En la producción porcina, la mayoría de los indicadores están en alza. Entre enero y agosto (último dato disponible), se faenaron casi cinco millones de cabezas que derivaron en la producción de 465.231 toneladas de carne, un 7,5 por ciento por encima del año pasado, de acuerdo con datos de la Subsecretaría de Ganadería de la Nación.
Y si bien las exportaciones se redujeron levemente (2,1 por ciento), el consumo interno siguió escalando hasta alcanzar un nuevo promedio de 15,7 kilos por habitante al año, un 4,7 por ciento más que en 2020.
Esta curva ascendente ya lleva una década y está dejando como huella también un alto flujo de inversiones que se canalizan en los corazones agropecuarios del país, donde existen productores que ven la oportunidad de agregarles valor a sus granos a través de la transformación en proteína animal.
Es el caso de la cooperativa Cotagro, de General Cabrera, que tiene 18 unidades de negocio: una de las últimas fue la construcción, en conjunto con más de 30 productores asociados, de una granja porcina de vanguardia, con capacidad para mil madres, que ahora ampliará un 50 por ciento para sumar otras 500. Eso implica una inversión de 6,5 millones de dólares.
En general, para un establecimiento porcino promedio, se estima que la inversión necesaria por cada cerda ronda entre siete mil y ocho mil dólares. Pero, en el caso de Cotagro, según reveló el titular del consejo de administración, Rubén Borgogno, se calculan unos 13 mil dólares debido a la altísima tecnología con que cuenta el establecimiento.
Entre otras cosas, por ejemplo, es uno de los pocos criaderos de cerdos en Córdoba y en el país que tienen todos los efluentes almacenados en lagunas impermeabilizadas. Gran parte de estos se destinan a la planta de generación de energía eléctrica con biogás que Cotagro tiene junto con la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos de General Cabrera (Copesp) y la empresa Cleanergy. Otra parte se aplica de manera directa, como fertilizante orgánico, en campos de alfalfa.
Por eso Cotagro resultó una de las empresas nominadas en el certamen Córdoba Empresaria de La Voz, en la categoría Sustentabilidad.
“Las instalaciones son fantásticas y garantizan el bienestar animal. Está todo automatizado y la gestación no es en jaulas, como es usual en la mayoría de las granjas, sino en grupos. Y la alimentación es a través de una pasta líquida, que permite una mejor conversión en términos de kilos de carne y es más eficiente porque se generan menos pérdidas, pero también es más costosa. Y lo ambiental es clave: no producir impactos también es dinero”, remarcó Borgogno.
En total, el proyecto completo de Cotagro es llegar a tener cuatro mil madres en producción en los próximos años, lo que significa una inversión de más de 30 millones de dólares.
Más proyectos
En septiembre pasado, Cotagro presentó una inversión de 3,5 millones de dólares para ampliar las instalaciones que tiene en Río Cuarto.
Allí adquirió hace dos años una planta de acopio que era propiedad de la Compañía Argentina de Granos (CAG) con capacidad para almacenar 25 mil toneladas. En ese predio de 36 hectáreas, ubicado a la vera de la ruta 8, Cotagro sumó dos silos con capacidad para cinco mil toneladas cada uno, y adaptó una celda grande, sin piso, en la que ahora se pueden acumular hasta 6.500 toneladas de fertilizantes. Y también instaló tres tranques de 100 mil litros cada uno para comercializar combustible Puma.
Con 480 empleados y presencia en 23 localidades del sur de Córdoba y de Santa Fe, la apuesta de Cotagro es continuar con este plan de inversiones.
En materia de acopios, planean construir uno nuevo en La Carlota, donde la cooperativa estaba alquilando una planta y además comercializa combustibles de la unidad YPF Agro.
Pero el plan más ambicioso es comenzar a fabricar biodiésel sumándose al programa BioCba del Gobierno provincial.
“Nosotros ya tenemos dos plantas extrusoras de soja: una línea es para elaborar alimento balanceado para los cerdos, y la otra, para nuestro feedlot y otros criaderos porcinos de la zona. Es decir, ya tenemos el aceite que queda durante ese proceso, sólo nos falta el paso de convertirlo en combustible. Y tenemos una flota enorme de camiones y vehículos a los que podemos abastecer”, destacó Borgogno.
Además, recordó que la ley aprobada en Córdoba permite el canje de cereales por biocombustible, por lo que podría ser una oportunidad para que muchos asociados puedan incorporar el biodiésel sólo con entregar sus granos a la cooperativa.
