Entre enero y mayo, el 56% de los vehículos 0 km que se patentaron en el país fueron importados.
Esto no pasaba desde hacía mucho tiempo. Pero hay que advertir que históricamente la relación entre importados y nacionales en el mercado argentino de los vehículos 0 km fue 60% a 40%, y hasta 70% a 30%, respectivamente.
Mayo marcó el mojón de cambio. La importación de autos creció 160% interanual ese mes. En los primeros cinco meses del año, los vehículos fueron el producto más importado en Argentina, por un monto de U$S 1.940 millones, 7,6% del total de bienes y servicios que ingresaron al país.
Como es histórico, ocho de cada 10 de las unidades importadas (80,51%) son provenientes de Brasil.
El dato pertenece a un informe del Centro de Investigación en Negocios y Exportación (Cien), elaborado por su director, Gustavo Scarpetta, según el cual el segundo mercado es México, con 5,17% de las compras.
El primero de esos países por ser socio integrante del Mercosur y el segundo por tener un acuerdo comercial con la Argentina, por lo cual sus automóviles no pagan arancel de importación ni tasas.
Por ejemplo, Brasil es el origen del auto más patentado en mayo, el Toyota Yaris, según el habitual informe de la Asociación de Concesionarios Automotores de la República Argentina (Acara).
Desde México, en tanto, llegan los vehículos de Nissan y algunos modelos de Volkswagen.
Un nuevo proveedor fuerte
En el tercer puesto se ubicó China, un origen que hasta hace poco no estaba entre los principales países proveedores y que ya tiene una participación de 5,12% entre los vehículos importados para el mercado nacional. Esto quiere decir que, de seguir con este ritmo de avance, está a punto de convertirse en el segundo proveedor de autos importados en la Argentina.
“El dato es que China no goza de ningún beneficio arancelario, como sí lo tiene México, y está a punto de superarlo pagando todos los aranceles”, explica Scarpetta.
El especialista en comercio exterior agrega otro dato: en el segundo semestre, ingresarán 50 mil vehículos eléctricos, la gran parte chinos, lo cual profundizará su participación en el mercado automotor argentino.
También vienen creciendo otros dos países, pero con niveles de participación bastante menores: Alemania, con 2,25%, y Colombia, con 1,64% de los vehículos importados.
Cuánto sale importar
Recientemente, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado nacional, Federico Sturzenegger, oficializó la posibilidad de que una persona, en forma particular, pueda importar el vehículo que quiere utilizar.
Esta posibilidad no es nueva. Ya se implementó en la Argentina en los ‘90 y, aunque nunca fue un negocio de gran volumen, fue una buena oportunidad para algunos concesionarios que actuaron como intermediarios, ya que los márgenes de la operación son interesantes.
Pero esta posibilidad todavía no fue reglamentada, por lo cual aún no pueden hacerse los números finos que definen la conveniencia o no de la operación.
Sin embargo, el informe de Cien adelanta los números de cuánto cuesta actualmente traer un vehículo del exterior. Para esto, considera los impuestos para importación de vehículos para particulares y, tomando como ejemplo un automóvil marca BYD modelo Song, proveniente de China, estima los costos según datos brindados por especialistas en logística y por despachantes.
Este vehículo se puede conseguir en China a U$S 10 mil. Sumados el flete y el seguro del traslado, el costo trepa a U$S 13.600.
Pero además hay otros costos: el despachante de aduana, gastos operativos, digitalización, el uso del depósito fiscal, IVA, el flete a Córdoba, gastos portuarios y otros costos. Con esto, la cifra sube a U$S 17.521.
A esto hay que agregar el arancel del 35% y la tasa estadística del 3%, lo cual suma otros U$S 5.168 más.
Y finalmente están los impuestos. Partiendo de una base IVA de U$S 18.768, el vehículo paga entre IVA (21%) y Ganancias (11%) U$S 6.006.
En total, para importar el BYD Song, el usuario particular debe pagar 180% más que comprándolo en China: U$S 28.695. El 61% de esa cifra es el precio más los costos de la operación; el otro 39% son tasas, aranceles e impuestos.