Potentes apellidos como Pescarmona, Elsztain, Bulgheroni, Eurnekian y Rattazzi; presidentes de las principales cámaras nacionales y de la poderosa Asociación Empresaria Argentina; máximos ejecutivos de empresas de la escala de Globant, de Techint o de Stellantis (Fiat).
El contingente de 34 invitados del mundo empresarial que aceptaron sumarse al tramo europeo que inicia ahora la gira de Javier Milei reúne a una jugosísima cuota del círculo rojo económico de la Argentina.
En esa lista, cuyo apabullante predominio porteño replica la fisonomía que tiene el mapa de negocios en el país, destaca la presencia de dos cordobeses: José Luis Acevedo, fundador y titular de Grupo Canter, y Maximiliano Bechara, directivo de Grupo Evoltis, compañía iniciada por su padre.
Los locales no sólo encarnan dos de las escasísimas presencias de empresarios del interior del país en el grupo, sino que además aportan el componente joven, también minoritario. Y lo hacen por doble vía: por edad y porque Acevedo preside la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE), entidad que agrupa a propietarios de compañías de 18 y hasta 40 años que participan activamente de su conducción. Bechara es miembro y en breve lo sucederá, respetando la alternancia cada dos años que se da la institución.
Como el resto del grupo, fueron invitados a subirse al avión por la canciller Diana Mondino, artífice del convite que los pondrá a interactuar junto a los fuertes referentes nacionales con empresarios italianos en una ronda de negocios. La llamada fue hecha, vale aclarar, al estricto estilo libertario: “no hay plata”, lo que implica que cada participante financia su pasaje y gastos y vuela al punto de reunión, en Roma, desde donde esté y por la vía que considere.
¿Por qué la cordobesa Mondino pensó en AJE? Hay varios motivos. Uno de ellos es el vigor y protagonismo que la entidad viene ganando en los últimos tiempos. En los dos años que lleva en la conducción secundado por Gretel Bodenbender (fundadora de GB RRHH y CEO de Conextion), Acevedo asegura que la nómina de socios pasó de 72 a 160.
“Somos la mayor asociación de empresarios jóvenes de Córdoba y una de las más grandes del país”, señala. Desde 2022, y en especial el año pasado, atravesado por un ajetreado calendario electoral, AJE reforzó su interacción con referentes de distintos ámbitos, en especial de la política. Los principales candidatos cordobeses y muchos de los nacionales mantuvieron un “mano a mano” con los socios de la entidad, en muchos casos por pedido de los dirigentes.
De manera temprana, en 2022, Diana Mondino fue una de ellas. La economista y también empresaria estableció un sólido nexo con AJE, estimulado por la coincidencia de ideas y muy en sintonía con la particular adhesión que la doctrina de Milei logró entre los jóvenes.
Dueño del voto joven
Distintos estudios cifraron en 70% la intención de voto que Javier Milei consolidó en el segmento de argentinos que tienen hasta 24 años de edad. El imán al “voto joven” que significó el libertario fue un fenómeno indiscutido, blanco de un sinfín de análisis en los tres turnos electorales nacionales.
Ese mismo apoyo se replica en el empresariado más novel, en especial en la provincia donde el líder de La Libertad Avanza se impuso en noviembre con el 74% de los sufragios.
“Entre los empresarios y emprendedores de menor edad, hay una clara afinidad con las ideas liberales, una demanda para que el Estado deje de ser una traba que asfixie la actividad privada y le permita oficiar como el motor de la economía que es”, sintetiza Acevedo.
“Nuestra generación está harta de eso, cansada de tener al 30% de los equipos dedicados a hacer trámites y acumular papelitos. Es un cambio cultural que ya se produjo, y se refuerza más a menor edad. Más allá de Milei, creo que se trata de una tendencia irreversible”, insiste el empresario de 38 años, que testea miradas en otros ámbitos más tradicionales donde participa, como la Bolsa de Comercio de Córdoba o la cámara que agrupa a los desarrollistas (Ceduc).
De allí que las medidas que el Presidente viene ensayando e intentando en el terreno económico tienen el favor, hasta ahora, de la enorme mayoría de los socios de AJE, destacan en comentarios fuera de micrófono.
Está claro que el núcleo del apoyo y la expectativa se asocian a la voluntad de desregular la economía y de disminuir el costo de la política y del peso y tamaño del Estado, corriéndolo de actividades que se consideran propias del mundo privado o mejor resueltas por este.
Es incierto aún cómo evolucionará la adhesión en lo que hace al comportamiento institucional de la gestión mileísta en la medida en que se confirmen o se profundicen los riesgosos desvíos con los que amagó esta semana.
Para los cordobeses, el viaje es también una valiosa oportunidad para tender nexos con los máximos referentes del mundo de los negocios en el país, aspecto que perciben como lo más jugoso de la misión. El presidente de AJE confiesa: “Nos sentimos portavoces de la capacidad productiva, de la creatividad y del ingenio que los cordobeses y nuestro ecosistema emprendedor tenemos. Queremos mostrar eso”.
