Kenvue, la firma escindida de Johnson & Johnson y principal actor global en higiene y cuidado personal, anunció el cese definitivo de sus operaciones industriales en Argentina, marcando el fin de la producción local de marcas icónicas como Siempre Libre y Johnson’s Baby. A partir de noviembre de este año, los productos de consumo masivo que hasta ahora se fabricaban en la planta de Fátima, partido de Pilar, serán íntegramente importados desde Brasil y Colombia.
La planta de Pilar, inaugurada en 1969 como la primera fábrica de Johnson & Johnson en Latinoamérica, dejará de funcionar como centro de producción y pasará a operar exclusivamente como centro de logística y control de calidad. Hasta ahora, en estas instalaciones se producían las toallitas femeninas Siempre Libre y Carefree, así como la línea completa de líquidos Johnson’s Baby, que incluía champús, colonias y aceites para bebés, productos que incluso se exportaban a la región. Otros productos del vasto portafolio de Kenvue, como las cremas Neutrogena y los enjuagues bucales Listerine, ya venían siendo importados y seguirán haciéndolo.
Esta decisión se enmarca en un proceso global de reestructuración de Kenvue, que en 2024 anunció un recorte del 4% de su fuerza laboral a nivel mundial con el objetivo de ahorrar U$D 350 millones anuales para 2026. La compañía explicó que esta transformación busca “optimizar nuestras operaciones y garantizar mejoras a nuestra competitividad y eficiencia”. La medida también coincide con la finalización de la venta por parte de Johnson & Johnson del 9,5% de participación que aún mantenía en Kenvue, sellando la escisión completa de su área de productos de consumo masivo.
La planta de Pilar, que en su momento de apogeo llegó a emplear a más de 1.600 personas, vio su dotación reducida drásticamente a sólo 32 empleados activos tras una ola de despidos masivos en marzo, que desvinculó al 85% del personal. Si bien la compañía afirmó que los despidos fueron parte de un proceso de “retiros voluntarios”, trabajadores denunciaron presiones para aceptar las desvinculaciones.
La salida de Kenvue del esquema productivo argentino consolida una tendencia en aumento entre multinacionales que reestructuran sus operaciones en el país. Un caso reciente en la misma zona de Pilar fue el cierre de la planta de Kimberly-Clark, donde se fabricaban pañales Huggies, toallitas Kimbies y la línea femenina Kotex, que implicó el despido de 220 trabajadores y la migración de sus líneas de producción a San Luis.
Ambos casos reflejan la compleja coyuntura que enfrentan las compañías internacionales en Argentina, marcada por la caída del consumo y la presión sobre los costos operativos. Muchas empresas optan por concentrar su producción en mercados de la región que consideran más estables y eficientes.
Kenvue, con más de U$D 14.950 millones en ventas globales en 2022, es el mayor jugador mundial en el segmento de higiene y cuidado personal, con un portafolio que incluye marcas reconocidas como Listerine, Neutrogena, Tylenol, Aveeno y Band-Aid.