A un año de que el Gobierno nacional dispusiera restricciones a las exportaciones de carne bovina, frigoríficos de Córdoba siguen apostando al comercio exterior del alimento.
Después de tres años de trabajo y de la implementación de un plan de inversión de más de 800 millones de pesos, el frigorífico Bustos y Beltrán SA fue recientemente habilitado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) para exportar a la Unión Europea.
A partir de esta nueva condición, la planta ubicada en Juárez Celman, espera poder contar con un cupo de 200 toneladas para el periodo comercial 2022/2023, que comenzará a regir a partir del 1° de julio próximo.
La cuota Hilton, conformada 29.500 toneladas de cortes vacunos de alta calidad que cuenta con un tratamiento arancelario preferencial, no está alcanzada por las restricciones comerciales impuestas por las autoridades argentinas desde mayo de 2021.
Después de 11 años, Córdoba volverá a tener tres planta para la cuota Hilton
Con la incorporación de Bustos y Beltrán, Córdoba sumará tres establecimientos a la nómina de frigoríficos del país habilitados para vender a Europa.
Hay que retrotraerse hasta el ciclo 20210/2011 para encontrar la misma cantidad de frigoríficos cordobeses autorizados para embarcar hacia el viejo continente.
En ese momento estaban operativos Logros (ubicado en Río Segundo), Vare (en la misma ciudad) y Estancias del Sur (Unquillo).
El mejor momento fue en 2008, cuando había cinco frigoríficos (además de los tres mencionados estaban frigorífico Río Cuarto y Col-Car, en Colonia Caroya) que comercializaban cortes a ese mercado.
En el ejercicio 2008/2009, las plantas de Córdoba alcanzaron el mayor volumen de cuota Hilton asignado en Córdoba: 1.939,5 toneladas.
Desde 2003, Logros tiene presencia ininterrumpida en mercado europeo y el año pasado se volvió a sumar –luego de 13 años– la planta de Río Cuarto, propiedad del frigorífico Coronel Moldes.
“Es un gran paso que la empresa logró en su proceso de transformación, para poder exportar a los mercados más exigentes”, aseguró a La Voz Juan Manuel Beltrán, presidente del frigorífico Bustos y Beltrán.
Inversiones y mano de obra
El plan de inversiones en infraestructura puesto en marcha por el frigorífico significó duplicar la capacidad de frio, ampliar la sala de faena, incorporar una nueva sala de desposte con maquinaria de última generación, e instalaciones para bienestar animal y mejoras en la eficiencia energética.
El empresario, no obstante, remarca que las habilitaciones sanitarias no se logran sólo con inversiones en infraestructura. “Es indispensable el compromiso y el involucramiento de toda la organización para lograr las buenas prácticas que exigen los mercados internacionales”, aclara.
La mayor demanda en su capacidad de producción se traduce también en la generación de mano de obra. “En el transcurso del año se incorporaron 35 trabajadores para cubrir nuevos puestos y se prevé la incorporación de más de 100 en el mediano plazo”, asegura Beltrán.
Más allá del logro alcanzado con la habilitación europea, el industrial admite que el cepo a las exportaciones de carne vacuna es un gran condicionante para poder seguir creciendo.
A finales del año pasado, el frigorífico logró hacer su debut en el comercio exterior. Fue con el primer embarque a Brasil, más precisamente a San Pablo.
Comenzó con la exportación de cortes premium congelados como tapa de cuadril (picahna), corazón de cuadril, ojo de bife y bife de chorizo con la marca comercial Black Bull.
Desde hace tres años, el frigorífico viene exportando menudencias que no se consumen en el mercado interno a Hong Kong, Perú, Brasil y África.
Estados Unidos, en la mira
En complemento con la estrategia exportadora, la empresa planea, además, potenciar sus ventas en el mercado interno, debido a que las exportaciones generan grandes remanentes de cortes (costilla, matambre, vacío, nalga, tapa de asado, falda y paleta) para abastecer la demanda doméstica.
Con el visto bueno de Europa ya logrado, la empresa sigue esperando la habilitación de China, que se ha visto demorado por la pandemia por Covid-19. “Un mercado muy importante que compra principalmente carne de vaca y toro”, destacó el empresario.
El próximo objetivo de Bustos y Beltrán es lograr la habilitación para Estados Unidos, un destino para el cual proyecta contar con la autorización para 2023.
