Allá por 1973, la familia Chiaraviglio tenía una pequeña fiambrería, de nombre Marité, en la quinta cuadra de la calle Libertad, en pleno centro de Río Tercero. De allí saltó a una de las cadenas de supermercados más fuertes del interior cordobés.
Ya fallecido Miguel Chiaraviglio, su mujer y sus tres hijos continúan con la conducción de la empresa.
Arrancaron con un Rastrojero, y hoy cuentan con nueve camiones y cinco utilitarios. Empezaron con un negocio pequeño y hoy suman nueve supermercados, que en días serán 10, en los departamentos Tercero Arriba y Calamuchita.
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En sus comienzos, de a poco, aquella fiambrería fue incorporando productos de despensa y terminó uniéndose, en 1983, a la Cooperativa Caracol. Era una cooperativa de compras que funcionaba en Córdoba, para conseguir mejores precios mayoristas.
Luego, aquella cooperativa se disolvió, y en 1990 los Chiaraviglio quedaron a cargo de la marca Caracol, pero concentrados en Río Tercero.
Eso narra Marcela Chiaraviglio, una de las hijas del matrimonio fundador y hoy pieza clave de la empresa.
En 1999, la idea de unirse a otros en grupos de compras conjuntas regresó. Y ahi Caracol se unió al conocido Grupo de los 4, que integran también las cadenas de supermercados cordobeses Mariano Max, Top y Becerra. La estrategia: comprar en bloque para mejorar competitividad.
Nueva sucursal
Marcela anticipó a La Voz que el 15 de septiembre próximo inaugurarán la décima sucursal de Caracol en Hernando, ciudad de unos 12 mil habitantes en el departamento Tercero Arriba, a 60 kilómetros de Río Tercero. Aseguró que se sumarán allí 18 nuevos empleados.
La cadena cuenta con seis supermercados y con un centro de almacenamiento y distribución en Río Tercero, y sucursales en Oliva, Embalse y Almafuerte. La de Hernando será la décima, en la quinta ciudad. Chiaraviglio anticipa, además, que está en planes sumar la undécima en un par de años, en otra localidad de la región (que no precisó).
“En Hernando, que no cuenta con un súper grande, invertimos en un salón de venta de 1.050 metros cuadrados cubiertos, con panificación y playa de estacionamiento propia”, detalló la empresaria.
También detalló que están invirtiendo actualmente en dos puntos de la cadena: el centro de perecederos y el centro de distribución, en el mismo predio, separado de todos los supermercados, donde además funcionan las oficinas de administración, la panadería, y la producción de chacinados y cortados de alimentos.
La cadena Caracol tiene un total de 270 empleados directos, asegura.
Una inversión millonaria, pero frenada
Hace varios años, Caracol adquirió un amplio predio en Río Tercero, en la estratégica esquina de avenida Savio y Catamarca, en el que proyectaba construir no sólo una nueva sucursal del supermercado, sino además un centro comercial y un edificio de departamentos. Chiaraviglio señaló que “por ahora ese emprendimiento está parado, está frenado”.
Además del escenario económico, entre las razones de la suspensión citó que “Río Tercero no tuvo un crecimiento poblacional en los últimos años y el mercado de los supermercados está medio estancado; tampoco tenemos demasiada gente que venga desde afuera a la ciudad”.
Al mismo tiempo recalcó que el proyecto está aprobado por el municipio, no descartado, pero sin plazos para comenzar la construcción.
En el terreno, tras haber demolido la anterior construcción, no se registraron otros trabajos
La competencia con las cadenas más grandes
La empresaria reconoció que con ciertas ofertas puntuales ofrecidas por algunas cadenas nacionales de supermercados no se puede competir, “porque operan de distinta manera”.
Por eso, desde la firma local destacan que el sistema de compras en grupo junto con otros supermercadistas les permite mejorar su competitividad. “Se pueden negociar mejor los precios”, apuntó.
Sostuvo que Caracol implementa ofertas en forma semanal o cada 15 días.
En tiempos de inflación
Respecto a cómo enfrentan el actual proceso inflacionario, detalló que han bajado algunos costos, como los de flete, y detalló que las ventas descendieron 1,3 % trimestral.
“Pero no tenemos pensado despedir personal; por lo contrario, abrimos una nueva sucursal”, aseveró.
Recalcó que ante cada proceso inflacionario acuden “a la cautela en la toma de decisiones”.
Y a su vez, compramos –valoró– a proveedores locales, y eso les genera un ingreso a esas firmas locales.
