En el país donde el taxista promedio puede hablar de riesgo país o llevar el conteo diario de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), es probable que a futuro elija dar charla sobre las acciones de Pampa Energía, la cotización del Cedear de Apple o el rendimiento del bono argentino AL30.
La explosión de las finanzas digitales no sólo está cambiando el modo en que los argentinos pagan una compra o pasan dinero a un hijo adolescente. También está transformando y ampliando la manera en que ahorran, animando cada vez a más gente a desarrollarse como inversor.
Cuentas remuneradas, fondos de inversión, dólar MEP, acciones, Certificado de Depósito Argentino (Cedear, que permiten comprar acciones de empresas extranjeras en dólares o en pesos) y bonos, constituyen un abanico creciente de instrumentos para proteger o multiplicar el dinero que llega a la mano del argentino promedio, dentro de su celular.
El proceso crece de manera exponencial en la medida en que se expande el ecosistema de empresas creadas sobre el cruce entre finanzas y tecnología, las fintech (emprendimientos de tecnología para las finanzas), raza en la que las billeteras digitales son el ejemplar más popular.
Reflejo de este fenómeno es lo que sucede en el principal mercado bursátil argentino: Byma (Bolsas y Mercados Argentinos), en esencia, la Bolsa de Valores de Buenos Aires modernizada desde 2013 a partir de la integración entre la Bolsa de Comercio y el Mercado de Valores. El acceso de los argentinos a esa infraestructura donde se negocian acciones, obligaciones negociables (ON), Cedears, fondos comunes de inversión y otros activos financieros, viene creciendo de manera exponencial.
En 2017, había según distintas fuentes no más de 400 mil cuentas de inversión (se llaman comitentes) habilitadas para operar en el mercado. Hoy, informaron desde Byma a La Voz, llegan a 20,5 millones.
Como un mismo individuo puede tener más de una cuenta, aclaran que esa cifra corresponde a nueve millones de argentinos, de los cuales 45% son del interior del país. Córdoba equivale a un 8% del total, es decir, unas 720 mil personas. Hay distintas maneras de medir el nivel de actividad, pero el promedio que registra operaciones por mes es de 1,9 millones.
¿Qué pasó en el medio para explicar semejante explosión? “Son varios factores. Pero hay un quiebre desde 2017, cuando la Comisión Nacional de Valores (CNV), reguladora de la actividad, habilitó la apertura de cuentas comitentes a distancia. Hasta ese momento, abrir una cuenta para invertir en el mercado de capitales implicaba llenar 41 páginas de información, certificar firmas y otros trámites”, detalló Pablo Juanes Roig, inversor y consultor, invitado por la Cámara Fintech Argentina a disertar sobre Wealthtech, el rótulo que cruza tecnología y gestión de inversiones.
Desde entonces, la sinergia entre una regulación más ágil y moderna (en sintonía con la que viene diseñando el Banco Central para modernizar todo el sistema financiero) y el desarrollo de un nutrido ecosistema fintech, generaron la infraestructura necesaria para dar acceso. Se trata de una galaxia de empresas y sistemas que hacen posible, por ejemplo, que una persona abra en pocos minutos y con sistema de validación por rostro una cuenta en una billetera digital, ingrese dinero en ella y obtenga rendimientos, ejecute pagos QR con ese dinero en segundos, se haga de dólar MEP, obtenga luego rendimientos de la divisa o pueda elegir acciones de compañías argentinas o extranjeras y adquirirlas con un clic desde el celular; entre muchas otras operaciones.
Inflación y MEP, dos motores
“El mercado de capitales viene creciendo a ritmo exponencial y genera números récord. Este año, el promedio diario de operaciones está 32% arriba del de 2024; que a su vez había sido 92% superior al de 2023. El volumen promedio diario de negociación en 2024 fue de U$S 5.701 millones y creció 57% este año. Se abren 600 mil nuevas cuentas por mes”, enumeran desde Byma. Y destacan que junto al incremento de la operatoria de empresas y grandes inversores, hay un nuevo fenómeno que se impone por volumen: “El gran motor del crecimiento es el segmento retail, es decir, el inversor minorista, ‘de a pie’, ese que puede arrancar con montos de hasta $10 mil pesos y al que las fintech introdujeron al Mercado de Valores”.
Un flujo importante de ingreso al mercado de valores lleva vía fondos de inversión, la alternativa para proteger y hacer crecer ahorros adoptada masivamente en los últimos años. A partir de la irrupción estelar de la “cuenta remunerada” a manos de Mercado Pago (MP), las fintech y bancos vienen ampliando y diversificando el menú de fondos para invertir y parte de ellos requieren apertura de cuenta comitente en el mercado de capitales. El de MP es un caso y por su escala, resultó el mojón de inicio de todo este fenómeno.
Según el BCRA, a fines de 2024, sólo 2,7 millones de personas tenían plazos fijos mientras que 14,7 millones de individuos contaban con fondos remunerados (FCD) en billeteras. Ese instrumento es importante también porque viene operando como un primer escalón para el ahorrista a la hora de proteger su dinero; el inicio de un camino que lo lleva a interesarse por otros modos de obtener rendimientos.

