Con el fin de consolidar su proceso de crecimiento, la empresa de alimentos Georgalos tomó la decisión de –por primera vez– recurrir al mercado de capitales para financiar inversiones.
A través de un comunicado, la firma que tiene su principal planta productiva en Río Segundo informó que emitirá Obligaciones Negociables por un valor de 500 millones de pesos.
“El plan del grupo con esta colocación es destinar una pequeña parte de los fondos a reestructurar deuda de corto a mediano plazo y financiar capital de trabajo, y la mayor parte a inversiones en Capex”, informó la compañía.
Capex es la contracción del inglés “capital expenditure” y se denomina de esa manera a aquellas inversiones de capital que crean beneficios para una compañía; es decir, que se ejecutan cuando se invierte en la compra de un activo fijo o para añadir valor a un activo existente.
En este caso, Georgalos precisó que aplicará estos fondos a la compra de equipos de alta tecnología para la planta de Río Segundo, y también para la que funciona en Luján (Buenos Aires).
Según amplió Guillermo Rimoldi, CEO de la firma, las ON se emitirán bajo el régimen de oferta pública Pyme que ofrece la Comisión Nacional de Valores (CNV), con aval de los bancos Comafi y Supervielle, que serán también los colocadores.
“Es la primera vez que Georgalos utiliza un instrumento de la CNV para buscar financiamiento”, reconoció el ejecutivo.
Si bien depende de la respuesta que tenga la colocación en el mercado, el plazo que estima la empresa que tendrán las ON es de entre 24 y 36 meses.
Mejoras
El destino de los fondos, tal como consignó la empresa, será variado. En principio, una parte mínima apuntará a reestructurar deuda de corto a mediano plazo.
“No queremos estar expuestos a los cimbronazos de la economía que pegan y repercuten, más cuando hay elecciones por delante”, resumió Rimoldi. Asimismo, la firma apuesta a “incorporar fluidez en el capital de trabajo”, agregó.
De todos modos, insistió en que la mayor parte de los recursos tendrán como destino financiar inversiones de capital. No se trata solo de nuevas tecnologías sino de muchas que ya fueron incorporadas a las plantas y sobre las que todavía resta formalizar algunos pagos.
En Río Segundo, por caso, se está incorporando un refinador, terminales de líneas y cintas productivas. Rimoldi recordó que hace tres años Georgalos invirtió tres millones de dólares para reactivar la producción de su turrón Namur y había quedado inconclusa una parte del final de línea que ahora se podrá terminar.
En Luján se adquirieron envasadores, terminales y un laminador. “Son inversiones que debemos hacer, que por ahí no son visibles, pero que hacen que la producción funcione como corresponde y estar a la vanguardia tecnológica para ganar competitividad”, enfatizó.
Y completó: “Tenemos que mirar a Georgalos para adelante, no podemos mirarlo sólo para los próximos meses. Estas inversiones a lo que apuntan es a poner más sólido el sistema productivo del grupo y que si el crecimiento sigue siendo sustentable y la inflación cede un poco, estar preparados para la competencia”.
Según Rimoldi, la producción “viene creciendo muy bien en toneladas”, pero lo que está complicado es la “contribución marginal” del negocio. “Cuesta mucho sostener la producción con los aumentos sostenidos de las materias primas, pero cuando hay crecimiento al menos hay forma de zanjar estas situaciones”, sintetizó.
