En julio, mes de las vacaciones de invierno, salieron del país 843.066 residentes por turismo, 26,5% más que en igual mes de 2024. Fue la mayor salida de turistas para julio desde 2017, cuando habían viajado 1.004.278 residentes, destaca Analytica Consultora, partiendo de datos del Indec.
En Córdoba, por el aeropuerto Taravella se fue a pasear al exterior un 72% más de viajeros que hace un año, aprovechando una oferta de vuelos internacionales que no deja de crecer.
El turismo emisivo es uno de los nichos de consumo con mayor crecimiento desde 2024, combustionado por el “dólar barato” que los argentinos son tan eficaces en aprovechar.
Sin embargo, la inestabilidad cambiaria y las ideas y vueltas en la política monetaria nacional en las últimas semanas impactaron también en este sector, lo que generó cierta pausa. A la vez, la belicosidad asociada al proceso electoral que corre hasta el 26 de octubre se suma como otro ingrediente que pone al consumidor en “modo incertidumbre”.
Ese es el escenario que describen de manera coincidente grandes operadores turísticos cordobeses, que confían en que se trata de una situación transitoria que quedará superada antes de la temporada alta. Como señal positiva, destacan la decisión sostenida de las aerolíneas de hacer crecer su oferta de asientos internacionales para el próximo verano.
Muchas consultas, pocas ventas
“Consultas hay muchísimas, pero compras, pocas en las últimas semanas. La suba y baja del dólar generó una contracción en el mercado. Creemos que luego de las elecciones esto podrá disiparse”, sintetizó Gustavo Peralta, presidente de la Asociación Cordobesa de Agencias de Viajes (Acav).
“Empezamos el año con un desempeño muy bueno. La combinación de una economía en crecimiento con expectativas de estabilidad cambiaria generó mucha demanda. Pero todo se paró en los últimos 15 a 20 días como resultado de la incertidumbre instalada en el escenario nacional y así en la gente. Notamos un ‘amesetamiento’ de las consultas”, coincidió Gustavo Beggiato, de Beggia Turismo.
“Estamos viendo hasta hoy aviones llenos, pero esos viajes se compraron meses atrás”, agregó.
Para Guillermo Toselli (Juan Toselli Intl Tours), los primeros seis meses del año también fueron muy buenos en ventas, pero en las últimas semanas se instaló la incertidumbre que lleva al consumidor a esperar y especular respecto de qué pasará con el precio del dólar. El temor es cómo el tablero electoral le pegue a la divisa. “Pero las aerolíneas siguen apostando al turismo emisivo y los vuelos salen llenos. Todos los cañones apuntan a Brasil, la oferta es enorme y allá están como locos esperando a los argentinos”, analizó.
Sin embargo, en comportamiento humano no todo es matemático: hay una cuota de consumidores a los que la falta del certeza no los paraliza, sino que los hace comprar.
Federico Maccio, propietario de TDH, lo describe: “Hay semanas en las que la gente se mete al freezer, producto de la incertidumbre; y otras en las que se acelera para aprovechar un dólar que percibe como barato antes de que suba. En las dos últimas semanas, trabajamos muy bien, pero antes había muerto el consumo”, describió.
Aclaró, de todas maneras, que el interés de la gente es muy superior a la toma de decisiones: “La dinámica es que, de cada 100 consultas, se venden 10 viajes. El grueso del público que sale de vacaciones las define entre octubre y noviembre”.
Por fuera de ese segmento mayoritario, el viajero al exterior de mayor poder adquisitivo sí está comprando viajes al Caribe para la temporada alta en esta época del año. Este perfil de turista sabe que, sea cual fuere el contexto, va a vacacionar afuera y en muchos casos prefiere tener su paquete completo resuelto antes de posibles saltos de la divisa norteamericana.
“Si en 30 a 45 días la macroeconomía y la política argentinas acompañan, la demanda explotará”, anticipó Maccio. El empresario sintetizó la fórmula que viene consumiéndose y que se espera prime este verano: 70% Brasil y 30% Caribe (Punta Cana y Cancún).
Cuotas para estimular el turismo nacional
La expectativa coincidente entre agencias y operadores es que, así como el turismo emisivo seguirá desempeñándose hacia arriba, el doméstico enfrenta otra temporada estival complicada.
“El problema es que la industria turística interna no pudo ganar competitividad. A hoteles y a restaurantes los costos se les dispararon, no les bajaron los impuestos ni les dieron mayores facilidades para contratar personal. Y tienen que competir, por ejemplo, con Brasil, que nos resulta mucho más barato”, señaló Maccio, describiendo una mirada compartida en el sector.
Desde la Acav, Gustavo Peralta coincide, pero advierte: “Lo positivo es que se está trabajando en desarrollar alternativas de financiación para la temporada de verano. Me consta que la Nación y el sector privado están de lleno en eso, y que se trata de replicar un modelo que funciona en las concesionarias de autos”.
En la última semana, el secretario de Turismo, Deporte y Ambiente, Daniel Scioli, anunció en la 173ª Asamblea del Consejo Federal de Turismo (CFT), en San Juan, una línea de financiamiento en conjunto con el Banco Nación. La novedad, que se suma a la decisión de seguir generando feriados largos, muestra cierto giro en la gestión libertaria y una mayor preocupación por estimular la demanda interna a esta actividad.
El Nación ofrecerá financiamiento en hasta 12 cuotas para hotelería, gastronomía, transporte, alquiler de autos, balnearios y productos regionales. El objetivo del Gobierno es “incentivar el consumo local” frente a la creciente competencia de destinos internacionales más accesibles.