La historia de Vidpia es la de una empresa familiar que se animó a encarar transformaciones. Con casi 80 años de trayectoria, pasó de comercializadora a distribuidora de vidrio, luego procesadora y finalmente fabricante de cristal procesado.
Será por eso que Loreza Piazze, directora de la compañía, tiene la certeza (y el aprendizaje) de que hay que arriesgarse a abrazar el cambio. Es lo que suele compartir cuando se entrega al mentoreo o cuando comparte experiencias en Voces Vitales, la comunidad de la cual es cofundadora.
En el segmento “La mirada”, de Ronda de negocios, la propuesta audiovisual de La Voz que se emite vía streaming por su plataforma web y su perfil YouTube, la empresaria abordó diferentes aspectos de la transformación de empresas familiares, la profesionalización y la innovación.
Transformación de las empresas familiares. “Deben cambiar, deben progresar, porque las empresas familiares son compañías vivas que cambian con el paso de generaciones y con innovación. No son solo la vida de un producto, un servicio, sino de un conjunto de personas que deben aceptar el cambio que se está viviendo en el resto del mundo y aplicarlo a través de la automatización, la inteligencia artificial. Deben tomar los cambios y arriesgarse a utilizarlos”.
Claves de la gestión. “Uno debe partir de los sistemas y no hablo solamente de uno digital o tecnológico, sino también del humano, del cual todos somos parte. Antes se trabajaba mucho por sectores y no estaban entrelazados. Hoy hay que trabajar como red. El sistema es el eje central por el que va corriendo y mutando la empresa, y es el que va llevando toda la información. Así se logra transmitir de la empresa a la cultura el cómo y el por qué se hace cada cosa y quién la hace”.
Complejidades internas. ”Gestionar la parte humana, las emociones y aceptar que no todos los miembros de la familia pueden llegar a pensar lo mismo o querer lo mismo es lo más difícil. No todos quieren ser parte. Un protocolo en sí como herramienta es excelente, pero hay que construirlo habiendo escuchado a todos. No es lo mismo el fundador que sus hijos, son miradas diferentes”.
Aprender a liderar. “La segunda línea tiene que aprender a ser jefe. Los hijos llegaron teniendo una empresa, pero es difícil aprender a ser jefe, ser director. La empresa se profesionaliza primero definiendo qué organigrama o qué red quiere tener y quiénes son las personas adecuadas, no por nombre, sino por puesto de trabajo para ocupar ese lugar. Y después ves si hay miembros de la familia que pueden ocupar ese lugar o que lo ocupaban informalmente y que deben hacer un paso al costado o deben reubicarse en otro lado”.
Innovación. “Es todo lo que uno puede mejorar de lo que sea, de un proceso, de un producto, de un servicio, de un procedimiento. Es el que lo puede hacer distinto. Estamos desde el comienzo del nacimiento de Uvitec y del Club de Innovación y somos un grupo de empresas que trabajamos en la innovación, buscamos que en definitiva apliquemos todo lo nuevo, toda la tendencia. Por ejemplo, incorporar un director diseñado con IA. Me gusta la tecnología, emprender. Me encantaría tener un montón de emprendimientos en forma cotidiana. Soy como una máquina de tener ideas nuevas y me cuesta dar el ‘no’”.