Argentina, uno de los países con mayor adopción de criptomonedas de la región, vio cómo el dólar cripto se consolidó como protagonista en sus hábitos financieros. Esta preferencia no es casual: en un contexto de inflación estructural, la búsqueda de estabilidad se replicó en el ecosistema digital, haciendo de las stablecoins (monedas digitales atadas al valor del dólar) un refugio popular. De hecho, el 75% de los profesionales argentinos que cobran honorarios en Bitwage eligen hacerlo en stablecoins.
Sin embargo, este crecimiento trae consigo nuevos riesgos. Recientes incidentes, que coincidieron con el Mes de la Concientización en Ciberseguridad, expusieron la fragilidad digital que golpea al universo cripto, la cual ya no se limita al ámbito estatal.
La sofisticación del ataque y la vulnerabilidad humana
Los ataques demostraron que la amenaza digital se infiltra en lugares inesperados. En agosto, el Hospital Sommer fue víctima de un secuestro de dominio para difundir un token falso ($Sommer). Semanas después, la Policía Federal Argentina sufrió el hackeo de sus cuentas oficiales, que fueron utilizadas para promocionar otro activo fraudulento ($Mira).
Estos incidentes locales reflejan un fenómeno global en aumento. En lo que va de 2025, ya se robaron más de u$s 2.170 millones en activos virtuales, una cifra que supera el total sustraído durante todo 2024, confirmando que los ciberdelitos son cada vez más sofisticados.
A pesar de la sofisticación de los atacantes, los expertos coinciden en que la próxima gran brecha puede no estar en la tecnología, sino en el error humano o la falta de educación digital. Compañías como Bitwage, que nunca han sufrido un hackeo en más de diez años de mercado, advierten que muchos usuarios pierden fondos por caer en trampas de phishing o por un simple clic equivocado.
Siete pasos para proteger tus criptoactivos
Frente a la amenaza, los expertos del sector privado repiten una receta básica pero efectiva para el blindaje invisible de las inversiones:
1. Activar la autenticación en dos pasos (2FA) utilizando aplicaciones, y nunca con SMS.
2. Nunca guardar la frase semilla en formato digital.
3. Mantener tanto el firmware como el software actualizados.
4. Revisar las direcciones cuidadosamente antes de transferir cualquier fondo.
5. Usar contraseñas únicas para cada exchange o billetera digital.
6. Desconfiar de promociones y enlaces externos, incluso si parecen muy atractivos.
7. Considerar certificaciones y estándares al elegir plataformas.
Respuesta estatal y trazabilidad
El nuevo escenario exige un cambio de enfoque. El Gobierno argentino comenzó a endurecer los controles sobre el ecosistema cripto, mientras que la Cámara Argentina Fintech firmó un acuerdo con el Ministerio de Seguridad para capacitar a las fuerzas policiales y coordinar la investigación de delitos digitales.
Además, la trazabilidad en blockchain demostró ser una herramienta judicial poderosa, como lo probó el caso del Departamento Judicial de Azul, que logró rastrear y recuperar criptoactivos en una causa de fraude.
En conclusión, en el país donde los dólares digitales son refugio, la seguridad se ha convertido en la nueva forma de estabilidad. La lección fundamental es clara: la mejor defensa reside en la precaución del usuario y la educación digital.
























