Un astillero en Villa Carlos Paz. Eso es Piccini Boats, empresa que inauguró hace pocos días su nueva planta en la zona industrial de esta ciudad del Valle de Punilla.
La firma, que encabeza Mauro Piccini, nació de una casualidad y a partir del sueño de su padre, Eduardo Piccini, creador hace décadas de la firma Indusplast, reconocida por la fabricación de piscinas en fibra de vidrio, y quien falleció en 2015.
“Cumplimos cinco años con el astillero, en un proyecto que nació hace nueve años, cuando empezamos con la primera embarcación”, cuenta Mauro Piccini a La Voz.
Asegura que en estos cinco años el ritmo de producción se aceleró a partir de la demanda que se observó en el mercado. “Ya hemos exportado a Uruguay, hicimos la semana pasada la primera venta a Paraguay y se abre la posibilidad de llegar este año a Chile y a Estados Unidos”, apunta.
“Lo más importante es que estamos creando lanchas que se van a usar en ríos y en lagos. La gente nos elige por la calidad de nuestros productos y el estilo que tenemos para diseñar nuestras embarcaciones”, afirma el empresario.
Algo de historia
“La idea surge de mi viejo, Eduardo, quien quiso hacer un barco para ir a pescar con sus amigos y dejarlo en Santa Fe”, cuenta Mauro. “Cuando fallece, con dos amigos míos decidimos dejar ese proyecto y se nos ocurrió armar otro de manera más comercial, sobre un producto premium, de nicho, lo que hoy se conoce como 229″, explica.
“Mi idea era hacer algo más comercial con un producto distinto, con un nivel alto, producir para el cliente, y que el cliente pudiera elegir tapizados, color del casco, la personalización en la gráfica y otros detalles”, relata y agrega que la primera lancha fue un suceso, con lo que se abrió pronto paso a lo que hoy es una de las firmas más destacadas en la construcción de embarcaciones en el país.
“Luego empezamos a crear nuestra propia identidad de diseño y el año pasado produjimos el segundo producto: la 209″, expresa. “Es el quinto de la gama total que teníamos en ese entonces”, marca.
La inauguración del astillero en Carlos Paz es un paso nuevo para la empresa.
“Nos ha ido realmente mucho mejor que lo que teníamos como expectativa. Nuestro proyecto era hacer 12 lanchas por año; y en cinco años, hemos llegado a vender 110 en un año”, afirma Piccini.
Y sigue: “Hoy, con esta embarcación, aspiramos a llegar a un volumen de 130 lanchas anuales, ya que este producto que presentamos es el de más salida en el mundo náutico y pasa a ser el más moderno del mercado”.
Pasado, presente y futuro
Mauro cuenta que, en 2019, mientras se terminaba de hacer la mudanza de la planta de Indusplast de Carlos Paz al Polo Industrial de Malagueño, se decidió trabajar en conjunto con las piletas y los botes.
La compleja mudanza terminó de concretarse en 2022 y el espacio que ocupaba Indusplast en Carlos Paz quedó libre para que se desarrollara de manera específica toda la técnica necesaria para un astillero de última generación.
“Carlos Paz es la capital sentimental del grupo de empresas y esta refuncionalización permitió que en Carlos Paz pudiéramos hacer todas las cañerías nuevas y las bases de seguridad que pide hoy la industria”, expresa Piccini.
“El astillero hoy tiene un altísimo nivel de calidad y de seguridad como pocas plantas de náutica en Argentina y como pocos lugares en el mundo”, asegura el empresario.
El objetivo que se logró es el de contar con espacio físico para guarda de unas 30 lanchas y la producción de tres lanchas mensuales.
Por otro lado, afirma que la idea es avanzar “con un crecimiento ordenado y prolijo” para completar toda la gama de lanchas desde los 16 pies hasta los 23 pies, pasando por el segmento más vendido, que es el de 19 pies.
Exportar desde Córdoba
El próximo paso es la exportación a Chile y a Estados Unidos, países con los que ya hay una relación avanzada para un desembarco. En Uruguay y en Paraguay ya hay embarcaciones de Piccini Boats.
“Estamos muy orgullosos de este proceso que se dio con la integración de las dos empresas, de piletas y de embarcaciones; fue un crecimiento compartido muy interesante”, remarca. Plantea que la sinergia entre las dos ha sido importante, ya que el proceso de crecimiento de Indusplast fue aprovechado por Piccini Boats para avanzar más rápido en el mercado del procesamiento de la fibra de vidrio.
“El punto de unión entre las dos empresas es el agua. Eso hace que todo sea tan parecido y diferente al mismo tiempo”, indica Mauro.
La fuerza de la marca
Para Mauro Piccini, su apellido está relacionado con la industria del plástico y de la fibra de vidrio. “Mi papá empezó en 1982, cuando yo tenía 1 año. Yo me especialicé en el tema, y eso tiene que ver con la historia familiar”, asevera el empresario.
Y afirma: “Lo más interesante es el equipo colaborativo que hay entre las dos. Es impresionante cómo se van vinculando los equipos de trabajo, eso permite que equipos de las lanchas trabajen con los equipos de las piletas, y en esa relación se consigue hacer cosas distintas y lindas”.
