La industria de la construcción redondeó un 2021 con una mejora sustancial en su nivel de actividad y arrancó de igual modo este año, sin embargo en las empresas –inclusive las del rubro desarrollista– aparecen dudas sobre cómo continuará el ciclo, en parte por las dificultades operativas que comienzan a aparecer por el impacto de la inflación.
Las firmas vinculadas con la obra pública de Córdoba están en un sostenido nivel de actividad en parte por la continuidad del plan de infraestructura provincial, situación que también caracteriza a las que comercializan productos terminados, como departamentos, housing o locales comerciales.
El mayor cuello de botella aparece no tanto en la provisión de insumos (que por otro lado sí vienen con sostenidos aumentos, según el Indec), ni en la falta de clientes, sino en la gestión de recursos humanos. Alinear la demanda con la oferta, y sobre todo compatibilizar los presupuestos destinados al pago de honorarios y salarios, es un desafío, coinciden fuentes de los dos sectores.
El precio de los especialistas
El dilema no está en el personal de base, operarios o albañiles, sino en tareas especializadas. En la industria de la construcción existe un enorme colchón a nivel de operarios. Durante la pandemia, sólo en Córdoba y por la paralización de obras se cayeron 12 mil puestos que ahora empiezan a recuperarse.
“Está más difícil encontrar capataces, maquinistas, jefes de obras, y ni qué hablar de profesionales universitarios”, dice Luis Lumello, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción Córdoba.
“Cuesta conseguir arquitectos, ingenieros, capataces de obra”, indicó Lucas Salim, presidente de Proaco. También se ha convertido en algo “muy complicado” mantener los planteles de revocadores o yeseros que requieren de alguna especialización mayor, agregó.
El pedido para equiparar o superar a la inflación alcanza también a esta parte del cuentapropismo. La situación se observa inclusive en construcciones particulares, viviendas, donde los presupuestos en el rubro mano de obra motivan continuas reconsideraciones o finales abruptos en la relación.
Puertas adentro de las empresas, en las áreas de desarrollo tecnológico, sistemas y programación, el dilema también es similar, añadió Salim. Para las Pyme es difícil seguir el ritmo de la demanda de las compañías grandes en esos campos. “En general la gente empezó a pedir ajustes por encima de la inflación o se van”,
Cruce de curvas
El otro factor que motiva inquietud es la incertidumbre que reina en la economía a partir de la resistencia que tiene el Gobierno a conseguir un acuerdo con el FMI por la deuda de 44.000 millones de dólares.
¿Qué tiene que ver con la construcción en Córdoba? Simple, como a todos los rubros, el impacto de la inflación pero en este caso sobre una sostenida demanda de productos. Es decir, si hay un cruce de curvas, entre la suba de precios por la inflación y la demanda, los presupuestos serán difíciles de pilotear.
Está bien que la comparación es contra un mes de pandemia, como diciembre de 2020, pero en el último mes de 2021 se produjeron subas de consumo de 42,2% en el volumen de asfalto; 30,2% en el resto de los insumos (incluye grifería, tubos de acero sin costura y vidrio para construcción); 25,0% en yeso; 22,9% en hierro redondo y aceros; 5% en cemento portland (en enero está casi igual que en el primer mes del año pasado); 4,1% en hormigón elaborado y 1% en cales.
Si se analizan las variaciones del acumulado durante todo el año 2021 en su conjunto en relación a igual período del año anterior, se observan subas de 76,8% en hormigón; 69,5% en asfalto; 40,4% en hierro redondo y aceros y 38,8% en el resto de los insumos, por citar algunos casos puntuales pero de alta demanda.
El precio de la bolsa de cemento pasó de 742 pesos en enero del año pasado (promedio país) a 1.126 en la actualidad. La suba es del 65,89%, por encima de la inflación acumulada. En Córdoba, buscando precio, se consigue a unos 1.050 pesos.
