Cuando Lucas Mendoza dejó su trabajo en un banco para dedicarse a la educación canina tal vez no imaginó que terminaría encabezando uno de los emprendimientos más innovadores del universo pet friendly (amigable con las mascotas) cordobés.
DogTruck, su empresa de aseo (grooming) canino a domicilio, nació en 2017 con un concepto simple y disruptivo: transformar una camioneta en una peluquería móvil, equipada como un local profesional, que llegue hasta la puerta de la casa del cliente para bañar y cuidar a las mascotas sin que sus dueños tengan que trasladarse.
Hoy, el emprendimiento ya cuenta con tres unidades móviles –una de ellas fruto de una franquicia en modo de prueba piloto– que operan en 20 barrios cerrados de la ciudad de Córdoba.
El sistema funciona a capacidad plena, con turnos asignados exclusivamente a clientes frecuentes, y con un nivel de demanda que supera largamente la disponibilidad actual.
Ahora, tras más de ocho años de experiencia, Mendoza lanzó oficialmente el modelo de franquicias para su empresa, una oportunidad para emprendedores que amen a los perros y quieran replicar el negocio.
Crecer sin perder la esencia
Para avanzar con el sistema de franquicias, el fundador del emprendimiento no está buscando inversores a secas: quiere gente comprometida, que trabaje en el servicio, que ame a los perros y desee dedicarse de lleno.
“Yo trabajé ocho años en un banco y cambié mi vida por los perros. Quiero franquiciados que hagan lo mismo, no alguien que compre cinco camionetas y ponga empleados. El vínculo se pierde. Y acá la confianza es todo”, aclaró Mendoza.
La franquicia se plantea como un modelo accesible: no requiere local, tiene bajos costos fijos y está pensada para arrancar con una sola unidad móvil, con la posibilidad de escalar.

Una camioneta usada y equipada, tipo utilitario, puede rondar los U$S 30.000, incluyendo el armado, la marca y la formación.
“Es una inversión más baja que la de un negocio tradicional, y la rentabilidad es muy buena. Sólo se necesita combustible, shampoo, que proveemos nosotros, y ganas de trabajar”, destacó el fundador de DogTruck.
Desde la marca ya se desarrollaron manuales, procesos y una alianza con una empresa de alimento balanceado, que patrocina el ploteo de los vehículos. También hay respaldo comercial, contactos y hasta base de clientes.
Mendoza agregó: “Si el franquiciado arranca en uno de los barrios donde ya tengo presencia, yo lo presento, lo recomiendo y en una semana tiene la agenda llena”.
Una experiencia completa
Una de las claves del modelo de servicio está en el trato personalizado.
“Vengo de la educación canina, entonces puedo anticipar conductas, evitar mordeduras y hacer que el perro se sienta cómodo”, afirmó el emprendedor.
Además, el vínculo con los dueños también es fuerte, pues es habitual que le consulten a Mendoza qué hacer si la mascota tiene un comportamiento raro, dónde hacerla atender y qué comida darle.
El auge de los servicios pet friendly no es novedad. El gasto promedio en mascotas crece año a año y los perros se han consolidado como miembros activos de la familia. Hay guarderías, hoteles, cumpleaños y la peluquería para muchos ya no es un lujo, sino parte del cuidado básico.
DogTruck quiere aprovechar ese contexto para crecer ordenadamente. Al respecto, Mendoza aseguró que “no quiero explotar por hacerlo rápido. Quiero crecer bien, con gente que valore a los perros y al servicio”.
Precisamente por considerar que el negocio está maduro para replicarse, el fundador del emprendimiento insiste en la ventaja que constituye para el franquiciado saber que la marca cuenta con clientes fijos, influencers en redes sociales y gente que confía en el servicio.
“Hoy tenemos más trabajo del que podemos cubrir. Eso sólo se resuelve sumando personas que compartan esta pasión”, añadió.
El nacimiento de una idea
El concepto de DogTruck surgió cuando Mendoza supo de un servicio de este tipo en Estados Unidos. El emprendedor, que por entonces ya trabajaba en educación y guardería canina, decidió adaptar la idea al mercado cordobés.
“Luego de distintas pruebas y cambios de formato, armé una camioneta tipo utilitario y ahí el servicio se volvió más funcional”, contó Mendoza.
Cada vehículo cuenta con su propia bañera, agua caliente, turbinas de secado, productos de higiene y un sistema de recolección de agua sucia. Al llegar al domicilio, los operadores se conectan a la red eléctrica, buscan al perro y en media hora lo devuelven limpio y perfumado.
Cada móvil está atendido por dos personas. “Uno maneja, el otro baña, los dos secan, subimos varios perros si es necesario. La logística está muy aceitada y conocemos a cada cliente, tanto humano como canino”, detalló Mendoza.
En la medida en que el sistema de franquicias se consolide, DogTruck planea para el futuro ampliar el servicio, como por ejemplo con una guardería canina diaria, aprovechando una tendencia mundial que en Argentina recién está dando sus primeros pasos.