Starlink, la compañía de Elon Musk, superó a sus rivales históricos en el sector del Internet satelital gracias a una tecnología superior. La empresa ya no compite con las firmas satelitales tradicionales; su objetivo ahora es mucho más ambicioso: revolucionar la banda ancha, lo que incluye desafiar directamente a la fibra óptica.
Este cambio de enfoque se sustenta en su capacidad para ofrecer velocidades y latencias que los antiguos satélites geoestacionarios no pueden igualar. Los datos de Ookla confirman esta superioridad.

La red de Starlink, ubicada en órbita baja a 550 km de la Tierra, proporciona una velocidad que duplica la ofrecida por competidores como Viasat o HughesNet. Aún más crucial es la mejora en la eficiencia para aplicaciones en tiempo real: Starlink registra una latencia promedio de 45 ms, un marcado contraste con los 680 ms que ofrecen sus competidores.
Éxito y desplome de la competencia
Starlink ya superó los seis millones de usuarios a nivel mundial. Mientras tanto, la base de clientes de sus rivales experimentó caídas significativas. Por ejemplo, HughesNet registró un descenso del 29% en sus suscriptores, mientras que Viasat sufrió una caída aún más contundente: el 68%.
La ventaja única de Starlink en la industria espacial se debe, en gran parte, a la verticalidad de SpaceX, que incluye la reutilización y el aterrizaje de cohetes. Actualmente, la constelación de Starlink es masiva, con más de 10.000 satélites lanzados y 8.700 activos en órbita. Esto representa un récord sin precedentes, constituyendo el 65% de todos los satélites activos que rodean la Tierra.
Salto tecnológico: Starship y los 60 Terabits por segundo
A pesar de su dominio actual, el verdadero salto tecnológico de Starlink está por llegar con la próxima generación de satélites. La compañía está desarrollando los satélites V3, diseñados específicamente para ser desplegados mediante el cohete Starship.
Con cada lanzamiento del Starship, la red de Starlink recibirá una capacidad de descarga adicional de 60 terabits por segundo. Esta cifra es 20 veces mayor que la capacidad que ofrecen los satélites V2 Mini, que son los que se están desplegando actualmente con el cohete Falcon 9.

Con este incremento masivo de capacidad, Starlink tiene como meta conquistar el mercado urbano, posicionándose como una alternativa real y competitiva frente al cable y la fibra óptica.
Adicionalmente, la compañía está diversificando sus servicios, habiendo desplegado ya una conexión Direct to Cell. Este servicio permite que los dispositivos móviles LTE se conecten a su red sin requerir antenas adicionales. Starlink también ha adquirido espectro radioeléctrico, lo que le otorga una ventaja estratégica clave frente a competidores como AST SpaceMobile.

























