el vector. En estos últimos 20 años hemos aumentado el tamaño del Estado, que pasó del 28% al 42% del PIB y el sector privado no creció. Si no damos regulaciones que hagan crecer el empleo privado, el país no tiene solución.
–¿Por dónde cree que tendría que pasar la reforma laboral?
–Podemos hablar tres horas, pero conceptualmente el empleo ha cambiado. Hoy tenemos un empleo de especialistas. Con la reglamentación actual sos responsable de todo. Por solidaridad. Eso en el mundo es absurdo. Hoy tenés un problema laboral de un proveedor y le tiran todo al contratante. Y para las pymes, el tema de los juicios laborales es infinito. Nosotros tuvimos un conflicto por una empresa de transporte que tenía 17 empleados que habían despedido. El gremio de Camioneros nos paró todas las plantas. Tenemos 52 empresas de transporte que nos dan servicio. Entonces, la reforma laboral tiene que facilitar que las pymes y la gran empresa puedan contratar gente y no tener conflictividad. La pyme puede bancarse una indemnización, lo que no puede bancarse es un juicio.
–¿Alcanza eso para empezar a quebrar la informalidad?
–Es que la combinación de alta carga impositiva, mucho más grande que en Brasil y después te doy algunos números, y la conflictividad al contratar en blanco te trae esa cantidad de problemas. ¿El incentivo dónde está? Trabajar en negro y con empleo informal.
–Dijo que me daría números…
–Yo hice el siguiente análisis. ¿Qué pasa si a Ternium Argentina la pongo en Brasil o en México, con la misma cuenta económica y lo único que cambio son las regulaciones? Este año vamos a pagar U$S 80 millones más que si estuviésemos asentados en Brasil o en México. Los tres impuestos que te dije antes son los que se llevan los 80 millones de dólares: Ingresos Brutos, tasas municipales y el impuesto al cheque. Y solo te estoy contando lo que pagamos nosotros. No lo que pagan los proveedores que nos venden.
–¿El actual proceso es similar a lo que ocurrió en la década de 1990 o no?
–Hay dos puntos que lo diferencian. En los ’90 China era una lagartija, después fue un cocodrilo y ahora es un Tyrannosaurus rex. Hoy concentra, absorbe materias primas y exporta productos manufacturados. La segunda diferencia es que ahora las empresas tienen que reconvertirse. Yo creo que muchos de mis clientes van a hacer eso, van a focalizarse en algunas cosas y van a importar otras. Adaptabilidad. Obviamente no vamos a poder fabricar de todo. No es la política del peronismo de sustitución de importaciones de los años de la posguerra.
–Un modelo agotado…
–Está agotado. Hoy es una política de interrelación, pero tenés que pensar qué hacer, qué no hacer y articular con el poder público. De la regulación dependerá la industria que vamos a tener. Pero soy optimista y creo que tenemos que focalizarnos en cinco cosas.
–Escucho.
–La primera, cadena de valor. Buscar protección para lo mío y que me liberen mis insumos es un juego de suma cero, al final van a importar lo que yo hago.
–¿La segunda?
–La segunda es a dónde vamos. La obligación de ser competitivos contra todo Occidente, contra todo el mundo democrático que tiene reglas de mercado. La tercera, incorporación masiva de tecnología, en alianza con todos los proveedores. La cuarta, alianza con tu comunidad. No puedes crecer si a tu comunidad le va mal. Tenés que tener una fuerte integración, no solo ser globales, ser multilocales.
–¿Y la quinta?
–Trabajar en la educación. Hay que pensarlo no solo para nuestros empleos, sino para los empleos de la comunidad. Una comunidad en la que sea bueno vivir para la familia, en la que se pueda educar a los chicos, con lo cual tenés que articular con la educación pública. Agregaría una sexta, porque como cadena hay que descarbonizar. De vuelta, ¿con quién te vas a aliar comercialmente? ¿Con los que descarbonizan o con los que no descarbonizan?
Quién es
Industria del acero
Nombre. Martín Alberto Berardi (67).
Casado con. María Luisa; tienen cinco hijos.
Estudios. Es ingeniero industrial (Itba) y tiene un MBA en Sciences of Management (Stanford University).
Cargo. Presidente y CEO de Ternium Argentina.
Le gusta. Rugby, jugar al golf y viajar en familia.
Empleados. 5.000 propios y otros 3.500 de contratistas en el país.
Estructura. Cinco plantas productivas y seis centros de servicio y/o distribución.
El Grupo. Además de Ternium, el Grupo Techint aglutina a Tenaris, Techint Ingeniería & Construcción y Tecpetrol.
Contacto. (011) 4018-8138.