En medio de la estampida del dólar –que anticipa mayor aceleración de la inflación– y la fuerte condena de los bancos a las declaraciones de Javier Milei contra el peso y los plazos fijos, las billeteras virtuales salieron a destacar el potente crecimiento que protagonizan como opción de inversión para millones de ahorristas.
Y contrastaron esa escalada contra el leve retroceso que acusan los plazos fijos en el sistema financiero tradicional.
Lo hicieron a través de un pronunciamiento de la Cámara Argentina Fintech –entidad que las aglutina– , que hace foco en el gran avance que registran las “cuentas de inversión”, su producto estrella. Este instrumento permite a los usuarios de plataformas virtuales mantener su dinero allí depositado generando rendimientos superiores al 90% anual (la tasa para plazo fijos es del 118% anual), pero disponible para pagos y transferencias de manera inmediata.
“El esfuerzo de la industria y el avance de la tecnología hicieron posible que, con sólo dos clicks en una aplicación, cualquier persona pueda invertir dinero que, históricamente, tenía depositado en una caja de ahorro con rendimiento nulo”, destacó la cámara.
“Hoy múltiples empresas fintech proveen este servicio y, en todos los casos, otorgan a sus usuarios un rendimiento superior al 90% anual por sus saldos invertidos en Fondos Comunes de Inversión (FCI), a través de las llamadas “cuentas de inversión” o “cuentas remuneradas””, remató.
La entidad puso números el fenómeno, apoyándose en estadísticas del banco Central (BCRA) y de otras fuentes.
En los últimos cuatro años, la cantidad de cuentas de inversión abiertas creció 20 veces en el país: se pasó de casi 630 mil en julio de 2019 a 12,8 millones en julio de 2023.
El dato impactante es que de esas casi 13 millones, cuatro millones de cuentas se crearon este año, según información de la cámara compensadora Argentina Clearing y Registro. S.A. (Acyrsa), ente de registro de operaciones entre Fondos Comunes y billeteras virtuales.
“Los datos reflejan cómo las fintech popularizaron una alternativa de ahorro entre personas que nunca habían accedido al mercado de capitales o que tenían pocas opciones para invertir su dinero”, destacaron.
Cuentas de inversión +87%, plazos fijos -1,8%
En volumen de fondos, en el primer semestre de este año el dinero invertido en cuentas de inversión o remuneradas instrumentos creció 183%. En términos reales (descontado el impacto de la inflación), la suba del fue 87,5%.
La cámara fintech compara ese salto con el modesto desempeño de los plazos fijos.
“Los depósitos del sector privado en plazos fijos tradicionales -el instrumento más difundido por los bancos para obtener rendimientos en pesos- pasaron de un promedio de $8,03 billones en enero de 2023 a $11,93 billones en julio último, un 48% de aumento. Descontando el efecto del aumento general de precios, que acumuló un 51,16% entre enero y julio según el Indec, los plazos fijos cayeron 1,8% en términos reales”, analizó la cámara que aglutina a las billeteras.
A la vez, aclaró que más del 80% de los plazos fijos corresponde a depósitos “mayoristas”: de más de $1 millón, de los cuales más de la mitad corresponden a imposiciones de más de $20 millones, que grandes empresas, aseguradoras y otras instituciones están obligadas por normativa a invertir una parte de su capital.
Con eso, la entidad sumó argumentos al rol habilitador que las billeteras están cumpliendo para los pequeños ahorristas.
E insistió sobre la necesidad de trabajar con el BCRA en “una normativa acorde, que fomente la competencia, proteja la innovación y estimule el desarrollo de alternativas que se ajusten a los tiempos que corren”.
Vale recordar que las fintech vienen de protagonizar fuertes tironeos con el Central a raíz de regulaciones que consideran perjudiciales, apuntadas a frenar su crecimiento e impulsadas por el “lobby” bancario.
La autoridad regulatoria defiende su pertinencia e insiste que lo que se busca es el beneficio del ahorrista. Sin embargo, hace menos de un mes, el BCRA anunció una medida rechazada con dureza por Mercado pago y luego desactivada antes de su aplicación por el ministro Sergio Massa.