Otra vía de ingreso fuerte al Mercado de Valores (con enorme protagonismo en 2024) fue la compra de dólar MEP; facilitada también por las billeteras digitales. Este modo de hacerse de dólares implica una operación de compra y venta de bonos en el mercado de valores y, por lo tanto, requiere abrir una cuenta comitente. Miles de argentinos accedieron a la bolsa por ese motivo, incluso sin saberlo; y explica parte de los 20,5 millones de cuentas hasta hoy habilitadas.
“Lo positivo es que quien entra al Mercado de Valores no se va de él”, apuntan desde Byma, destacando al MEP y a los fondos como primeros pasos de un camino que está llevando al pequeño inversor a instrumentos otrora lejanos para él como acciones, Cedears y bonos.
Destino final: comprar Apple, YPF o el bono AL30
En Ualá, la fintech con una de las ofertas más completas en materia de productos de inversión con foco en el segmento retail, describen este “camino del inversor” que transitan cada vez más argentinos.

Es una de las ocho billeteras que operan con Byma y debido al gran número de usuarios/inversores que tiene (más de 3 millones usando distintos productos) hay jornadas donde genera hasta el 40% de las operaciones en el mercado de valores. Lo hace desde su propio agente de Liquidación y Compensación (Alyc): Ualintec Capital.
“La cuenta remunerada es la puerta de entrada. Luego sigue el MEP y de allí llegan al trading: Cedears, acciones y bonos, en ese orden”, revela Pablo Savoldelli, director de Wealth Management de Ualá. “Los Cedears son acciones de grandes empresas, muy conocidas por la gente; son 40% del trading. Nuestro top cinco incluye a Coca-Cola, Amazon, Google, S&P 500 y Nvidia. El promedio invertido (ticket) está entre $ 60 mil y $ 80 mil. De allí el inversor suele pasar a acciones de empresas argentinas líder (ticket promedio $ 30 mil a $ 40 mil) y, como tercer paso, se anima a los bonos, que si bien tienen barrera muy baja de ingreso su operatoria es algo más compleja de entender. El ticket promedio va de $ 15 mil a $ 20 mil”, agrega.
La mayoría de los inversores en Ualá son debutantes. Entre los hombres, el 46% ya tiene Cedears y entre las mujeres, el 28%. La app ofrece un menú de 100 propuestas, además de acciones y bonos, todos mostrados de manera accesible junto a sus precios y rendimientos. El entorno a medida del usuario busca facilitarle la prueba y el aprendizaje. La simplicidad es un rasgo transversal de las fintech y una clave de su éxito.

Naranja X lanzó Frascos y acertó: los ahorristas crearon uno por segundo
Naranja X es otra de las fintech que alimenta la expansión de la oferta de productos de inversión accesible para el público masivo. “Comenzamos ofreciendo la cuenta remunerada como primer paso para que los usuarios vieran su dinero crecer día a día. A hoy, el 90% de los clientes elige remunerar sus saldos. En el contexto actual de baja inflación sigue siendo atractivo por su accesibilidad y cero requisitos; pero avanzamos hacia productos diferenciales que permiten mayores rendimientos, como Frascos”, señala a La Voz Victoria Minassian, directora de Desarrollo de Producto en Naranja X.
La fintech que supera los 8 millones de usuarios activos habilitó “Frascos” en su app hace seis meses, un producto innovador que permite invertir dinero a 7, 14 o 28 días a tasas que hoy van del 31% a 34%. Ofrece ventajas significativas frente a un plazo fijo tradicional porque tiene mayor flexibilidad, se pueden categorizar, nombrar y desarmar cuando se necesite. Es novedosa también su interfaz visual, muy simple y con conexión emocional a objetivos personales: permite a cada usuario nombrar el frasco en función al destino de ese ahorro y ponerle una imagen.
El producto fue un acierto: en seis meses llevan creados más de 14 millones, y hace tres semanas se alcanzó el hito de más de 100 mil Frascos activados en un día, es decir, uno por segundo.
“Entendimos algo fundamental: el dinero significa cosas diferentes para cada persona. Para algunos es seguridad, para otros libertad, para otros es una forma de construir un futuro. Pero mientras el ahorro se asocia a la protección y los sueños; la inversión, en cambio, se vincula a la especulación y el riesgo. Frascos sublima esos dos mundos y habla el mismo idioma que nuestros clientes”, analiza Minassian.

Urgente, educación financiera para todos
Para los equipos de la fintech, la respuesta de este producto prueba que existe una enorme demanda reprimida en soluciones de inversión pensadas en base a la realidad financiera de las personas. Y muchísimo por trabajar en educación financiera, una materia que todo el ecosistema fintech considera clave y que colabora en expandir.
Junto a las iniciativas del Banco Central Argentino y de la Comisión Nacional de Valores, la gran mayoría de las empresas invierte en educación financiera, una formación clave para que el ahorrista sepa lograr protección y crecimiento real de su capital. Lo propio hace la Cámara Argentina Fintech, y otras entidades vinculadas al mundo financiero.
“No nos engañemos porque todavía existe una profunda desigualdad en el acceso a la inversión”, reflexiona Minassian. La ejecutiva confirma que el plan de Naranja X es seguir habilitando la evolución de sus clientes inversores con la oferta de nuevos productos como Cedears y otros instrumentos. “Definitivamente seguiremos ampliando nuestro abanico. El compromiso es continuar empoderando a las personas para que tomen el control de su futuro y hagan valer el tiempo sobre el capital que tienen y que les demandó tanto esfuerzo conseguir”, cierra.