En abril de este año, llegaron al aeropuerto Córdoba “sólo” 4.600 turistas extranjeros. Se trata del número más bajo registrado en un abril desde 2018, año en que el Indec comenzó a relevar ese flujo con su Encuesta de Turismo Internacional.
Vale mencionar que no se considera el lapso distorsionado por la pandemia de Covid 19, el parate que significó sobre la actividad aérea: los abriles de 2020, de 2021 y de 2022.
Cada abril, ingresaron desde el exterior al aeropuerto local 6.800 viajeros (en 2018); 5.600 (2017); 2.900 (2022, con vuelos aún restringidos); 5.400 (2023); 5.200 (2024), y 4.600 (este año).
En paralelo a esa muy baja llegada de extranjeros, abril último marcó el mayor déficit de balanza turística de la década: los residentes locales que salieron al exterior fueron 27.700, es decir, una relación de seis por cada extranjero que llegó. Ese flujo dio un salto de casi 52% respecto de 2024, y también se ubicó por encima de los números de 2023 y de 2019.
Efecto dólar barato
El fenómeno está en perfecta sintonía con lo sucedido a nivel nacional: en abril, según el Indec, entraron al país casi 700 mil personas (8,3% menos que hace un año), mientras que salieron 1,4 millones de residentes (+30,5%).
“El resultado fue un saldo negativo de más de 700 mil visitantes, el peor número para un mes de abril desde el comienzo de la serie, en 2016”, informó la consultora Equilibra a partir de las estadísticas oficiales.

En los años 2016 y 2017, el Indec no discriminó el flujo gestionado por el Taravella, pero la tendencia indica que para Córdoba la marca de este abril también es la más negativa de la década en materia de flujos receptivo y emisivo.
La causa del desbalance es una: el tipo de cambio. El dólar barato oficia como un fuerte incentivo del turismo emisivo y, en idéntica magnitud, un disuasor del receptivo.
Un análisis del Ieral sobre el tipo de cambio real multilateral muestra que está en uno de los niveles más bajos desde 2002; sólo inferior en 2015 (alrededor de un -10%). A precios de mayo de este año, el valor del dólar se halla un 30% por debajo del promedio de los últimos 25 años: en $ 1.146, contra el promedio de $ 1.636.
En sintonía con ese fenómeno, el déficit entre turismo emisivo y receptivo se viene profundizando: en abril de 2023, hubo 2,59 cordobeses volando al exterior desde el Taravella por cada extranjero; en el mismo mes de 2024, fueron 3,5 cada uno y este año seis cada uno.
Si se miran ambos flujos en lo que va de este año, la relación se ubicó en 4,16 turistas salientes por cada entrante en enero; 6,55 en febrero; 5,38 en marzo, y los citados seis en abril.
En el cuatrimestre, entraron por el Taravella 30.500 visitantes desde el exterior, mientras que salieron 126.800 locales a hacer turismo afuera.
Más oferta internacional
Las aerolíneas que operan desde el hub cordobés leyeron hace tiempo este giro de 180 grados en el sentido del turismo y para el último verano su oferta de asientos al exterior creció, mientras que la de domésticos se mantuvo o permanece por debajo de años previos a la pandemia.
En idéntica línea, los últimos anuncios fuertes pertenecen a compañías que conectarán a la plaza local con más destinos fuera del país.
GOL Líneas Aéreas, la compañía aérea líder de Brasil, sumó una nueva ruta internacional desde el 12 de abril: Córdoba-Recife, capital del estado de Pernambuco, en el nordeste de Brasil, con una frecuencia semanal ida y vuelta.
A la vez, en mayo y en junio opera cuatro vuelos semanales a Río de Janeiro y desde el 22 de junio, con el comienzo de la temporada alta, vuelva a ofrecer un vuelo diario.
Durante el primer semestre de 2025, GOL aumentará un 55% su oferta de vuelos entre Argentina y Brasil, en comparación con el mismo período del año anterior.
Otra novedad fuerte llega al hub de la mano de Avianca: a partir del 16 de junio, Avianca operará una nueva ruta directa entre Bogotá y Córdoba, con tres frecuencias semanales. El objetivo es cargar los aviones de flujo turístico y de negocios.
En estos y en el resto de los casos, la Agencia Córdoba Turismo viene realizando gestiones e inversiones para lograr que la mayor conectividad internacional incremente el número de visitantes extranjeros. Le toca, en este contexto, el gran desafío de pelear contra el modelo de dólar barato que incluye el plan macro del Gobierno nacional.
Preocupación por el drenaje de dólares
El déficit de la balanza turística equivale a pérdida de dólares, ya que el flujo de divisas que sale del país con los residentes supera ampliamente el gasto que aquí hacen los visitantes extranjeros.
Un análisis del economista Amílcar Collantes (publicado por Infobae) sobre registros de “base caja” del Banco Central señala que, entre enero de 2024 y marzo de 2025, el turismo se “comió” los dólares aportados por Vaca Muerta.
En ese lapso, la balanza comercial energética –la diferencia entre importaciones y exportaciones– registró un superávit acumulado de U$S 5.379 millones. Pero, en el mismo período, la salida neta de divisas por turismo y por gastos con tarjeta en el exterior sumó US$ 8.438 millones, es decir, una diferencia de U$S 3.059 millones.